El caso Murdoch es la otra cara de la misma moneda del caso Assange. La moneda mediática con la que se vende sin escrúpulos cualquier información sean cuales sean los medios utiltizados para obtenerla. "News of the World" y Wikileaks publican datos y documentos obtenidos pinchando el teléfono de una niña secuestrada o pirateando una base de datos de soldados en Afganistán o en Irak.
Uno y otro, aparentemente en las antípodas, juegan frívolamente con los sentimientos y con la vida de personas concretas. Lo hacen por dinero, para promocionarse o para salvar a la humanidad, ignorando la nimiedad de que el fin nunca justifica los medios.
Pero mientras Assange es admirado, aplaudido o, cuando menos, comprendido por la prensa socialdemócrata, que es mayoritaria en el mercado, Murdoch es demonizado, despreciado y, incluso, amenazado con la destrucción de su imperio mediático.
¿Por qué esta diferencia de trato?
Pues porque Assange es considerado un progre y Murdoch un facha. Así de fácil. No hace falta ninguna tesis doctoral, ni ningún informe sobre la información, para saberlo.
Tanto da que, al contrario que Assange, Murdoch no haya construido su imperio mediático en base a sus convicciones políticas o ideológicas, sean las que fueren, sino fundamentalmente con criterios económicos, como lo evidencia la diversidad de sus empresas mediáticas. Del sensacionalista "News of the world" al prestigioso canal televisivo "National Geographic", pasando por la producción de la provocadora familia Simpson, Murdoch no se dedica a vender sólo valores "reaccionarios" sino todo aquello que hace dinero, sea del color que sea, sea sublime o basura.
En Italia, donde todo el mundo clama con razón contra el casi absoluto control mediático de Berlusconi, Murdoch posee Sky, un canal que intenta hacer de contrapeso a las posiciones conservadoras del Cavaliere. Mientras que, por el contrario, en Estados Unidos Murdoch dispone de un canal conservador o republicano, como es la FOX, que hace de contrapeso a las cadenas liberales tradicionales y la CNN en particular, casi todas ellas proclives a los demócratas. Es decir, una apuesta en función del nicho de mercado, de los beneficios y no de la doctrina.
Y eso es precisamente lo que molesta a los cruzados de la corrección política y mediàtica. Por eso linchan a Murdoch y entronan a Assange, en una focalitzación hipócrita que no permita ver que son, al fin y al cabo, la misma moneda.
“Ningún poder en la tierra podrá arrancarte lo que has vivido.” Viktor Frankl
Murdoch y Assange, dos caras de la misma moneda
Vía Nihil Obstat. En el original con enlaces.
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