Padre rico. Padre pobre, de Robert Kiyosaki

El padre pobre le decía: "No puedo darme ese lujo"; y el padre rico: "¿Qué tendría que hacer para darme ese lujo?" Esas dos maneras de ver la vida son la base para el desarrollo del libro que se enfoca en las finanzas, tanto personales como empresariales. La idea clave es que el dinero trabaje para uno y no lo contrario. 

La diferencia entre la escuela y la vida es que en la primera nos enseñan hablando, pero la vida "no te habla, sólo te va empujando por ahí. Sin embargo, cada empujón es su forma de decir: 'Despierta, hay algo que quiero que aprendas'." No se debe dejar de aprender, un nuevo descubrimiento saca a relucir las carencias propias. Evidentemente las escuelas sirven "para que la sociedad pueda prosperar y crecer", pero "mucha gente considera (erróneamente) que la escuela es el final, no el principio." Según padre rico: "Las escuelas estaban diseñadas para producir buenos empleados en lugar de buenos empleadores." También que "los títulos académicos y las buenas calificaciones no son lo que más importa. En el mundo real, afuera de las universidades, se requiere de algo más. He escuchado a la gente llamarle de muchas formas: agallas, pantalones, valor, temeridad, audacia, desenfado, tenacidad e inteligencia. Este factor [...] es el que, al final, decide el futuro de uno por encima de las calificaciones escolares."

El miedo a correr riesgos nos hace permanecer en posiciones laborales y vitales seguras. Queremos que los demás cambien pero no estamos dispuestos a hacerlo nosotros. El miedo "nos motiva a trabajar duro y [...] la codicia [...] nos hace pensar en todas las maravillas que se pueden comprar con el dinero."

La paradoja es que muchos "creen que con dinero pueden comprar felicidad". Considero que lo anterior es un error grave, si no se aprende a disfrutar con lo que tenemos, siempre querremos más y más sin llegar a gozar el presente, sino que anhelaremos ese futuro mejor que o no llegará o que si llega será efímero; hay que disfrutar el camino. La clave está en nosotros, en sentirnos bien con lo que tenemos y gozarlo; eso no implica que no se luche por más cosas, experiencias o ideas.

"Lo verdaderamente cruel es pasar la vida con miedo y nunca perseguir tus sueños". Añado yo que no es cuestión de dejar tu vida y responsabilidades de lado para lanzarte sin control tras tus sueños, pero sí de ir dirigiendo tu vida para perseguir ese sueño. No es tan importante que se cumpla o no como que se disfrute mientras avanzamos.

Se distingue en el libro entre un activo, es decir, "algo que pone dinero en tu bolsillo", y un pasivo que "es algo que saca dinero de él". Los "ingresos mayores generan impuestos mayores". El consejo es: "Mantén tus gastos bajos, reduce los pasivos y, con mucha disciplina, ve construyendo una base de activos sólidos." 

¿Cuáles son esos activos sólidos según el autor?:
- Negocios que no exigen nuestra presencia.
- Acciones y bonos.
- Bienes raíces que generen impuestos.
- Regalías por concepto de propiedad intelectual como música, guiones y patentes.
- Cualquier cosa que valga, genere ingresos o que aumente de valor, y para la que haya un mercado dispuesto a comprar en cualquier momento.

El peligro de caer en la carrera de la rata se da porque "a medida que los sueldos aumentan, también lo hacen los impuestos" y "los gastos tienden a incrementarse en proporción al salario." Por otro lado, "la clase media considera que su casa es un activo primario y, por eso, no invierte en activos que produzcan ingresos". Hay que saber que "el valor de las casas no siempre sube."

¿Qué es la riqueza? "Es la capacidad de una persona para sobrevivir cierta cantidad de días", es decir, "si dejara de trabajar hoy, ¿cuánto tiempo podría sobrevivir?"

Dato importante: "En cuanto empiezas a vender tus activos, tienes que pagar impuestos sobre las ganancias."

¿Qué conocimientos financieros y en qué áreas son necesarios según el autor?:
- Contabilidad. "El alfabetismo financiero te permite leer y entender estados financieros, lo cual, a su vez, te da la oportunidad de identificar los puntos fuertes y débiles de cualquier negocio."
- Inversiones. "Hacer dinero con dinero."
- Compresión de mercados. "Conocer los aspectos técnicos del mercado, los cuales, por cierto, se manejan en función de las emociones."
- La ley. Entender "las ventajas fiscales y la protección que puede brindar una corporación."
- Ventajas fiscales. "Una empresa gana, gasta todo lo que puede, y paga impuestos sobre el remanente."
- Protección frente a demandas. "Cuando alguien demanda a una persona que tiene mucho dinero [...] se descubre que la persona demandada no tiene nada en realidad. Lo controla todo pero no es poseedora de nada."

