"Tampoco cae en el error de permitir que lo negativo de Orwell eclipse todo lo positivo. La opinión de Orwell sobre la homosexualidad es inaceptable actualmente, pero eso no quita valor a su postura contra el totalitarismo, o a sus artículos sobre literatura. Esa enmienda a la totalidad es muy común: en España, cuando el escritor Félix de Azúa realizó unos comentarios machistas, muchos consideraron que su obra literaria era igual de repugnante. En Estados Unidos, muchos alumnos universitarios están releyendo figuras históricas desde un único criterio: Woodrow Wilson era racista, Thomas Jefferson tenía esclavos".