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De por qué la gasolina a partir de aire sólo la utilizarán los coches deportivos de los ecologuais, por César Tomé

Experiencia docet.




Hace unos días el diario británico The Independent lanzaba una exclusiva de la que se han hecho eco muchos otros medios, entre ellos la BBC, y webs ecologistas que tocan de oído, en la que relataba cómo una empresa británica era capaz de fabricar gasolina a partir del aire. También han aparecido automáticamente los conspiranoicos habituales que afirman que las petroleras no lo permitirán nunca, otros que afirman que se están violando leyes fundamentales de la física y aún otros que afirman que el proceso debería hacerse público para evitar su secuestro por las grandes compañías. Ejemplos de todo ello en los comentarios de esta entrada de NeoTeo.

Estamos ante un nuevo ejemplo de empresa en búsqueda de financiación para un producto ecológico, usando tecnologías conocidas, con mucha publicidad, relaciones públicas y atención de los políticos. Pues bien, de entrada, respondamos así de claro:
  1. El proceso fundamental se encuentra en cualquier libro de texto de química
  2. Lo que puede aportar novedad es la selección de la tecnología empleada de entre las disponibles 
  3. No se viola nada
  4. Esto, salvo sorpresa mayúscula, no va a ninguna parte
Pero veamos con algo de detalle el proceso que publica Air Fuel Synthesis en su web:

1. Se introduce aire en una torre donde existe un aerosol de disolución de hidróxido sódico. El dióxido de carbono del aire reacciona con parte del hidróxido sódico para formar carbonato sódico. Esta es una tecnología de captura de dióxido de carbono conocida y más que probada. Stolaroff et al. estimaron en 2008 que el coste de captura de la tonelada de dióxido de carbono, excluyendo la recuperación de la solución y otros costes operativos, era de un mínimo de 53 dólares y podía alcanzar los 127; los costes operativos no incluidos sólo de esta fase son del mismo orden de magnitud. Por tanto, podemos estimar conservadoramente que sólo esta fase cuesta 100 dólares por tonelada de dióxido de carbono capturado.

2. La disolución de hidróxido y carbonato de sodio obtenida en el paso 1 se bombea a una cuba electrolítica en la que se hace pasar una corriente eléctrica. La electricidad provoca la descomposición del carbonato con la liberación de dióxido de carbono. En este paso hay tres consideraciones trascendentes desde el punto de vista industrial. La primera, que se recupere eficientemente la disolución de hidróxido sódico, para ello la limpieza debe ser absoluta y el agua estar libre de iones que puedan precipitar como hidróxidos o carbonatos; segundo, relacionado con la primera consideración, el dióxido de carbono se liberará en forma de gas por lo que la celda debe estar cerrada y con un vacío previo si no queremos contaminaciones del producto; y tercero, esta disolución es muy corrosiva. Estos tres aspectos implican que el mantenimiento y la operación de esta fase son muy complejos, laboriosos y, por tanto, costosos. Es algo que a nivel de laboratorio se puede acometer con cierta facilidad pero que a nivel industrial es una pesadilla. Si añadimos el coste de la electricidad, ya ni te cuento.

3. Opcionalmente se puede instalar un deshumidificador que condense el agua del aire que se pasa por la torre en el paso 1. El agua condensada se pasa a una celda electrolítica donde una molécula muy estable se separa mediante electricidad en sus componentes hidrógeno y oxígeno. El agua se puede obtener de otras fuentes pero debe ser purificada para tener calidad electrolítica. Esta es la fase del proceso más cara energéticamente. Démonos cuenta de que la electrolisis del agua requiere sobrepotenciales para sobrepasar varias barreras de activación, por lo que la necesidad energética es mayor de la que se calcula a partir de la energía de las moléculas de agua. Es un proceso tan caro que es la principal barrera para la obtención de hidrógeno como fuente de energía. Un estudio del Departamento de Energía de los Estados Unidos calculó el objetivo de coste para un kilo de hidrógeno en 2012 en 3,70 dolares; en 2010 era de 5,21.

4. El dióxido de carbono y el hidrógeno se hacen reaccionar para conseguir una mezcla de hidrocarburos, variando las condiciones en función del tipo de combustible que se requiera. Lo que está muy bien y es muy bonito, pero veamos en realidad de qué se trata.

4.1 Convertir la mezcla de dióxido de carbono/hidrógeno en una mezcla de monóxido de carbono/hidrógeno conocida como gas de síntesis. El gas de síntesis es archiconocido por cualquiera que haya estudiado algo de química y mediante el proceso de Fischer-Tropsch, uno de esos que cae seguro en el examen, se obtiene el hidrocarburo líquido que quieras. Esta tecnología se conoce y se usa desde 1925. El problema radica en reducir el estable dióxido de carbono al reactivo monóxido de carbono, que no es algo tan sencillo. Conseguirlo de forma eficiente, igual que mencionábamos antes con el hidrógeno, ya sería un gran logro. Para dar una idea de la importancia y complejidad puede verse este artículo de Technology Review.

4.2 Una alternativa que, al igual que el proceso Fischer-Tropsch, es archiconocida, es hacer reaccionar el gas de síntesis para obtener metanol que se puede usar a su vez para obtener hidrocarburos con la reacción metanol-a-gasolina de Mobil. El problema continúa siendo obtener el monóxido de carbono.

5. Los productos obtenidos no pueden usarse directamente. Deben ser aditivados convenientemente para poder ser usados en los motores actuales.

Sólo con los costes de captura de dióxido de carbono y obtención de hidrógeno, sin nada más (y esa nada es enorme), resulta que el kilo de 2,2,4-trimetilpentano (el estándar de octano de la gasolina) me sale a 7,69 dólares o, lo que es lo mismo, a 5,31 dólares el litro. La compañía lleva invertidos 1,6 millones para obtener 5 litros; pues, mire usted, me lo creo.

Concluyendo:
  1. No existe una síntesis directa de gasolina. Se especula con que se pueda conseguir pero hoy día lo realizan por dos rutas establecidas y muy conocidas: conversión a gas de síntesis y proceso Fischer-Tropsch o síntesis de metanol + proceso Mobil.

  2. Los sistemas de obtención de los productos de partida son críticos debido al nivel de pureza necesario para los reactivos. La tecnología elegida ha sido la electrolisis lo que implica procesos discontinuos, altos costes energéticos y altos costes de mantenimiento y limita las fuentes de materias primas usables.

  3. La economía de todo el proceso depende de la obtención de electricidad a costes muy bajos. Además, la obtención económica de los productos intermedios, como hidrógeno o monóxido de carbono, ya sería un hito suficiente.

