Pregunta (P): Hace apenas cinco años la economía mundial parecía ir de maravilla. ¿Qué es lo que ha pasado?
Respuesta (R): No, no iba de maravilla, estaban ocurriendo cosas muy graves. Los bancos centrales imprimían cantidades enormes de dinero y rebajaban artificialmente los tipos de interés, y así se crearon las burbujas inmobiliarias y de consumo. A la gente que se benefició de esas burbujas y se salió de ellas a tiempo sí les ha ido de maravilla, a los demás no.
Después los Gobiernos rescataron a quienes habían hecho las cosas mal, y los que recibieron ese dinero están mejor que antes. Sin duda en Wall Street y en Londres están mejor, pero la mayoría está mucho peor.
P: ¿Cuál es el problema económico más importante en el mundo ahora mismo?
R: La ingente deuda de los países occidentales, incluyendo también la deuda privada y la de estados como California, cuya situación es tan mala como la de España, si no peor, y que tiene una población mayor que la suma de Portugal, Grecia e Irlanda.
P: ¿Dónde estamos en comparación con el año 2008?
R: Entonces los gobiernos occidentales todavía tenían cierta credibilidad y algunos recursos. Ahora han multiplicado sus deudas y lo único que les queda es imprimir dinero. Pero en ese caso el dólar, la libra y el euro colapsarán. Tanto Europa como EEUU están en una situación mucho más precaria que hace tres años.
P: ¿Qué deberían hacer entonces los gobiernos?
R: Dejar caer a quienes han hecho las cosas mal, como Grecia, Citibank y Wall Street. Se está rescatando a gente incompetente a costa de gente competente. Quienes ahorraron e invirtieron ven ahora cómo el Gobierno rescata con su dinero a quienes compraron casas y coches a crédito. Estados Unidos está destruyendo su clase ahorradora, la que desarrolla un país. Hay que dejar caer a los incompetentes.
P: ¿No hay una solución menos dolorosa?
R: Hay dos formas de enfrentarse a estos problemas: a la japonesa o a la escandinava. En los años 90 los japoneses no dejaron que cayera nadie, rescataron a todos los que se habían metido en problemas. Mantuvieron bancos zombies y empresas zombies, auténticos muertos vivientes. Y así llevan dos décadas perdidas. Las acciones japonesas han perdido un 80% de su valor respecto a 1990. En Escandinavia entonces tenían problemas similares y no rescataron a nadie. Pasaron tres años muy malos, pero ahora Suecia es uno de los grandes éxitos de las últimas décadas.
Estados Unidos e Inglaterra están haciendo lo mismo que Japón. Tampoco va a funcionar, nunca ha funcionado. Hemos perdido una década y perderemos dos o tres más. O quizá será como cuando España entró en declive y tendremos tres o cuatro siglos de decadencia.
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Corea del Norte está haciendo hoy lo mismo que hizo China en 1978, cuando Deng Xiao Ping decidió que el sistema no funcionaba y que había que cambiarlo. El joven que va a dirigir el país (Kim Jong Un, hijo y supuesto sucesor de Kim Jong Il) ha sido educado en una escuela privada de Suiza. ¿Usted cree que este tipo, de 28 años, acostumbrado a la buena comida, bebida, mujeres, coches, películas de Hollywood, etc., va a querer que su país siga como hasta ahora?
Corea del Norte va a cambiar, se va a unir a Corea del Sur y allí van a surgir innumerables oportunidades. Será un país de 75 millones de personas, con trabajadores baratos y disciplinados en el norte y experiencia empresarial y capital económico en el sur. Japón quiere impedir esa unión porque sabe que no podrá competir con la nueva Corea.
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Los especuladores no sólo no crean problemas sino que los arreglan, porque detectan que algo va mal y dan la voz de alarma. Los que venden bonos de Grecia no han hecho nada incorrecto: no se endeudaron, ni falsearon las cuentas, ni mintieron sobre sus finanzas. Pero sí fueron los primeros en darse cuenta de que el gobierno de Grecia había hecho todas esas cosas. Quienes venden lo hacen por alguna razón, son los mensajeros que avisan de que hay problemas.