En su excelente entrada de hoy Samuel reflexiona sobre las enormes diferencias interregionales en el desempleo y sobre las causas de la falta de movilidad ante unas diferencias tan enormes dentro de un país con la misma lengua ( Andalucía, 31%, Navarra, 11.7%) . De acuerdo con un interesante trabajo de Jorge De la Roca, un nuevo economista recién salido del horno del CEMFI y de Diego Puga, (¡en el mercado de trabajo, por si alguien lo quiere contratar!) que me acaba de llegar, la respuesta es, por una vez, y sin que sirva de precedente, inequívoca: la causa es el subsidio de desempleo. Leed el párrafo en el que describe sus resultados porque no tiene desperdicio (mi traducción, de la página 12 del papel):
Las personas que no tienen empleo son más propensos a emigrar también. Sin embargo, al controlar por separado para los desempleados que han completado su derecho a las prestaciones por desempleo, encuentro que son estos los que impulsan este efecto. De hecho, los trabajadores que están desempleados, pero con prestaciones por desempleo, no son más propensos a emigrar que los que están empleados. Una vez expiran sus prestaciones de desempleo, sin embargo, la probabilidad de migración se multiplica por nueve. El efecto disuasorio de las prestaciones por desempleo para la movilidad se ha señalado antes a España por Antolín y Bover (1997) (cuyo proxy es la inscripción en la Oficina de Empleo Público de España, INEM) y también para los Estados Unidos por Goss y San Pablo (1990). La enorme magnitud del efecto indica que el diseño actual del seguro de desempleo en España tiene un impacto perjudicial sobre la correspondencia eficaz entre desempleados y vacantes en diferentes sitios. Si las prestaciones mensuales, en lugar de ser casi constantes en el tiempo [NOTA de LG: pasan del 70% al 60% tras 6 meses y permancen en ese nivel] fueran más elevadas inmediatamente después de perder un trabajo y luego disminuyeran gradualmente, los incentivos para la movilidad, y para la búsqueda activa de empleo, podría ser mucho mayores.
Vamos, que, de acuerdo con este estudio, el quedarse en paro no le incentiva a uno mucho a moverse para buscar trabajo. Lo que le incentiva es quedarse sin subsidio. La propuesta de policy, por cierto, coincide con la que hacemos en el “Manifiesto de los 100″ y no supone una bajada del subsidio, sino un cambio de su estructura.