  4. El uso de cubas electrolíticas, el tratarse de un proceso por lotes y la necesidad de disponer de agua de una pureza alta, dificulta el escalado y, por tanto, la obtención de economías de escala para una producción masiva. El tamaño de planta eficiente no podrá ser muy grande.

  5. No hay novedad científico-técnica. La noticia es que estén intentando hacerlo con tantas papeletas en contra. Lo máximo que pueden aspirar, salvo el hallazgo de algo revolucionario que en estos momentos no existe, es a fabricar gasolina con la etiqueta “ecológica”, signifique ello lo que signifique, a precios exorbitantes. Sólo millonarios esnobs que quieran disfrutar de deportivos con etiqueta ecológica se me ocurren como posibles clientes.


    Esta entrada es una participación de Experientia docet en la XVIII Edición del Carnaval de Química que alberga XdCiencia.

U.S. fossil fuel production will reach all-time high this year; America’s energy self-sufficiency will be highest since 1990

AEI Ideas.


The chart above shows annual fossil fuel production in the U.S. from 1975 to 2012 based on data from the Department of Energy (here and here).  Fossil fuel production for 2012 is estimated using actual production from January-June.  Following last year’s record setting level of 60.66 quadrillion BTUs of domestically-produced fossil fuels, the U.S. is on pace this year to produce more than 61 quardrillion BTUs of coal, natural gas and crude oil, which will set a new all-time record for fossil fuels produced in the U.S.
America’s record high production of fossil fuels this year is a direct result of the advanced technologies (hydraulic fracturing and horizontal drilling) that have revolutionized drilling for oil and natural gas, and have allowed us to tap into previously inaccessible underground oceans of domestic oil and gas trapped inside shale rock far below the earth’s surface.  Since 2008 when hydraulic fracturing started unlocking shale resources on a large scale in places like North Dakota and Pennsylvania, domestic oil production has increased by 24% and domestic natural gas production by 20.5%.
What are some of the implications of America’s record-high fossil fuel production this year?  One major consequence of the U.S. shale bonanza is that the U.S. will generate a greater share of its own energy this year than in any year since 1991 (see chart below).
Based on data from the Department of Energy currently available through June, it’s estimated that the U.S. will produce 83.3% of the total energy consumed this year.  In contrast, before the shale revolution started to significantly boost domestic production of crude oil and natural gas, America produced only 70.45% of the total energy consumed in 2007.  In 2012, the U.S. will be more energy self-sufficient than in any year since 1990, when 83.7% of energy consumed in the U.S. was produced domestically.
Bottom Line: It’s hard to overestimate the significant beneficial effects of the shale revolution on the U.S. economy over the last five years.  And the timing of the shale gale couldn’t have been better. Just as the financial crisis, housing bust, and mortgage meltdown were starting to cripple the U.S. economy in 2008 during the onset of the Great Recession, the shale revolution and domestic production of oil gas were just taking off in places like North Dakota, Texas and Pennsylvania.  Along with the rush of new shale oil and gas came a rush of shovel-ready jobs, both direct jobs for drilling, and also thousands of indirect jobs to support the shale revolution in industries throughout the supply chain for oil and gas including drilling equipment, fracking sand, steel tubing, transportation, housing, and retail.
The shale revolution has also brought America’s energy self-sufficiency to a 22-year high, and is saving U.S. consumers more than $100 billion per year from lower natural gas costs.  Additionally, carbon-dioxide emissions in the U.S. this year will fall to the lowest level since 1991 as shale gas has increasingly been replacing coal for electricity generation (see relatedCD post).
Robin West, chairman and CEO of PFC Energy, commented earlier this year that “This shale gale is the energy equivalent of the Berlin Wall coming down. This is a big deal.”  The ongoing energy revolution in American that will bring domestic fossil fuel production to a record high this year is perhaps the brightest spot in an otherwise sluggish economy, and gives us one of the best reasons to be bullish about the American economy.  In addition to the huge energy-driven economic stimulus and thousands of new shovel-ready jobs and energy cost savings for consumers, the shale revolution is also contributing to greater energy self-sufficiency and a sharp reduction in CO2 emissions.  That is a big deal.

USA debe estar fatal por Antón Uriarte

CO2.


Veo en el blog Carpe Diemque la producción de petróleo en Estados Unidos va disparatadamente hacia arriba por culpa de las nuevas tecnologías de extracción : fracturación hidráulica de los esquistos y pizarras y perforación horizontal, siguiendo los estratos de interés.

Un horror. Me imagino que allí andan con tanta contaminación de acuíferos que ya no van a tener agua para abrevar  las vacas de los ranchos de Texas y para hacer las hamburguesas de McDonalds.

¿Pero qué digo andar ? Si con tanto terremoto debido al fracking, allí ya no es posible conservar la verticalidad. Por eso no hay peatones.

Será también quizás por esto, que las ventas de coches normales, de los de gasolina, se han vuelto a disparatar hacia arriba. Vuelta a vender más de 14 millones de vehículos al año. Están locos.

Mientras tanto, los acres dedicados al cultivo de berzas, como se ve en la figura que pongo abajo, siguen disminuyendo. Qué falta de fundamento !Qué insustancialidad !




U.S. Cabbage Statistics
Euskal Herria Bildu - EH BILDU reclama al resto de formaciones que aclaren, sin ambigüedades, su posición ante el fracking


España paga a Polonia 40 millones de euros por CO2 por Antón Uriarte

CO2.




La noticia, que transmiten Reuters y Efe, solamente se publica en un periódico de Extremadura (Hoy).

Existe en España una connivencia para no decir nada desagradable sobre el Protocolo de Kioto. Al fin y al cabo fue firmado por el gobierno de Aznar y ensalzado por el gobierno de Zapatero. Aplaudido durante toda la década por el periodismo en general y jaleado por los grupos ecologistas, que han sido claves en España para fomentar el "decrecimiento" de la economía ... ese camino que a Romney, con toda razón, no le gustaría seguir.

En cambio, a pesar de que Polonia es el país europeo que mejor ha sorteado la crisis y que proporcionalmente más carbón usa en la producción de electricidad (el 90 %), el Protocolo de Kioto le ha resultado un gran negocio. En una hábil negociación (lo que le faltó al trío ecologista Aznar, Rajoy y Matas, en el gobierno español cuando se ratificó) obtuvo el permiso de emitir más CO2 de lo que necesitaba y de poder vender lo que le sobraba. Uno de sus principales clientes ha sido España, cuyos gobiernos se han gastado ya la "broma", —expresión irónica del ministro Arias Cañete en el Congreso—, de unos 800 millones de euros en comprar a otros gobiernos derechos de emisión de CO2.

