Estimado Arcadi:
Usted es un experto en los temas de ficción
vs no ficción, Javier Cercas puede estar seguro de ello, y dejó clara su posición
hace tiempo en su artículo Personal Copyright:
"[C]ualquier utilización de los nombres propios en una ficción deberá
someterse a las mismas exigencias de veracidad que se darían en el caso de
aparecer en un periódico. Y con las mismas consecuencias, en el caso de
falseamiento. El nombre propio corrompe la ficción e instala un automático
pacto de veracidad". ¿Qué hacemos cuando alguien quiebra lo anterior?
¿Prohibimos su exhibición? ¿Les obligamos a poner un sello de "Peligro no
ficción" al estilo de los dos rombos de antaño?
En el artículo escribe: "El cine está
ocupándose, y cada día con mayor eficacia, de fijar el canon de la
Historia". ¿Le daría usted crédito al que pretende hacer pasar por
historia un mero divertimento? Está pasando, no lo niego, pero esas personas que
dan por cierto lo que hay escrito en novelas y lo que ven en películas deben
asumir su responsabilidad y las consecuencias que se deriven de ello. Aunque
también las habrá para la sociedad, y la prueba evidente de ello son las ficciones
a las que se entrega la gente con los de Podéis. ¿Qué hacemos respecto a ello?
Lo primero dejarlo claro con artículos como el suyo. Pero, ¿cómo nos
protegemos?
Por otra parte, Steven Pinker en "The
better angels of our nature" cita a las novelas como una posible fuente de
generación de empatía que ayudó a la reducción de la violencia. Aunque si nos pasamos de frenada podemos crear un mundo en el que hasta
respirar puede ser un acto agresivo hacia las personas que tenemos cerca.