"Como regla general, todos los artículos periodísticos comienzan (o pretenden comenzar) informando sobre el poder destructivo del terremoto en cuestión. Para lo cual, se hace mención a su magnitud en la escala de Richter. Sin embargo, esta escala mide exclusivamente la energía liberada por el seísmo (independientemente de la distancia al epicentro, el tipo de suelo, etc.). En lugar de ello, para informar correctamente del efecto de un terremoto en una determinada localidad, se debería hablar, además, de su intensidad, cuya medida refleja directamente el poder destructivo del sismo y el daño causado en un punto concreto."
"El fenómeno se basa en las fuerzas de inercia que experimentan las construcciones en contra del movimiento del suelo (según la segunda Ley de Newton: F = m x a). De forma que tanto mayores serán estas fuerzas cuanto mayor sea la masa del edificio y cuanto mayor sea la aceleración que experimenta, la cual a su vez es función de la aceleración del suelo (¡o la intensidad del sismo dicho de otra forma!) y de la relación entre la frecuencia propia del edificio y la frecuencia de las ondas sísmicas (fenómeno de resonancia)."
De Diego Apellániz.