Un escándalo silenciado por todos.


España compra a Polonia derechos de emisión de CO2 por 40 millones de euros. hoy.es
Arias Cañete defiende que la reforma energética lucha contra el cambio climático


La NO reforma del sector eléctrico por Natalia Fabra y Gerard Llobet

Nada es gratis.


El pasado 14 de Septiembre el Gobierno aprobó un Anteproyecto de Ley con el que pretende atajar el déficit de tarifa en el sector eléctrico. El Anteproyecto lleva el curioso nombre de “Ley de medidas fiscales en materia medioambiental y sostenibilidad energética”– curioso, porque el Anteproyecto no tiene nada ni de lo uno ni de lo otro, sino más bien de todo lo contrario. La pretensión del gobierno de atajar el déficit de tarifa por la vía impositiva – y no con uno, sino nada menos que con seis impuestos- prescinde del diagnóstico del origen del problema y hace recaer la mayor parte del coste de las medidas sobre quienes menos culpa tienen: los consumidores.
El mercado eléctrico para principiantes
El mercado eléctrico tiene importantes barreras a la entrada, y no sólo para las empresas que quieran instalarse en él, sino también para quienes queremos comprender la complejidad que se esconde detrás de cada MWh. Esta complejidad – que es tecnológica, económica, jurídica e institucional- explica, por ejemplo, el porqué en este blog pocas veces hayamos tratado los asuntos eléctricos. Recurriendo a principios económicos básicos, en esta entrada pretendemos explicar cuáles serán las consecuencias de esta NO reforma.
El siguiente gráfico nos ayudará a comprender los efectos de las medidas fiscales aprobadas por el Gobierno. El gráfico representa, por una parte, la curva de demanda eléctrica, que es poco sensible al precio; y por otro, los costes de producir electricidad a través de dos tipos de tecnologías, una con un coste marginal bajo (la tecnología A) y otra con un coste marginal alto (la tecnología B). La tecnología A representa, por ejemplo, las plantas nucleares o hidroeléctricas, mientras que la tecnología B representa las plantas de carbón o las de ciclo combinado (que consumen gas natural).
Pare simplificar la discusión, supondremos que las empresas ofertan su producción de forma competitiva, es decir, a precios iguales a su coste marginal de producción. Esto implica que el precio de mercado, cuando se necesiten ambas tecnologías, es igual al coste marginal de la tecnología más cara, la tecnología B. La conclusión importante para el análisis que nos ocupa es que incrementos en el coste de la tecnología B se trasladarán totalmente a incrementos en los precios de mercado, mientras que incrementos en el coste de la tecnología A no tendrán efecto alguno sobre el precio (siempre y cuando siga siendo más barata, claro). Los impuestos anunciados por el Gobierno deben entenderse en términos de estos dos efectos diferenciados.
Las medidas fiscales y sus efectos
El Anteproyecto contiene varios impuestos de distinta naturaleza, que pueden resumirse así:
  • Impuesto general del 6% sobre la facturación de la energía eléctrica, aplica a todas las tecnologías.
  • Impuestos sobre el consumo de combustible fósiles para la generación eléctrica (gas, carbón y fuel-oil).
  • Impuestos sobre la producción en centrales nucleares.
  • Canon del 22% sobre la facturación de las plantas hidroeléctricas.
Empecemos analizando los efectos de estos impuestos sobre el precio de la electricidad. Recurriendo a nuestro ejemplo, el precio de mercado lo fijan las tecnologías tipo B, cuyos costes aumentan por efecto del impuesto general del 6% y por efecto de los impuestos sobre los combustibles fósiles. Estos impuestos se trasladarán en su práctica totalidad al precio, lo que en órdenes de magnitud puede suponer incrementos de 8.5 € por megavatio-hora (MWh) en el precio del mercado eléctrico (3.5€/MWh se deben al impuesto del 6%, y 5€/MWh al impuesto sobre los combustibles fósiles).  Las consecuencias del aumento de precios de la electricidad no serán despreciables: para los consumidores domésticos, la tarifa eléctrica puede subir del orden de un 5%, mientras que para los industriales, los incrementos pueden situarse en el entorno del 10%-15%.
Los mercados han comprendido esto inmediatamente, como puede apreciarse aquí. Entre junio de 2011 y junio de 2012, los precios de los futuros de electricidad fueron, en promedio, un 2.8% más baratos en España que en Alemania. Cuando en junio empezaron a correr rumores sobre las medidas de fiscalidad energética que preparaba el gobierno, el diferencial se disparó, y los precios de los futuros en España pasaron a ser un 6.3% más caros que en Alemania. Pues bien, desde la aprobación del Anteproyecto el 14 de Septiembre de 2012, el diferencial de precios entre España y Alemania ha aumentado al 13.4%.
El efecto sobre las cuentas de resultados de las empresas será muy desigual, dependiendo de sumix energético. Veamos cuál es el efecto para cada una de las tecnologías:
  • Centrales de ciclo combinado, carbón, o fueloil: Como son tecnologías tipo B, trasladarán el incremento en sus costes al precio. Por tanto, los impuestos tendrán sobre ellas un efecto prácticamente neutro: lo que por una parte pagan en forma de impuestos, lo recuperan por otra vía el aumento de precios.
  • Centrales nucleares: Como son tecnologías tipo A, se beneficiarán del incremento de precios (originado en las tecnologías de tipo B), pero pagarán el impuesto general y los impuestos específicos. En órdenes de magnitud, ambos efectos serán parecidos, por lo que el efecto de las medidas fiscales sobre las centrales nucleares será prácticamente neutro, pudiendo incluso verse beneficiadas en unos 30-40 millones de euros (M€) al año.
  • Centrales hidroeléctricas. Al igual que las centrales nucleares, las centrales hidroeléctricas se beneficiarán del incremento de precios, pero pagarán el impuesto general y el canon específico. El efecto neto puede suponer una disminución del margen de 8.2€/MWh (que se descompone en un incremento del precio de 5€/MWh por el impuesto a los combustibles fósiles y un incremento de los costes de 13.2€/MWh por el canon, dado que el impuesto general del 6% se compensará con el incremento del precio). Sobre la producción de una año de pluviosidad media, el coste neto sobre la producción hidráulica será de unos 200 M€/año.
  • Energías renovables y cogeneración: Algunas energías renovables reciben tarifas fijas, que no varían con los precios de mercado (p.e. la energía solar fotovoltaica) y otras ven complementadas sus primas con los precios de mercado (p.e. energía eólica, energía solar térmica, etc.). El impuesto general del 6% deberá ser asumido íntegramente sobre las primeras, al no poder repercutir el aumento de costes en el precio. Sobre las segundas, el impacto dependerá de lo que represente el precio de mercado en su retribución total. Así, mientras que el impacto de las medidas fiscales sobre la eólica puede ser incluso positivo, el impacto sobre la energía solar térmica puede ser muy negativo (porque además, a las medidas fiscales, se suma una modificación de la Ley del Sector Eléctrico del 1997 que elimina las primas, con carácter retroactivo, para el 15% de su producción, que podían generar con gas.) El efecto neto sobre renovables y cogeneración puede alcanzar los 700M€.
¿Cómo se reparten los costes de las medidas fiscales?
De forma muy desigual. Los grandes perdedores son los consumidores (tanto particulares como empresas, que verán su competitividad mermada) a quienes la NO reforma les podría costar más de 2.000 M€ al año y eso que, según Eurostat, los consumidores ya han sufrido aumentos del más del 70% en los precios de la electricidad durante los últimos seis años. El segundo puesto del ranking de grandes perdedores lo ocupan las renovables, dado que el coste de estas medidas se une a la moratoria sobre estas tecnologías que el gobierno ya aprobó en enero y la disminución, de forma retroactiva, de la retribución de algunas de ellas que se aprobó en la legislatura anterior. El coste reputacional de cara a futuras inversiones puede ser significativo.
A modo de conclusión
En su Evaluación del programa nacional de reforma y del programa de estabilidad de España para 2012, la Comisión Europea ponía de manifiesto que “una competencia insuficiente en el sector energético ha contribuido, al menos en parte, a la constitución del déficit tarifario al favorecer una compensación excesiva de algunas infraestructuras, tales como centrales nucleares y grandes centrales hidroeléctricas, ya amortizadas.” O dicho en palabras de nuestro ejemplo, la auténtica razón del déficit tarifario es la sobre-retribución que perciben las tecnologías A al amparo de los costes de las tecnologías B. ¿Qué queda de las recomendaciones de la CE? Parece que solo un título curioso de un Anteproyecto que hace lo que no dice, y que no hace nada de lo que verdaderamente toca.
¿Cómo deshacer este desaguisado? Para empezar, habría que eliminar cuatro de los seis impuestos propuestos – el impuesto general del 6% y los impuestos sobre los combustibles fósiles,- incrementando los dos restantes – impuestos sobre nucleares e hidroeléctricas. Evitaríamos así la inflación de precios de la electricidad y sus efectos colaterales, mitigaríamos el ataque a las renovables, y haríamos recaer el coste sobre las verdaderas causantes del déficit tarifario. Sólo entonces podríamos empezar a hablar de sostenibilidad energética y medioambiental…

