Están en lugares exóticos. ¿Qué es un paraíso fiscal? Nadie en España, por ejemplo, se rasgaba las vestiduras cuando nuestras empresas conquistaban el mundo comprando activos y deduciendo el fondo de comercio de su base imponible. Ni cuando dábamos incentivos enormes a las empresas extranjeras, o cuando éramos “el país donde es más fácil hacerse rico del mundo”, según un ministro en los 90. Nuestros beneficios fiscales siempre son “reformas” y los de los otros son “evasión”. ¿Quién decide qué es un territorio fiscal bueno o malo? Delaware, Nevada, Wyoming, Luxemburgo, Malta, Chipre, Andorra, Jersey, Irlanda, Lichtenstein, Suiza o incluso Navarra… Todos tienen distintos e importantes beneficios fiscales. ¿Caimán es malo y Luxemburgo bueno? ¿Por qué?
La fórmula para ser un crack de las matemáticas, por Teresa Guerrero y Mario Viciosa.
"La educación es un problema social y son muchos los agentes que deben tomar partido. Los modelos que tienen los chicos hoy en día no contribuyen al esfuerzo. Son futbolistas, cantantes o concursantes de Gran Hermano, que no son el mejor estímulo para estudiar. Hay que buscar modelos a seguir que hayan trabajado intelectualmente", reflexiona. "Tenemos que estimular el interés por aprender y lograr que, como ocurre en países como Finlandia, los profesores tengan la formación adecuada y el reconocimiento de toda la sociedad", concluye.
The Brains of the Animal Kingdom, By Frans de Waal.
Elephants are a perfect example. For years, scientists believed them incapable of using tools. At most, an elephant might pick up a stick to scratch its itchy behind. In earlier studies, the pachyderms were offered a long stick while food was placed outside their reach to see if they would use the stick to retrieve it. This setup worked well with primates, but elephants left the stick alone. From this, researchers concluded that the elephants didn't understand the problem. It occurred to no one that perhaps we, the investigators, didn't understand the elephants.
Hyeonseo Lee: Mi huída de Corea del Norte (My escape from North Korea).
Inmigración: es hora de pasar a la ofensiva, por Gonzalo Fanjul.
Si yo pudiese elegir, escogería dos prioridades. En primer lugar, necesitamos sistemas de visados infinitamente menos rígidos que permitan a los flujos migratorios adaptarse con más naturalidad a las señales del mercado y a los acuerdos que alcancen los agentes sociales. El modelo de puerta estrecha que impera en este momento atrae la inmigración irregular durante los años buenos y atrapa a los extranjeros en nuestro país durante los años de crisis. Los trabajadores quedan atados de forma insoportable a una región, una empresa o un país, lo que multiplica los abusos del empleador e impide la transición laboral. Necesitamos más movilidad, más segura.