Gasto Público 2013: un resumen, por Eduardo Martínez Abascal
Insisto en lo ya he comentado en el post citado: El déficit disminuirá sólo vía aumento de ingresos y para ello es necesario que mejore significativamente la economía, ya que no se puede aumentar más la presión fiscal.
Ruanda, los cien días de la barbarie, por Nacho Carretero.
En la modesta iglesia de Ntarama, al sur de Kigali, se refugiaron cinco mil tutsis. Fue la propia policía la que indicó a los vecinos que allí estarían seguros. A los pocos días, los muchachos de las Interahamwe, acompañados de soldados, políticos locales, vecinos y de la propia policía atacaron la iglesia con granadas y pistolas. Después accedieron a su interior y remataron con machetes y martillos a los que estaban vivos. A algunas mujeres las separaron, las llevaron a una capilla en la parte trasera de la iglesia y las violaron innumerables veces. Esta capilla es hoy parte del memorial. En uno de sus extremos hay un palo apoyado de cualquier forma contra la pared, un palo de unos dos metros que pasa desapercibido, sin letrero o explicación alguna. El guía lo agarra con rostro serio, lo golpea contra el suelo a modo bastón y añade: «Con este palo violaron y empalaron a unas veinte mujeres aquí». Luego lo vuelve a apoyar en la pared. El horror se supera a sí mismo con la mancha oscura que luce en la misma pared y a la que el guía se refiere a continuación: «Este es el punto donde mataron a los niños golpeándolos contra el muro, por eso quedó la marca».
The (Metaphorical) Bet: Paul Ehrlich versus Norman Borlaug, by James Schneider.
Later, I found out that the poor timing of Ehrlich's doomsaying was no accident. By the time that Ehrlich came to the world's attention with The Population Bomb, Norman Borlaug had basically ensured that Ehrlich's nightmare scenarios would go unfulfilled. In fact, by the time that The Population Bomb saw it's 1971 edition, Borlaug had already won the Nobel Peace Prize for his work revolutionizing agricultural productivity in the developing world. For many years, Borlaug had gambled his life on an obsessive quest to enable nations like Mexico and India to feed themselves. During much of this time, he was a migrant farmworker in the literal sense; he moved between Mexican farms with the seasons, and he worked long hours in the field. (Fittingly, he was working in the field when he learned that he had won the Nobel Prize.)
Antifragile: A Definition, by Shane Parrish.
The antifragile loves randomness and uncertainty, which also means— crucially—a love of errors, a certain class of errors. Antifragility has a singular property of allowing us to deal with the unknown, to do things without understanding them— and do them well. Let me be more aggressive: we are largely better at doing than we are at thinking, thanks to antifragility. I’d rather be dumb and antifragile than extremely smart and fragile, any time.
Que los traders compitan y los inversores elijan, por Ignacio Moncada.
En mi opinión, este caso demuestra, incluso, que la automatización si acaso genera más estabilidad que una operativa pura de emocionales seres humanos. Las máquinas permiten detectar antes las oportunidades de ganancia y no se dejan llevar por euforias o miedos, y eso ayuda a estabilizar el mercado de manera más rápida. Esto no quiere decir que las máquinas siempre estén programadas de manera correcta y que no fallen. De hecho, el que era el HFT más importante del mundo, Knight Capital, tuvo un problema en un algoritmo que empezó a operar de manera alocada y desestabilizó algunos valores. En consecuencia, en un solo día Knight Capital obtuvo pérdidas de 460 millones de dólares y quedó prácticamente en quiebra. Al final, quienes dan estabilidad tienden a salir ganando y quienes desestabilizan tienden a perder.