Fracking en Europa por Antón Uriarte

CO2



Cuencas de gas de esquisto en Europa 

Con más pena que gloria celebraron los ecologistas el pasado sábado el "Día Mundial contra el Fracking", o algo así. En España, sus cinco grandes organizaciones –Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF España– difundieron un comunicado con el que querían "dejar clara su oposición a esta dañina técnica extractiva". Según ellos, "esta extracción puede provocar graves daños al medio ambiente y la salud. Así lo demuestra la experiencia en Estados Unidos, el lugar donde en la última década se han puesto en marcha más explotaciones de fracking, generando graves problemas para el agua, el aire y la salud de las personas"

En Estados Unidos hay en estos momentos en funcionamiento nada menos que unos 45.000 pozos. El aumento de la producción de gas ha sido espectacular. El precio del gas es ahora tres o cuatro veces inferior. Incluso el problema para algunas empresas extractivas es su bajo precio. Ha habido una gran creación de empleos en toda la industria que atiende las operaciones de extracción. Por ejemplo, en el de aceros y tuberías. He dedicado muchos posts a contarlo y en el blog Carpe Diem encontrarán ustedes cantidad de datos y de gráficas que lo corroboran. La economía de Estados Unidos, en contra de lo que la prensa aquí tiende a expresar, está saliendo con fuerza de la recesión. En realidad, ha salido ya, y la revolución del fracking y el optimismo que emana han sido y son factores muy importantes.

Aquí, en Europa, y en concreto en mi aldea vasca, es otra historia (lean el último link)

Global Fracking Protests Planned Around The World By GlobalFrackdown Campaign
European worries: Sorting frack from fiction | The Economist
Ohio Steel Mills Expand to Meet Demand in Energy and Auto Industries - NYTimes.com
Día Global contra el “fracking”: Las organizaciones ecologistas se oponen con rotundidad a la fractura hidráulica | SEO/BirdLife
Plataforma Fracking EZ Araba


Petróleo en Dakota por Antón Uriarte

CO2.




El muy afortunado y muy demócrata alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, fundador y propietario de la cadena de información que lleva su nombre, escribió hace un mes un artículo en el Washington Post declarándose abiertamente a favor de la fracturación hidráulica para la obtención de petróleo y gas ("Fracking is too important to foul up"). Qué importa que hasta hace muy poco él y su empresa de comunicación hubieran tildado al "shale gas" de burbuja económica y echado pestes en su contra (U.S. Shale Bubble Inflates After Near-Record Prices for Untested Fields). En parte del subsuelo del estado de Nueva York existe una rica formación geológica en gas de esquisto, Marcellus, y Nueva York lo necesita.

Hoy leo en las noticias de Bloomberg que en la formación Bakken, en el pequeño estado de Dakota del Norte, se han sobrepasado ya los 600.000 barriles de producción diaria, casi el doble de lo que se extraía allí hace un año. Por comparar, esa producción de 600.000 barriles diarios equivale al consumo de Bélgica (véase una lista por países del consumo de petróleo, en barriles/día, aquí).

Existen en explotación en Estados Unidos diversos campos de explotación de esquistos que han hecho que vaya hacia arriba tanto la producción de gas como la de petróleo. Suerte para el gobierno de Obama, que no ha movido un dedo para que así sucediera, antes bien lo contrario* Las formaciones geológicas más conocidas vienen citadas con su nombre en el mapa. Aparte de Bakken y Marcellus, las más importantes son la de Barnett y la de Eagle Ford al sur, cuya prolongación bajo el subsuelo de México todavía no ha entrado en explotación.

