Siempre me ha maravillado la capacidad del hombre para organizarse y conseguir cosas de manera conjunta.
Estamos en un momento de la historia de la humanidad donde hemos conseguido resolver nuestros conflictos sin recurrir a la violencia. El día que eso se dé en todo el planeta y se canalicen esas energías en cooperar y mejorar la vida individual y colectiva daremos un salto increíble.
Hasta que llegue eso me sigo maravillando con esos ejemplos de cooperación y tecnología que nos rodean.
Últimamente pienso mucho en las ciudades. Siempre funcionando. Nunca paran. Servicios de basuras, de ambulancias, bomberos, policías, etc. Te levantas y hay agua corriente y electricidad, seguridad, transporte público y privado para llegar a nuestros lugares de destino, etc. Puedes comprar desde un coche de lujo a un cortaúñas. Ir al cine a ver la última de Santiago Segura o a ver un clásico de Billy Wilder. Ir al museo o a la bolera. A cenar marisco o una buena carne. Pedir ayuda por teléfono si has sufrido algún percance. Algunas ciudades tienen más de 10 millones de habitantes, todos desarrollando su vida al mismo tiempo. Las ciudades mantienen construcciones antiguas al lado de otras nuevas. Van creciendo en altura, se excavan túneles por debajo de los edificios y se dotan de nuevos servicios. Los camiones traen alimento, ropas, y toda clase de bienes. Todo ello con unas condiciones de salubridad nunca conocidas.
Pensarlo, es algo increíble lo que hemos logrado.