Me alerta, y tras leer a Taleb mucho más, cuando Kiyosaki afirma que "con frecuencia, quienes avanzan en el mundo real no son los inteligentes sino los temerarios" y añade que "por experiencia personal, puedo decir que el genio financiero exige tanto conocimiento técnico como valentía." Yo soy adverso al riesgo, y quizá por eso no sea ni seré millonario, pero hay que tener mucho cuidado con la temeridad. No cabe duda que la actitud de "abrirle los brazos al cambio en lugar de temerle" es buena y evita muchos disgustos, pero hay que estar preparado para el golpe y evitar que nos tumbe de por vida o por un periodo largo de tiempo. También es cierto que "a menos que una persona esté acostumbrada al cambio, es muy difícil que lo acepte." Por cada caso de éxito en cualquier ámbito de la vida hay miles de fracasos de otros; hay que ver la historia completa no sólo el éxito de algunos.

La riqueza ha pasado de la posesión de la tierra, a la de la industria, y ahora a la información, y en  el futuro estará en otras cosas. Resistirse al cambio y querer que las cosas sean como antes indica graves distorsiones internas en las personas, por eso para muchas personas "las ideas viajas se convierten en su mayor pasivo."

Coincidiendo con Julian Simon el autor escribe: "La mente es el activo más poderoso que tenemos. Si la entrenamos bien, puede producir enorme riqueza en lo que parecerá sólo un instante. Asimismo, una mente no entrenada puede producir el tipo de pobreza extrema que podría destruir a una familia por generaciones."

Critica al ahorro pasivo, es decir, aquél que no está dedicado a la inversión ya que "hace que la gente pierda oportunidades importantes que le servirían para hacer crecer su dinero de una manera significativa." Es cierto que "entre más cambian el mundo y la tecnología, más oportunidades habrá de que tú y tu familia alcancen seguridad en el aspecto económico por muchas generaciones más." Pero a la vez aparecen nuevos riesgos y nuevas maneras de invertir a las que no estamos habituados; quien abre camino encuentra oportunidades únicas, pero a su vez no tiene nadie de quien aprender. Se nota que no soy un temerario.

Kiyosaki da como ejemplo de sus inversiones los bienes raíces y las acciones de baja capitalización; los primeros son su base y los usa como proveedores de "flujo de efectivo", e incluso se revalorizan repentinamente. "Las acciones de baja capitalización las usa para el crecimiento acelerado." Pero la lección más importante de sus inversiones es que "si la oportunidad es demasiado compleja y no entiendo bien la inversión, no participo." Es un consejo que he escuchado muchas veces cuando he leído sobre inversiones. Otro buen consejo a la hora de invertir, que también he escuchado repetidas veces, es que hay que "estar dispuesto a no seguir a la multitudes. [...] Si un buen negocio se presenta en la primera página del periódico, es porque, en la mayor parte de los casos, ya es demasiado tarde para participar en él."

La filosofía general del autor "consiste en plantar semillas en la columna de activos", es decir, invertir pequeñas cantidades en distintas inversiones, unas prosperan y otras no, la clave está en que cuando haya pérdida, ésta sea pequeña, y que cuando haya ganancia, ésta sea lo mayor posible; suficiente para compensar las pérdidas y generar beneficios cuantiosos. Su estrategia está en no perder más de lo invertido, no insiste si no va bien el negocio, recupera rápidamente lo invertido si hay ganancias y deja lo restante para que siga produciendo.

Reproduzco tres lecciones del autor y tres consejos del padre rico:
- Ha pagado caro sus errores en los negocios.
- Nada de lo que menciona en el libro son recomendaciones; "sólo son ejemplos de procesos sencillos y posibles."
- "Siempre tienes que divertirte."
- "Es importante que sepas un poco acerca de todo." Para eso es bueno trabajar en distintas áreas de las compañías.
- Más importante que la seguridad del empleo es aprender.
- "Lo más difícil de dirigir una compañía era el manejo de la gente."

Respecto a saber un poco de todo, el autor asegura que "si no estás dispuesto a trabajar para aprender algo nuevo, y en lugar de eso insistes en especializarte a un alto nivel en tu ramo, asegúrate de que en la compañía para la que trabajes haya sindicato."

No siempre los productos mejores (en términos de calidad, por ejemplo) son los que triunfan, por ejemplo, "tal vez las hamburguesas de McDonald's no sean las mejores, pero esta empresa sí es la más competente en lo que se refiere a ventas y distribución de un alimento básico y promedio."