Más retraso lleva Europa, que con la excepción polaca y alguna más, sigue en actitud de verlas venir.

*  Romney va quince puntos por delante en las encuestas de Dakota del Norte


North Dakota’s Bakken Oil Output Passes 600,000 Barrels a Day
Mexico Aims To Tap World’s Fourth Largest Shale Gas Reserves


A Fracking Good Story by Bjørn Lomborg

Project Syndicate.

PRAGUE – Weather conditions around the world this summer have provided ample fodder for the global warming debate. Droughts and heat waves are a harbinger of our future, carbon cuts are needed now more than ever, and yet meaningful policies have not been enacted.
This illustration is by Tim Brinton and comes from <a href="http://www.newsart.com">NewsArt.com</a>, and is the property of the NewsArt organization and of its artist. Reproducing this image is a violation of copyright law.
Illustration by Tim Brinton

CommentsBut, beyond this well-trodden battlefield, something amazing has happened: Carbon-dioxide emissions in the United States have dropped to their lowest level in 20 years. Estimating on the basis of data from the US Energy Information Agency (EIA) from the first five months of 2012, this year’s expected CO2 emissions have declined by more than 800 million tons, or 14%, from their peak in 2007.
CommentsThe cause is an unprecedented switch to natural gas, which emits 45% less carbon per energy unit. The US used to generate about half its electricity from coal, and roughly 20% from gas. Over the past five years, those numbers have changed, first slowly and now dramatically: in April of this year, coal’s share in power generation plummeted to just 32%, on par with gas.
CommentsAmerica’s rapid switch to natural gas is the result of three decades of technological innovation, particularly the development of hydraulic fracturing, or “fracking,” which has opened up large new resources of previously inaccessible shale gas. Despite some legitimate concerns about safety, it is hard to overstate the overwhelming benefits.
CommentsFor starters, fracking has caused gas prices to drop dramatically. Adjusted for inflation, gas has not been this cheap for the past 35 years, with the price this year 3-5 times lower than it was in the mid-2000’s. And, while a flagging economy may explain a small portion of the drop in US carbon emissions, the EIA emphasizes that the major explanation is natural gas.
CommentsThe reduction is even more impressive when one considers that 57 million additional energy consumers were added to the US population over the past two decades. Indeed, US carbon emissions have dropped some 20% per capita, and are now at their lowest level since Dwight D. Eisenhower left the White House in 1961.
CommentsDavid Victor, an energy expert at the University of California, San Diego, estimates that the shift from coal to natural gas has reduced US emissions by 400-500 megatonnes (Mt) of CO2 per year. To put that number in perspective, it is about twice the total effect of the Kyoto Protocol on carbon emissions in the rest of the world, including the European Union.
CommentsIt is tempting to believe that renewable energy sources are responsible for emissions reductions, but the numbers clearly say otherwise. Accounting for a reduction of 50 Mt of CO2 per year, America’s 30,000 wind turbines reduce emissions by just one-tenth the amount that natural gas does. Biofuels reduce emissions by only ten Mt, and solar panels by a paltry three Mt.
This flies in the face of conventional thinking, which continues to claim that mandating carbon reductions – through cap-and-trade or a carbon tax – is the only way to combat climate change.
CommentsBut, based on Europe’s experience, such policies are precisely thewrong way to address global warming. Since 1990, the EU has heavily subsidized solar and wind energy at a cost of more than $20 billion annually. Yet its per capitaCO2 emissions have fallen by less than half of the reduction achieved in the US – even in percentage terms, the US is now doing better.
CommentsBecause of broad European skepticism about fracking, there is no gas miracle in the EU, while the abundance of heavily subsidized renewables has caused over-achievement of the CO2 target. Along with the closure of German nuclear power stations, this has led, ironically, to a resurgence of coal.
CommentsWell-meaning US politicians have likewise shown how not to tackle global warming with subsidies and tax breaks. The relatively small reduction in emissions achieved through wind power costs more than $3.3 billion annually, and far smaller reductions from ethanol (biofuels) and solar panels cost at least $8.5 and $3 billion annually.
CommentsEstimates suggest that using carbon taxes to achieve a further 330 Mt CO2 reduction in the EU would cost $250 billion per year. Meanwhile, the fracking bonanza in the US not only delivers a much greater reduction for free, but also creates long-term social benefits through lower energy costs.
CommentsThe amazing truth is that fracking has succeeded where Kyoto and carbon taxes have failed. As shown in a study by the Breakthrough Institute, fracking was built on substantial government investment in technological innovation for three decades.
CommentsClimate economists repeatedly have pointed out that such energy innovation is the most effective climate solution, because it is the surest way to drive the price of future green energy sources below that of fossil fuels. By contrast, subsidizing current, ineffective solar power or ethanol mostly wastes money while benefiting special interests.
CommentsFracking is not a panacea, but it really is by far this decade’s best green-energy option.

Frente al poder del gas ruso por Antón Uriarte

CO2.



Exportaciones de Gazprom a Europa en 2011 (miles de millones de metros cúbicos, bcm)

Gazprom, la principal fuerza económica del zar Putin, domina el suministro de gas de muchos países europeos, que en su conjunto alcanza el 25 % y el 100 % en casos como Finlandia.

Ucrania, seguida de Alemania, es la nación que más gas ruso compra. Para disminuir la dependencia de ese gas extranjero que  calienta sus gélidos inviernos, el actual gobierno ucraniano, a pesar de no llevarse mal con el ruso, decidió la semana pasada reconvertir varias centrales térmicas de gas por otras de carbón propio, un recurso que abunda en su territorio. Una medida que será pataleada por el elitismo ecologista europeo porque implica aumentar considerablemente sus emisiones de CO2. La pataleta será doble porque además la tecnología utilizada para gasificar el carbón será china.

Mientras tanto, en el otro lado de Europa, el presidente de Francia, François Hollande, ratificó enfáticamente la semana pasada la prohibición de explorar en busca de gas de esquisto por los peligros que se le suponen a la fracturación hidráulica ("fracking") que tan excelentes resultados está dando en América. Menos mal que el nuevo gobierno de David Cameron, en Gran Bretaña, nombrado un nuevo ministro de Medio Ambiente, se dispone a dar un giro ideológico y a comenzar a explotar el "shale gas" siguiendo el buen ejemplo de sus primos estadounidenses.


Gazprom 2011
El gas vuelve a enfrentar a Rusia y a la UE | Economía | EL PAÍS
Azarov: Ukraine will save $1.2 billion per year with coal projects
Kiev Ukraine News Blog
Ukraine eyes Chinese coal gasification technology CCTV News - CNTV English


Querida y cara electricidad por Antón Uriarte

CO2.


