Optimismo y mitos

Algunos están siempre buscando desgracias para anunciar el apocalipsis. Ya sea con cifras inventadas, mintiendo respecto de la pobreza, o describiendo todos los males presentes, pero lo único que sucede es que el mundo cambia, y siempre a mejor.

Para saber algo hay que investigar mucho y aplicar la metodología adecuada, y a pesar de ello el error siempre es posible. Lean lo siguiente:
"Esa famosa isla de plásticos, supuestamente entre la costa estadounidense de Oregón y Hawai, no existe", señala rotundo Carlos Duarte. Es cierto que hay cinco zonas de grandes acumulaciones de residuos plásticos en el océano abierto, que son zonas relativamente aisladas donde la circulación oceánica introduce la contaminación y no la saca, pero no es una isla, ni cinco, explica el oceanógrafo. "La concentración de plásticos allí es de en torno a 200 gramos por kilómetro cuadrado; desde luego no es la isla que tanto se ha aireado", recalca Duarte.
Sólo tecleen isla de plásticos en el océano en Google y verán la basura que sale, y no precisamente por la famosa isla.

El extracto anterior es de un magnífico artículo de Alicia Rivera en El País. En la que resume los hallazgos de la aventura de unos 80 científicos durante los años 2010 y 2001. La expedición Malaespina.