Interstellar, a debate. Cristian Campos y Juan José Gómez Cadenas.
Así que volviendo al ejemplo anterior: TARS funciona como elemento cómico, es cierto. Pero también cumple otras funciones en la película. TARS es un robot metacognitivo. Es decir que tiene la habilidad para pensar acerca de sus propios pensamientos. Es el primer paso de la humanidad hacia la creación de vida inteligente. Hacia la creación de universos enteros y su conversión en dios. Y eso sin entrar en el hecho de que el humor es una característica del ser humano extraordinariamente difícil de explicar desde el punto de vista de la neurociencia. El humor es un claro signo de inteligencia avanzada. El hecho de que TARS tenga sentido del humor te está diciendo que la frontera entre la creación de meros objetos —una silla de plástico— y la creación de vida está a punto de ser franqueada por el ser humano.
El determinismo no destruye la responsabilidad moral ya que se trata de fenómenos de niveles o ámbitos diferentes. La responsabilidad moral es la idea que se transmite a los agentes individuales en un entorno social de que sus acciones pueden afectar a otros y sufrir represalias por los daños causados: es un mecanismo de advertencia y protección de la cooperación y convivencia. Es una excusa falaz el excusarse alegando que yo no lo hice sino que fue mi cerebro o mis genes: tú eres tu cerebro y tus genes (no eres un espíritu en una máquina, eres esa máquina). Si un criminal o delincuente no se cree responsable porque sus acciones son deterministas, no hay ningún problema: entonces el juez y el verdugo tampoco son responsables exactamente por el mismo motivo. Un problema más interesante es valorar si la intencionalidad o consciencia de una acción y sus resultados (o su ausencia) son exigibles para que exista responsabilidad ética o moral: yo creo que no he hecho algo porque no he sido consciente de ello, o porque no era eso lo que pretendía, o porque considero que mi yo sólo es la parte consciente de mi mente e ignoro todo lo inconsciente.
Comunista, -140 de coeficiente. Arcadi Espada.
Día a día una jauría subnormal y miserable mueve en Twitter determinados artículos o declaraciones para hacer decir a sus autores lo que nunca dijeron. Hozan, trocean, manipulan, pervierten y la actividad de sus manos sucias refuerza la convicción de que solo el dinero justifica la dedicación al oficio de escribir. Ver al catedrático candidato entre ese coeficiente -140 es una experiencia sin duda singular.
Lo robusto y lo grácil. Francisco Traver.
Quizá la fuerza y la agresividad fueran ventajosas para los cazadores recolectores, pero cuando los hombres se agruparon en comunidades más grandes al final de la Edad de Hielo (los análisis genéticos dicen que la expansión de la población en tres continentes fue anterior a la agricultura), los humanos necesitaron tranquilizarse y mantener la cabeza más fría a la hora de convivir. Los humanos que fueron capaces de cooperar en comunidades más pacíficas se reprodujeron más y dejaron más descendencia.
Tipos de interés negativos: una nueva burbuja. Juan Ramón Rallo
En resumen, la intervención política en los mercados reales y financieros antes de que la crisis económica se haya solventado endógenamente está conduciendo a que Gobiernos y ahorradores privados asuman riesgos desproporcionados: los primeros, para mantener las burbujas estatales sobreendeudándose; los segundos, para conservar su patrimonio impidiendo que pinchen del todo las burbujas privadas. Frenado el reajuste productivo, ralentizado el proceso de desapalancamiento y regados los mercados con excedentaria liquidez artificial, llegamos a unos inquietantes y peligrosos tipos de interés negativos. Las burbujas no salen gratis.