Los parques eólicos erigidos durante la era de las burbujas en los campos de España se vieron acompañados de la construcción de centrales de gas de ciclo combinado ... (que se encienden rápidamente cuando no hay viento y nos evitan tener que soplar, como en el chiste).

Esta estrategia duplicó las inversiones y provocó un exceso de oferta eléctrica, lo que acabó resultando en que la potencia instalada en España sea hoy muy superior a la necesaria. El gran impulso a las energías renovables, sin embargo, se basó en una presunta escasez y en presentar a las tradicionales —los combustibles fósiles— como energías agotables. Las inversiones fueron enormes. En cada viaje por carretera uno se cruzaba con camiones que transportaban en piezas aerogeneradores gigantes listos para ser instalados. Según un informe triunfal de la Junta de Castilla-La Mancha, publicado por el gobierno socialista una semana antes de irse, las inversiones en energía eólica durante el glorioso lustro 2003-2007 superaron los 11.000 millones de euros en España y en Castilla-La Mancha los  2.500 millones, el 23 % del total.

Los combustibles fósiles, sin embargo, no se agotaron y sus precios no subieron demasiado. Esto llevó al gobierno, basándose en las directrices de Bruselas, a seguir una política económica de apoyo a las renovables frente a las demás, presentándolas como el mejor freno al supuestamente sucio y nocivo dióxido de carbono.

La política de Zapatero se prolonga hoy con Rajoy, que hace lo posible para que no se desplome el tinglado montado de ecología y de prebendas de unos y otros. El resultado es una electricidad cara y que va a más. No sólo para los hogares, también para las industrias. La electricidad industrial en España es la séptima más cara de Europa. A este paso alcanzaremos el de las que lo tienen más alto, el de las islas de Chipre y Malta.


File:Electricity prices for industrial consumers, 2011s2 (EUR per kWh).png - Statistics Explained

Los 'windfall profits' no existen por Manuel Fernández Ordóñez

Libertad Digital.


Ya hemos comentado muchas veces en esta columna cómo funciona el mercado mayorista de electricidad en España, pero ha de reconocerse que no es cosa baladí ni trivial. Esa complejidad resulta ser un terreno especialmente abonado para la cosecha de intereses creados y teorías falaces que no aguantan un mínimo análisis. El de los windfall profits es otro de esos argumentos falsos que suelen utilizar los que abogan por la intervención total del mercado eléctrico y la expropiación de ganancias legítimas a ciertas tecnologías de producción.
Hay muchos grupos de presión, desde empresas privadas hasta grupos ecologistas, que esgrimen que las centrales nucleares e hidráulicas tienen beneficios "caídos del cielo", eso es lo que significa windfall profits. ¿Y por qué dicen esto? Pues, fundamentalmente, porque no entienden cómo funciona el mercado eléctrico ni la forma de ofertar de las distintas tecnologías en el mismo. La cosa, sin embargo, no es tan complicada. Imagine que cultiva usted patatas y, tras la cosecha, acude a un mercado donde tiene lugar una subasta en la que distintos agricultores venden las patatas. El funcionamiento de este mercado es tal que, independientemente del precio al que usted oferte sus patatas, siempre recibirá el mismo importe por ellas: el precio del último kilogramo de patatas que se venda. Si usted ha ofertado por debajo de ese precio, venderá sus patatas. Si ha ofertado por encima de ese precio, no las venderá y se volverá a casa con las patatas.
Imagine ahora que usted no quiere volver a casa con sus patatas y quiere estar totalmente seguro de que las va a vender, por ejemplo porque el camión del transporte de vuelta es muy caro. ¿A qué precio las ofertaría? La cosa está clara: las ofertaría a cero euros, las ofertaría gratis. De este modo es seguro que las vende y, teniendo en cuenta el funcionamiento del mercado, usted recibirá por sus patatas el precio de las últimas que se hayan vendido. Ahora bien, y aquí está el matiz clave, el que usted oferte sus patatas a cero no significa que le cueste cero producirlas. La producción le cuesta una cantidad significativa de dinero, pero las oferta gratis porque su coste de oportunidad es muy bajo. Esto quiere decir que, una vez que las patatas han sido cosechadas, o las vende o las tendrá que tirar. Y es mejor venderlas, aunque el precio obtenido sea muy bajo, ya que al menos recuperará algo de su inversión.
Y aquí viene la trampa. Como usted oferta las patatas a cero, algunos interesados dirán que usted produce las patatas casi gratis, que sus costes de producción son muy pequeños y que, por tanto, cuando a usted le pagan las patatas al precio marginal está recibiendo beneficios exorbitantes, beneficios inmerecidos, beneficios caídos del cielo, windfall profits. Pero todo es mentira. Usted no tiene unos costes de producción bajos, usted lo que tiene son unos costes de oportunidad bajos, que no es ni parecido. Usted lo que quiere es deshacerse de las patatas como sea y les baja el precio todo lo posible.
En el mercado eléctrico sucede lo mismo. Una central nuclear, por ejemplo, tiene un coste de oportunidad muy bajo porque sus costes de combustible son pequeños. Una central de gas, en cambio, tiene unos costes de oportunidad muy altos porque el precio del gas puede alcanzar el 70% del coste de operación de la central. Si el gas está muy caro, la central puede preferir no arrancar. A una nuclear, en cambio, siempre le merece la pena estar arrancada porque el coste del combustible no llega al 5% del total. Por eso las nucleares y las hidráulicas ofertan a cero, porque sus costes de oportunidad son muy bajos, no porque sus costes de producción lo sean. De hecho, en una central nuclear hay otros costes que son muy elevados, como la inversión en seguridad y equipos o la amortización del capital. Es decir, el coste total de producir electricidad con una central nuclear dista mucho de ser cero (de hecho es bastante cercano al del carbón).
¿Y si el mercado fuera diferente? ¿Y si a cada tecnología se le pagara el precio al que ha ofertado? Esto significaría cambiar un mercado marginalista por un mercado pay-as-bid. De acuerdo, aceptamos la moción, hagámoslo. ¿Qué pasaría entonces? Es muy sencillo ¿Qué hacen todos ustedes cuando quieren vender un piso, un coche o una cámara fotográfica de segunda mano? Miran a ver cómo está el mercado, estudian los anuncios en internet e intentan estimar un precio por el cual alguien en el mercado estaría dispuesto a comprar su casa o su coche. Es decir, intentan adivinar cuál es el precio marginal del mercado de casas, coches o cámaras.
En el mercado eléctrico pasaría exactamente lo mismo. Todas las centrales tratarían de adivinar a cuánto se iba a vender ese día el kWh marginal y todos tratarían de ofertar un poquito por debajo de ese precio. Es decir, las centrales nucleares ya no ofertarían a cero sino a un margen por debajo de lo que ellas creyeran que fuera a ser el precio marginal de ese día. Pues bien, la teoría económica nos dice que si hacemos esto, el precio resultante será prácticamente idéntico al de un mercado marginalista. Si cambiamos de modelo de mercado, el precio será el mismo. Por tanto, los windfall profits no existen ni son un artificio del mercado eléctrico para robarnos el dinero. Esto es tan cierto, de hecho, que hoy mismo los propietarios de la central nuclear de Santa María de Garoña han emitido un comunicado en el que renuncian a continuar con la explotación de la misma porque dejará de ser rentable si el Gobierno aprueba la subida de impuestos a las nucleares. ¿Dónde están los windfall profitssi la central dará pérdidas?
El mercado mayorista español de electricidad tiene como resultado uno de los kWh más baratos de Europa. En los cinco primeros meses de este año el mercado arrojó un precio de 48€ cada MWh mientras en nuestras casas lo estábamos pagando, con todo incluido, a más de 200€. ¿De dónde proviene la diferencia? El origen del drama eléctrico español no está en el mercado, no se equivoquen de sitio a la hora de hacer la caza de brujas.

