Lecturas 22.02.2013

La historia de la música en siete minutos. (Fuente: Alejandro Polanco Masa).


Adelgazar el gobierno: el auténtico revulsivo para la economía, por Juan Ramón Rallo.

[E]l gasto corriente del gobierno federal estadounidense se redujo desde los 70.400 millones de dólares de 1945 a los 44.400 de 1946 y a los 37.500 de 1947; gracias a ello, el déficit se redujo del 21% del PIB, al 7% en 1946 y a un superávit del 1,6% en 1947.

Dicho de otro modo, en dos años el gasto público se redujo prácticamente a la mitad. Es verdad que el PIB real se contrajo y que el desempleo repuntó durante esos años, pero a diferencia de lo que predijeron los keynesianos de entonces, el país no se sumergió en ninguna nueva Gran Depresión, sino que comenzó uno de los períodos de generación de riqueza más prósperos de su historia. ¿La razón? El PIB, sobre todo cuando está copado por el gasto público, es un pésimo indicador de, por un lado, la riqueza (bienes útiles para los consumidores) que realmente está fabricando una economía (una cámara de tortura o un campo de concentración financiado por el gobierno sumaría al PIB); y, por otro y aun más importante, de la sostenibilidad de esa producción: el PIB puede aumentar de manera insostenible (sobre todo cuando es financiado con cargo a deuda, véase la burbuja inmobiliaria española) y contener las semillas de su propia destrucción.

Great Stagnation? By Don Boudreaux.

In the 1880s Gustavus Swift figured out a way – using chiefly a disassembly (!) line, refrigerated railroad cars, and new techniques for feeding cattle – to greatly increase the supply of beef and to reduce its real price. This innovation didn’t result in people eating meat for the first time, but it did make fresh meat (that is, meat that isn’t salted, smoked, or canned) much more accessible to ordinary people than it ever was before in human history. A great innovation or no?

Cuba es cada vez más violenta, por Jorge Olivera Castillo.

Lo más trágico de todo este espectáculo es que las víctimas preferidas suelen ser mujeres indefensas, en este caso integrantes del grupo de las Damas de Blanco que insisten en manifestarse en las calles, en reclamo del respeto a los derechos humanos y la libertad de los presos políticos.

Entre los últimos sucesos vinculados a esta infausta aplicación de la fuerza bruta, se podría citar una reciente denuncia de la opositora Sara Marta Fonseca en su cuenta de Twitter: “Recibí golpes en la cabeza, espalda, brazos, estoy mareada”.


33 momentos de Larry Bird, por Lartaun de Azumendi.

Se cumplen 20 años de aquel cuatro de febrero de 1993, el día en que los Celtics de Boston subieron al techo del Garden el número 33 de uno de los jugadores más grandes de la historia del baloncesto: Larry Joe Bird (nacido en 1956). A la fiesta se había unido, cómo no, su buen amigo Earvin “Magic” Johnson. Ataviado con un chándal de los Lakers, entre Magic y Bird desabrocharon la chaqueta del chándal angelino para mostrar debajo una t-shirt blanca de sus archirrivales Celtics y así hacer reír a Bird. Magic, dirigiéndose a su amigo y delante de todos los presentes que abarrotaban el pabellón, dijo: “Larry Bird dijo que habría otro Larry Bird, un día. Y Larry, no habrá nunca, nunca, nunca jamás otro Larry Bird.”


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