Tercera vez que leo este libro. Además de otras muchas veces que he recurrido a él para buscar y aclarar conceptos. Sigo aprendiendo y encontrando acertadas y precisas las reflexiones de Arcadi Espada. El libro es breve (132 páginas) y directo. Además del glosario (99 páginas) se incluye una entrevista a Susan Sontag (2004), una crítica al documental "La pelota vasca" (2003) y el discurso de entrega del premio Cerecedo (2000).
Dos características principales del terrorismo son la enfermedad y veneno que llevan en la cabeza los terroristas, y el relato que se construye a partir del terrorismo que éstos llevan a cabo. Del libro se deduce, de manera acertada, que la inteligencia de los terroristas es escasa y su maldad grande, y que el relato de la prensa, y de otros agentes, ha creado en muchos una percepción alejada de la realidad.
Arcadi deja claro que no todos podemos ser asesinos, y una prueba de ello es que las miles de víctimas (mejor dicho héroes) en España no han tomado represalias contra los asesinos y han confiado en el Estado para atrapar a los terroristas y juzgarlos. Un ejemplo es el guardia civil que vio como era asesinado uno de sus bebés en un atentado terrorista, y al ser preguntado por la venganza dice: "Uno se da cuenta de que no puede. Uno se da cuenta que no es así. Que no lleva esa maldad dentro" (del excelente documental Trece Entre Mil, de Iñaki Arteta). Añado que el Estado en España (y creo que en otros muchos países) falló a esas miles de personas, tanto a las asesinadas, como a las extorsionadas, amenazadas, desplazadas y vejadas por la barbarie terrorista.
Hay un par de hojas excelentes dedicadas al "diccionario de la negociación": accidente, alto el fuego, banda terrorista, causas (justas quieren decir), contactos, libertad, paz, precio político, víctima y vida. En estas dos páginas y escribiendo sobre esos términos se condensan muchas miserias y rendiciones de los demócratas. A la hora de negociar hay que recordar que "la autoridad democrática no puede negociar razones con los terroristas [...] puede reconocer que está sometida a un chantaje, y que cede a él en nombre de la teoría del mal menor. [...] Las razones son (y serán siempre) nuestras. De los terroristas se espera (se teme) solo la interrupción criminal." Cada uno en su lugar.
En el término "Discursos" Arcadi escribe:
Finalizo con la últimas palabras del libro de Arcadi:
Entrada del 11 de junio de 2011:
Relectura de otro magnífico libro de Arcadi Espada. En esta ocasión un glosario sobre un único tema, el terrorismo y su relación de los medios de comunicación.
Dos características principales del terrorismo son la enfermedad y veneno que llevan en la cabeza los terroristas, y el relato que se construye a partir del terrorismo que éstos llevan a cabo. Del libro se deduce, de manera acertada, que la inteligencia de los terroristas es escasa y su maldad grande, y que el relato de la prensa, y de otros agentes, ha creado en muchos una percepción alejada de la realidad.
Arcadi deja claro que no todos podemos ser asesinos, y una prueba de ello es que las miles de víctimas (mejor dicho héroes) en España no han tomado represalias contra los asesinos y han confiado en el Estado para atrapar a los terroristas y juzgarlos. Un ejemplo es el guardia civil que vio como era asesinado uno de sus bebés en un atentado terrorista, y al ser preguntado por la venganza dice: "Uno se da cuenta de que no puede. Uno se da cuenta que no es así. Que no lleva esa maldad dentro" (del excelente documental Trece Entre Mil, de Iñaki Arteta). Añado que el Estado en España (y creo que en otros muchos países) falló a esas miles de personas, tanto a las asesinadas, como a las extorsionadas, amenazadas, desplazadas y vejadas por la barbarie terrorista.
Hay un par de hojas excelentes dedicadas al "diccionario de la negociación": accidente, alto el fuego, banda terrorista, causas (justas quieren decir), contactos, libertad, paz, precio político, víctima y vida. En estas dos páginas y escribiendo sobre esos términos se condensan muchas miserias y rendiciones de los demócratas. A la hora de negociar hay que recordar que "la autoridad democrática no puede negociar razones con los terroristas [...] puede reconocer que está sometida a un chantaje, y que cede a él en nombre de la teoría del mal menor. [...] Las razones son (y serán siempre) nuestras. De los terroristas se espera (se teme) solo la interrupción criminal." Cada uno en su lugar.
