"Imagínese que Andalucía decide, o Cataluña o la Comunidad Valenciana, por el 98% de los votos que quiere declararle la guerra a Italia para recuperar el reino de Nápoles y Sicilia. La decisión desde el punto de vista democrático parece poco contestable. Una mayoría abrumadora decide recuperarlo como herederos del reino de Aragón. ¿Es impecablemente democrático? No, no y no, de impecablemente nada. Esto es una monstruosidad porque no tiene legitimación ninguna para hacerlo porque está fuera de su ámbito competencial".