El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella


Segunda vez que veo esta hermosa y dura película. Una de las mejores películas de este siglo y del anterior. ¡Cómo mira Soledad Villamil! (vean la foto de arriba para entender lo que digo; en la película es mucho mejor, muchísimo mejor). Me gustan muchas cosas de esta película, pero destaco dos; la primera es cómo combina el sentido del humor con el drama, es decir, la vida misma mostrada en esta obra de arte. La segunda es la variedad de temas que trata, con más o menos profundidad, tanto en tramas principales como en el ambiente en el que se desarrollan esas tramas.

Las tres historias principales de la película son: el caso de violación y asesinato de una mujer joven; la segunda, el amor contenido entre Benjamín Espósito (Ricardo Darín) e Irene (Soledad Villamil); y la tercera, la amistad entre Espósito y Pablo Sandoval (Guillermo Francella). Todos esos temas están perfectamente entrelazados e introducen temas como son la corrupción, la violencia, las pasiones que nos dominan, el poder de las familias con dinero en Argentina, la dictadura, la bondad y otros.

El caso de violación y asesinato es el núcleo sobre la que giran todas las demás historias y personajes. Está bien construida y define el carácter y comportamiento de todos los personajes. Destacar al marido de la asesinada, quien no parará hasta administrar al asesino la pena que él cree que merece.

La no-historia de amor entre Espósito e Irene está bien llevada y en varios momentos da la impresión de que se consumará. Perfectamente contado cómo ambos personajes aceptan la situación y no son capaces de dar el paso definitivo. Me recuerda a otra excelente película, Encadenados (Notorious), de Hitchcock, con los personajes interpretados por Ingrid Bergman (Alicia) y Cary Grant (Devlin) locos el uno por el otro, pero incapaces de demostrarlo por orgullo.

La amistad entre Espósito y Sandoval se va forjando a lo largo de la película y alcanza el punto culminante con el sacrificio del segundo. Destacar el sentido del humor de Sandoval que se muestra en la película con las respuestas que da a las distintas llamadas que recibe en su oficina.

En cuanto a lo visual, destaco la escena en el estadio de fútbol. Magistral desde la primera toma área con el partido en juego hasta el final con la entrada del perseguido al terreno de juego. El resto de la película está rodada de manera sencilla lo que permite seguirla sin sobresaltos.

El final reserva dos sorpresas que hacen pensar. ¿Es justo aplicar uno mismo la justicia en un caso tan claro como el mostrado en la película? Si sentimos amor por alguien, ¿es bueno esperar casi toda una vida para declarárselo?