"Construir institucionalidad requiere una firme voluntad política, pero no basta la del gobierno. Se necesita, al menos, una masa crítica de políticos que hagan política con P mayúscula. Pero ello no va a ocurrir a menos que los ciudadanos demandemos institucionalidad con la misma firmeza con la que hoy exigimos estabilidad macroeconómica. Y allí, en mi opinión, está el error de Vergara: interpretar la frustración de la gente con la corrupción y la inseguridad como una demanda por priorizar la construcción de un Estado de derecho.
¿Es razonable esperar que demandemos Estado de derecho los mismos peruanos que celebramos la criollada, parqueamos donde nos da la gana y a quienes nos interesan un rábano los derechos de los demás? ¿Que exijan institucionalidad quienes eligen al ‘comeoro’ o a la ‘robacable’? Temo que, aun volviéndonos ricos, seguiremos siendo pobres mientras la respuesta sea que no."