CO2 asiático por Antón Uriarte

CO2.




El despegue económico de Asia en los últimos veinte años, especialmente en China, ha venido acompañado por un incremento importante de las emisiones de CO2. En los mapas de arriba se representa simbólicamente el volumen de emisiones de los países, en 2010 arriba y en 1990 abajo.

La expansión de las burbujas de CO2 en China e India, tal y como ocurrió anteriormente en Europa y en Estados Unidos,  ha sido y es debida en su mayor parte a la utilización del carbón como fuente barata y competitiva en la producción de electricidad.

El proceso continúa con aspavientos mediáticos y políticos en Estados Unidos y sobre todo en Europa, a pesar de que empresas como la francesa Alstom son las principales ejecutoras de los proyectos de las nuevas turbinas. Se estima que globalmente la capacidad de las centrales térmicas de carbón aumentará un 35 % en los próximos 10 años, de 1.759.000 MW en 2010 a 2.384.000 MW en 2020.


En el año 2011 China emitió el 29 % del CO2, Estados Unidos el 16 %, la UE el 11 %, India el 6 %, Rusia el 5 % y Japón el 4 %.


Coal-fired Power Plants Capacity To Grow By 35 Per Cent In Next 10 Years - Engineer Live, For Engineers, By Engineers

Alstom wins contract for supercritical coal-fired boilers project in India

Global CO2 emissions rise 3 pct in 2011: report | Reuters


Física para futuros presidentes. Richard Muller. 2008

por Manuel Álvarez López.

He leído el libro con la intención de entender los fundamentos científicos de los temas propuestos por el autor, y el resultado ha sido muy satisfactorio. Lo incluyo entre mis libros.

Aunque el libro no tiene el mismo planteamiento que el de Matt Ridley, El optimista racional, tienen muchos puntos en común y el resultado es similar. Una explicación racional y científica de las cosas que suceden o han sucedido en el mundo.


El libro se divide en cinco grandes bloques: Terrorismo, Energía, Nucleares, El espacio y El calentamiento global. El autor va relacionando todos estos temas con la ciencia, en particular con la física, de una manera simple y sin ningún tipo de aparato matemático, aunque hay algún desarrollo sencillo incluido en las notas. El resultado es un libro muy fácil de entender y que aclara muchos temas de los cuales se suelen tener ideas erróneas.

La manera en la que el autor discute los temas me agrada especialmente, no pontifica, y trata de exponer, cuando es posible, distintos puntos de vista, para finalmente dar la respuesta correcta, cuando existe.

"El problema de la mayoría de la gente no es la ignorancia, sino el conocimiento de muchas cosas que no son ciertas". El autor trata de que el futuro presidente desaprenda  "todo aquello que damos por cierto y no lo es". (P. 12).

En el capítulo dedicado al terrorismo explica el porqué de la utilización de los aviones en los atentados del 11-S, escribiendo que: "En lugar de lanzar bombas de TNT, que malgastan la capacidad de carga del avión, es mejor transportar y lanzar gasolina, que tiene quince veces más poder explosivo por tonelada". (P. 19).

La causa del "desmoronamiento de los edificios del World Trade Center no fue una explosión, ni tampoco el impacto de los aviones. Fue el fuego". Algo evidente para cualquier persona con un mínimo de sentido común y conocimientos técnicos. (P. 30).

En caso del terrorismo nuclear las consecuencias no serían tan catastróficas como muchos creen. Por ejemplo, "el radio de una explosión de un kilotón es de unos ciento treinta y cinco metros". (P. 34). Aclarando que "el mayor peligro de las armas radiológicas es el pánico desproporcionado y la reacción exagerada que provocarían. Una bomba sucia no es, en realidad, un arma de destrucción masiva, pero puede llegar a ser un arma de conmoción masiva". (P . 41). Este último comentario me lleva al magnífico libro de Arcadi Espada, El terrorismo y sus etiquetas, donde el autor escribe sobre la relación entre prensa y terrorismo.

El problema del ántrax es que "la mayor parte de los métodos de dispersión son de una ineficacia supina". (P. 57). Por lo tanto no es un buen sistema para los terroristas.

Lo mejor del libro son la cantidad de datos que da. Algunos ejemplos:

Sobre la energía (P. 67):

- La gasolina proporciona 15 veces más energía que la misma cantidad de TNT.
- A igualdad de energía producida, el carbón es 15 veces más barato que la gasolina.
- Dos kilómetros y medio cuadrados de luz solar a mediodía podrían generar un gigavatio de electricidad: lo mismo que una central nuclear, eléctrica o de carbón de gran tamaño.
- A igualdad de peso, la gasolina contiene mil veces más energía que las pilas convencionales -de linterna, radio, etc.-, y cien veces más que las baterías de ordenador.
- El hidrógeno líquido, el combustible fundamental de una futura 'economía de hidrógeno', produce 4,5 veces menos energía por litro de gasolina.
- La energía procedente de baterías no recargables es una diez mil  veces más cara que la procedente de la red eléctrica.

