El 20 de julio de 1986 a las 8:00 de la mañana Rosa iba al trabajo. Como todos los días desde hace 10 años hacía su caminata de 25 minutos desde su casa. Algo grave pasó ese día, pero ella no se percató de lo que sucedió.
Ya en el trabajo hizo su rutina habitual, hasta que le tocó volver a su casa. Allí la esperaban su marido y sus hijos, listos para darla una gran noticia: ¡Su hija mayor estaba embarazada! Fue una gran alegría para ella.
Con el tiempo llegaron más nietos, un total de siete, de sus tres hijos. Entre todos acordaron que Rosa dejase de trabajar para ayudar a todos los nietos. Ella disfrutó mucho esa época de su vida. Cuando casi todos los nietos pasaron los veinte años pudo darse un merecido descanso, ya que entre todos la regalaron un viaje a Italia. Era un sueño que siempre quiso realizar, pero nunca dispuso de tiempo ni de dinero. Junto con su marido disfrutaron como nunca.
Tuvo oportunidad de hacer muchos más viajes, ya que pasó a ser ahora la cuidada. Era venerada por sus hijos y sus nietos. Ella su marido aprovechaban para disfrutar como merecían.
Según avanzaba en la vida se daba cuenta de lo feliz que había sido.
Rosa llegó a conocer a dos bisnietos, pero lamentablemente murió debido a un ataque al corazón.
Todo lo escrito nunca sucedió, porque Rosa murió en un atentado terrorista el 20 de julio de 1986.