Capitalismo, filantropía y solidaridad voluntaria, por Pablo Martínez Bernal.
Cierto es que algunos de los promotores, como es el caso de Warren Buffett y su cruzada por que EEUU suba los impuestos a los ricos, están a favor de que la redistribución de renta se haga de forma coactiva. Pero no es menos cierto que esos 120 ultra ricos de Forbes acceden de forma libre y voluntaria a donar una gran parte de su riqueza para mejorar, en muchos casos, la vida de los que menos tienen. Este altruismo tiene una parte de lógica: cuando uno se ha beneficiado enormemente de un sistema como es el capitalismo que premia a quienes mejor saben darle a la sociedad aquello que demanda, se siente extraordinariamente recompensado. Quienes experimentan ese enriquecimiento se sienten tan sumamente gratificados que, en muchas ocasiones, desean devolver a la sociedad parte de esa riqueza obtenida: solidaridad voluntaria, la única solidaridad posible.
¿Qué pasó con los superricos de 1987? Por Juan Ramón Rallo.
Al contrario, cuanto mayor sea el patrimonio personal de un individuo más complicado le resulta rentabilizarlo: las oportunidades para reinvertir a altas tasas de retorno todo su capital son muy escasas a menos que se quiera dar el salto a otros mercados en los que normalmente no se tiene ninguna ventaja competitiva. Las mismas razones que llevan a un Estado grande a ser un pésimo gestor de capitales sirven para explicar por qué los billonarios se van quedando sin ideas y facultades para gestionar su fortuna… hasta el punto de que no son capaces de reinventarse continuamente y terminan viendo sus haciendas diezmadas. No en vano, la sabiduría popular a este respecto vale más que las elucubraciones de muchos economistas miopes: from shirtsleeves to shirtsleeves in three generations. Hoy, de hecho, ni siquiera se necesitan tres generaciones, bastan tres décadas para perderlo casi todo.
Economía Mundial 2014: nuevos pronósticos, por Carlos Parodi.
El FMI señala que América Latina se vería beneficiada por la mejoría en las economías avanzadas, pero esos efectos positivos se verían contrarrestados por la reducción en los precios de las materias primas, problemas en el crecimiento de varios países y condiciones financieras más duras para la región, debido a que la misma recuperación de las economías avanzadas genera un retorno de los capitales hacia esas zonas. Recordemos que el 2013, la inversión extranjera directa en el Perú se redujo en -17% comparado con 2012. Además, en 2013 la inversión privada solo creció 3.9%, luego de hacerlo 13.5% y 12.4% en 2011 y 2012, respectivamente. El crecimiento más lento de la inversión privada ha generado una desaceleración de la economía peruana. Los factores externos son importantes, en especial y como se demostró en el post anterior, la evolución de China; pero no son los únicos.
Salir de la barbarie, por Mario Vargas Llosa.
Las opciones sexuales son distintas, pero no normales y anormales según se sea gay, lesbiana o heterosexual. Y, por eso, gays, lesbianas y heterosexuales deben gozar de los mismos derechos y obligaciones, sin ser por ello perseguidos y discriminados. Creer que lo normal es ser heterosexual y que los homosexuales son “anormales” es una creencia prejuiciosa, desmentida por la ciencia y por el sentido común, y que sólo orienta la legislación discriminatoria en países atrasados e incultos, donde el fanatismo religioso y el machismo son fuente de atropellos y de la desgracia y sufrimiento de innumerables ciudadanos cuyo único delito es pertenecer a una minoría. La persecución al homosexual, que predican quienes difunden sandeces irracionales como la “anomalía” homosexual, es tan cruel e inhumana como la del racismo nazi o blanco que considera a judíos, negros o amarillos seres inferiores por ser distintos.
Fisking Gabo, por José María Albert de Paco.
Regresaban como todos los días, a veces por una ruta, a veces por otra, ["a veces por una ruta, a veces por otra"; imposible, por lo tanto, hacerlo "como todos los días"] tanto por razones de seguridad como por los nudos del tránsito [esa pintoresca expresión, "nudos de tránsito", pretende designar lo que no es más que un atasco. Pero hay algo más. Imaginen que las razones que llevan a un concejal del PP en el País Vasco a elegir entre un itinerario u otro son el temor a que lo asesinen y los atascos. Así, en pie de igualdad]. El Renault 21 era nuevo y confortable, y el chofer lo conducía con un rigor cauteloso [cautela rigurosa, dice]. La mejor alternativa de aquella noche fue la avenida Circunvalar hacia el norte. Encontraron los tres semáforos en verde y el tráfico del anochecer [¿El anochecer? ¿No habíamos quedado en que ya había anochecido?] estaba menos embrollado que de costumbre. Aun en los días peores hacían media hora [mejor "tardaban", qué se fizo, etc.] desde las oficinas hasta la casa de Maruja [Sin duda, el autor ha querido decir "en los días mejores"; de otro modo, ese "aun" carece de sentido], en la transversal Tercera N.º 84ª-42 y el chofer llevaba después a Beatriz a la suya, distante unas siete cuadras.