"La habilidades especializadas más importantes son ventas y mercadeo. La habilidad de vender -es decir, de comunicarse con otro ser humano, ya sea cliente, empleado, jefe, esposo o hijo- es la base del éxito personal. Las habilidades de comunicación como escribir, hablar y negociar, son fundamentales para tener una vida llena de triunfos. [...] Además de ser buenos para aprender, vender y comerciar, tenemos que ser buenos maestros y estudiantes. Para ser verdaderamente ricos necesitamos ser capaces de dar y recibir."

A pesar de tener una buena educación financiera hay razones que nos pueden impedir adquirir buenos activos: miedo, cinismo, pereza, malos hábitos, y arrogancia. El miedo a perder es lo que atenaza a muchos; hay muchos ricos que han perdido mucho y pobres que no han perdido nunca nada. La clave está en que "si odias el riesgo y las preocupaciones, más te vale comenzar desde ahora", es decir, comenzar joven a hacerlo. La pereza más común es la "que te mantiene demasiado ocupado." Por otro lado, "mucha gente utiliza la arrogancia para tratar de ocultar su ignorancia."

El aprendizaje es repetición, hay que leer y releer, hay que escuchar muchas veces, hay que tratar de entender hasta que se domine el tema. El autor escribe: "El otro día escuché a un inversionista con el que estuve en total desacuerdo. Pero en lugar de adoptar una actitud arrogante y crítica, volví a escuchar el fragmento de cinco minutos en donde él se explicaba. Lo hice unas veinte veces, tal vez más. Y de repente, como mantuve mi mente abierta, entendí qué era lo que quería decir." Kiyosaki afirma que "si adquieres conocimientos, entonces te ves obligado a cometer errores para entender a fondo lo que acabas de aprender." Y remata: "Una persona que es de verdad inteligente recibe con gusto nuevas ideas para añadirlas a la sinergia de las que ya tiene acumuladas." Entiendo que antes de añadirlas debe analizarlas, procesarlas y comprobar su utilidad. Lo peor es la cerrazón y el eliminarlas sin realizar lo anterior. Advierte el autor que "'eres lo que estudias.' Dicho de otra manera, debes tener cuidado con lo que aprendes porque la mente es tan poderosa que puede hacer que te transformes en lo que ella misma recibe." Para adaptarse al cambio (más acentuado en el mundo actual) "ya no cuenta tanto lo que sabes [...] lo que importa es la velocidad con que aprendes."

Rodearse de gente inteligente y "recompensar a gente que sea más competente que tú en alguna área técnica específica" son dos consejos que se repiten en el libro y que he comprobado personalmente. Tener buenos socios y colaboradores da tranquilidad y son una garantía para minimizar errores y desarrollar buenos trabajos e inversiones.

El autor nos indica qué idea quiere que conservemos tras la lectura del libro: "Cada vez que sientas que no tienes o que te hace falta algo, primero comparte eso mismo que necesitas y se te devolverá a cubetadas. Funciona con el dinero, las sonrisas, el amor o la amistad."

Aunque en la parte final del libro Kiyosaki aconseja: "Deja de hacer lo que ya no te funciona y busca algo nuevo." En otra parte escribe sobre el Coronel Sanders que fundó Kentucky Fried Chicken casi con 70 años y que fue rechazado "1009 [sic] veces antes de que alguien se interesara en comprarla (su receta de pollo frito)." El factor suerte influye mucho; no se puede saber de antemano si la táctica buena es dejarlo o seguir de manera enfermiza.

El autor nos empuja para buscar nuevas ideas, por ejemplo en libros, encontrar a gente que haya hecho lo que queremos hacer, tomar clases, y hacer muchas ofertas a la hora de comprar algo. También nos enseña a tener cláusulas de escape en las ofertas, es decir, poder romper el trato a cambio de una cantidad pequeña de dinero o de alguna condición que uno domina, por ejemplo, la aceptación por parte de un socio del trato firmado.

Un consejo que he escuchado en otros lugares y está en el libro es el de que "las ganancias se hacen al comprar, no al vender." Comprar barato y vender caro; muy sencillo aunque difícil de aplicar sin la templanza y la suerte necesarias.

"La acción siempre vence a la pasividad". No creo que "siempre", ni siquiera creo que se pueda generalizar. Muchas veces hay que decir no, y no entrar en algo, o simplemente dejar pasar el tiempo. Personalmente me he visto en algunas situaciones complicadas por reaccionar demasiado rápido y no haber esperado a que las aguas se calmasen.

En resumen, un buen libro para concienciarse de la importancia de la buena gestión de las finanzas, la manera de afrontar una aventura empresarial, y leer sobre las experiencias de una persona que se ha enriquecido.