Lecturas 09.04.2013

España: incumpliendo desde 2008, por Juan Ramón Rallo.

En definitiva, no hemos cumplido el déficit ni un solo año y, pese a ello, el autocomplaciente Mariano Rajoy se pavonea por Europa exigiendo una renegociación de los objetivo de déficit debido a que España “ha demostrado ser un país cumplidor”. Somos tan cumplidores que no sólo no hemos cumplido jamás sino que exigimos nuestro derecho natural a incumplir porque, aunque nos lo denieguen, tampoco vamos a mover un dedo en esforzarnos en cumplir recortando los gastos. La parodia nacional de un déficit fuera de control. Pero lo peor de todo es que, según parece, la suicida Europa está decidida a darnos más tiempo, a ver si en un par de añitos superamos ampliamente el 100% de deuda sobre PIB y o nos despeñamos por el default o nos consolidamos como infierno fiscal por las décadas de las décadas. Todo, menos meterle seriamente mano al gasto público.

Nos van a ganar, por Salvador Sostres.

El cáncer que los sindicatos son y representan se concreta en el dramático empobrecimiento que causan a nuestra economía y a los "trabajadores" y "obreros" que dicen proteger. Por mucho que roben, si se confirma que han robado, nunca nos robarán tanto como con los convenios colectivos, los comités de empresa, los liberados sindicales y esta absurda confrontación entre el asalariado y el patrón que tanto fomentan para hacerse los imprescindibles y poder seguir viviendo del dolor ajeno, que tanto se esfuerzan en perpetuar, porque de resolverlo su existencia no estaría justificada y tendrían por fin -¡por fin!- que ponerse a trabajar.

Sufrir lo peor y devolver lo mejor, por Amaia Celorrio.

Hay personas que a pesar de sufrir la violencia del ser humano y vivir situaciones límite, siguen luchando e intentando mejorar el mundo que les rodea. Cueste lo que cueste. Personas que nos inspiran en nuestro día a día como Jacob Atem, que tras casi dos décadas de exilio a causa de una guerra que le obligó a huir y a embarcarse en un duro viaje, ha vuelto a su país, Sudán del Sur, y ha abierto una clínica que ofrece atención médica a decenas de miles de personas en el estado de Jonglei.

Los dudosos beneficios de albergar unos Juegos Olímpicos, Por Gerard Llobet.

Muchos de los resultados anteriores son conocidos por los que hemos vivido en Barcelona los años anteriores y posteriores a los Juegos Olímpicos de 1992. Este evento cambió la ciudad, en gran parte por que se convirtió en la excusa para llevar a cabo las infraestructuras que Barcelona había planificado desde hacía varias décadas para la expansión de la ciudad. Los Juegos Olímpicos y la Expo de Sevilla además cambiaron la percepción de España en el extranjero. Sin embargo, el Madrid de veinte años después tiene un nivel de infraestructuras de primera fila (además de su porción de elefantes blancos) y España está ya establecida internacionalmente. ¿Deberíamos alegrarnos de no haber sido escogidos para los Juegos Olímpicos de 2012 y 2016?

Cólera, ingeniería sanitaria y el mejor gráfico de la historia, por el médico John Snow a mediados del s. XIX, por Rubén Gutiérrez Romero.

Lo primero que Snow hizo fue convencer a las autoridades locales de que clausurasen la bomba de agua en el centro de la calle Broad (Broad Street), en la que se había producido una cantidad desproporcionada de muertes. El brote epidémico cesó de inmediato. Una investigación posterior descubrió que restos fecales procedentes de pañales de un bebé enfermo se habían filtrado al pozo.