En el término "Discursos" Arcadi escribe:
"Una regla principal es la de no responder a los discursos terroristas. Responder ya es una forma de legitimar, de obedecer y, sobre todo, de aportar sentido al anacoluto terrorista."Cuánta razón en el término "Economía":
"El terrorismo tiene una complejidad irrisoria. Lo complejo es la democracia. Pasa como con el cáncer respecto de la vida".Otras dos frases con verdad: "antes que muerte, el terrorismo es opresión" y "uno elige la vida cuando se trata de la propia y la libertad cuando es la de los otros".
Finalizo con la últimas palabras del libro de Arcadi:
"Quiero decir que lo he escrito sin más preocupación que la verdad y la claridad. Así se puede hoy escribir contra el Estado, y, desde luego, mi ejemplo no es el único ni el más importante. Pero es evidente que así, con esta libertad nítida y creadora, no se puede escribir contra el terrorismo. En esta superioridad moral es donde radica lo más importante que empezó a pasar en España a partir de aquella madrugada fundacional de hace veinticinco años."A continuación, lo que escribí hace años.
Entrada del 11 de junio de 2011:
Relectura de otro magnífico libro de Arcadi Espada. En esta ocasión un glosario sobre un único tema, el terrorismo y su relación de los medios de comunicación.
Diarios abarcaba todo mientras que este libro se centra en un tema. No por ello mengua el interés, todo lo contrario, al concentrase más en un tema entra más a fondo en muchas cuestiones.
El libro se inicia con una cita de Rafael Sánchez Ferlosio:
"La función de la sangre es la de provocar una íntima y pública convicción de realidad: 'Mirad cómo esto mío no es ningún juego de niños, ninguna fantasía novelesca, puesto que me lleva hasta a matar. ¿Acaso matan las fantasmagorías?"
De primeras leemos las reflexiones de Espada sobre el atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Y de ahí en adelante no deja de analizar todo lo relacionado con el terrorismo y sus derivas.
Espada deja clara su opinión sobre la inteligencia de los terroristas (página 15):
"La única relación del terrorismo con el cerebro es el tiro en la cabeza, y tal vez se refieran a eso cuando hablan de autor intelectual."
Espada está a favor de que los medios de comunicación informen en profundidad de los actos terroristas (p. 22):
"El periodismo ha sido fundamental para la creación del monumental archivo de conflictos de la Humanidad, un archivo que ayuda más de lo que creemos a la resolución de los conflictos y que lo hará más en el futuro."Sobre lo anterior ya escribió en Diarios (p. 32):
"Los medios tienen que hablar de los terroristas; incluso tienen que hablar con los terroristas. Baste que no olviden que la única razón que justifica hacerlo es el asesinato, que los terroristas están en los medios por los asesinatos y que esa es su única fama."
Insiste sobre qué es el terrorismo:
"Desde lo alto el terrorismo vasco no es más que eso: un chiflado que va por las calles con una pistola en la mano persiguiendo a Maite Pagaza y Fernado Savater."
La relación de la policía con los medios es también analizada (p. 62):
"No es la primera vez ni será la última que la policía usa los diarios a su conveniencia. Lo hace la policía, y los ladrones y los poetas. Tampoco, ni primera ni última que la policía miente en los diarios impelida por un bien superior, en este caso la desactivación de la amenaza terrorista. Dado que son el territorio de la verdad, los diarios son instrumentos preparados para mentir."Ante la pregunta del director del periódico que permitió la publicación de la mentira (pp. 62-63):
"¿Acaso el derecho del público a estar informado debe prevalecer siempre sobre la esperanza de ver detenidos a los que blanden una amenaza?"Responde con claridad (p. 63):
"Es sorprendente la cantidad de supuestos que yacen en esa frase y que el director pretende pasar por certezas. El primero y elemental es que información y seguridad sean término incompatibles."
Espada aclara conceptos (p. 75):
"Lo contrario del terrorismo no es la paz. Es la ley."
Tendría que transcribir todo el libro en esta entrada para hacer justicia al mismo. Sólo he destacado algunas partes que me han parecido interesantes.
Un libro muy útil para reflexionar sobre una de las grandes desgracias de la actualidad. Lo incluyo en mi lista.