Sobre "el consumo estadounidense de combustible" (Pp. 76-77):

- El 28% para transporte (gasolina y queroseno).
- El 40% para generar electricidad.
- El 20% para calefacción (gas natural, carbón).
- El 32% para industria.

"Estas cifras totalizan más de un 100% porque se solapan; por ejemplo, parte de la electricidad se usa con fines industriales".

Sobre la "procedencia de la energía consumida en Estados Unidos" (P. 77):

- Un 29% procede del petróleo importado.
- Un 11% del petróleo propio.
- Un 24% del carbón.
- Un 19% del gas natural (metano).
- Un 8% de la energía nuclear.
- Un 8% de otras fuentes (solar, hidroeléctrica, eólica, biomasa, geotérmica).

Sobre "el coste por kilovatio-hora de varias fuentes de energía (sin incluir el coste de la central ni del tendido que suministra la electricidad) (P. 78):

- Carbón: 0,4 - 0,8 centavos (40-80 $ por tonelada).
- Gas natural: 3,4 centavos (35 $ por cien mil metros cúbicos).
- Gasolina: 11 centavos ( 1$ por litro).
- Batería de coche: 21 centavos (50 $ por una batería nueva).
- Batería de ordenador: 4 $ (100 $ por una batería nueva).
- Pila AAA: 1 000 $ (1,50 $ por batería).

Todo lo anterior influye en el desarrollo de los países, por ejemplo, "los automóviles se diseñaron en una época en que el petróleo era barato y nos acostumbramos a usarlos como si el precio de la gasolina no fuese a subir nunca. En los países donde el carburante es caro -como en Europa-, hay más medios de transporte público". (P. 79).

El libro da números gordos para tener un conocimiento simple de distintos temas. Por ejemplo, "la potencia  de la luz solar al incidir en la superficie de la tierra es aproximadamente de" (P. 83):

- 1 kilovatio por metro cuadrado.
- 1 caballo de potencia por metro cuadrado.
- 1 gigavatio por kilómetro cuadrado.

El problema actual de la energía solar es el porcentaje de aprovechamiento de esa potencia y su "verdadero potencial reside en un abaratamiento sustancial de las placas". (P. 85).

En el apartado dedicado a la energía solar, como no podía ser de otra manera, España tiene un hueco. El gran problema de este tipo de energía es el coste. Como ejemplo, "La electricidad generada por la central, central de energía solar en Sanlúcar la Mayor, cuesta unos 20 céntimos de euro por kilovatio-hora (frente a los 7 céntimos que cuesta la generada por combustibles fósiles). Esta central tan poco económica fue posible gracias al Real Decreto 436 del año 2004 que promulgó el Gobierno español para subvencionar la operación y satisfacer los requisitos del Prtocolo de Kioto sobre emisiones de CO2. [...] También se esperaba que la propia construcción de la central terminase revelando alguna fórmula de ahorro". (P. 88).

El autor escribe sobre la cota máxima de producción del petróleo, aunque hay gente como Daniel Yergin que discuten eso. (P. 93).

Sin duda la mayor competencia para el petróleo es el carbón, porque "es barato y -por desgracia para la OPEP- abundante en los países que más energía necesitan: EEUU, China, Rusia y la India. Siempre que el precio del crudo supere los 50 $ por barril, estos países pueden echar mano de sus reservas de carbón y convertirlas en petróleo mediante una serie de reacciones químicas conocidas como 'proceso de Fischer-Tropsch'. El método consiste básicamente en combinar el carbón con el hidrógeno del agua para obtener hidrocarburos, las moléculas fundamentales del petróleo. [...] Las plantas de Fischer-Tropsch son caras de construir, y nadie quiere invertir la suma necesaria mientras no exista la certeza de que el precio del petróleo vaya a mantenerse alto". (P. 94).

Sobre la cuestión de "¿Cuándo se agotará el carbón? EEUU tiene unas reservas enormes. Se sabe a ciencia cierta que existen unos dos billones de toneladas, pero puede que haya el doble. En la actualidad los estadounidenses consumen unos mil millones de toneladas anuales. Si el consumo no aumenta, las reservas les durarán más de mil años". (P. 95).

Ya en el capítulo de Nucleares hay un dato clave: "según los cálculos más fiables, de todas las víctimas de la bomba atómica de Hiroshima, menos de un dos por ciento murió de cáncer provocado por la radiación". (P. 99). Aclarando más tarde que "el verdadero motivo de que fueran tan pocas las víctimas de los bombardeos que murieron de cáncer no es que la radiación sea inocua, sino que casi todos aquéllos que recibieron una dosis radiactiva elevada murieron por otras causas". (P. 109). La causa de la muerte de tantas personas fue debida a "la enorme cantidad de energía que generaron. esta energía creó una inmensa bola de fuego de gas caliente a alta presión que, al expandirse rápidamente, dio lugar a una explosión y a una onda expansiva que destruyeron edificios y otras estructuras. Las dos ciudades quedaron reducidas a cenizas, pero no a causa de la explosión inicial, sino de la tormenta de fuego desencadenada por la altísima temperatura". (P. 137).

"La 'radiactividad' es la explosión del núcleo, el minúsculo centro del átomo que contiene casi toda la masa y energía". (P. 101).

"La 'radicación' es el nombre de los fragmentos que salen despedidos cuando explota el núcleo. [...] Salen despedidos a una velocidad enorme que , en ocasiones, se acerca o alcanza la de la luz. Cuando estas esquirlas penetran en nuestro cuerpo, hacen añicos nuestras moléculas. Si acaban con un número suficiente de células, moriremos enseguida. Y aunque las lesiones sean de menor envergadura, también puden se cancerígenas.

El perjuicio causado al cuerpo se mide en una unidad denominada 'rem'. si alguien recibe en todo el cuerpo una dosis de 100 rem, lo más probable es que ni lo note. su organismo reparará casi todas las lesiones y ni siquiera caerá enfermo.

[...] Si una persona recibe 200 rem, se pondrá enferma. [...] Se le caerá casi todo el pelo, sufrirá náuseas y se sentirá agotado.

[...] A 300 rem, la probabilidad de muerte llega al 50 %, a menos que el enfermo reciba una transfusión de sangre y otros tratamientos médicos intensivos. [...] Una dosis de 1000 rem incapacitaría a cualquier personas en cuestión de horas". (P. 102).

La radioterapia es eficaz porque "las células cancerosas, que son más vulnerables a la radiación que las células normales, probablemente porque dedican toda su energía metabólica acrecer desaforadamente, no a reparar los daños sufridos". (P. 103).

Respecto al cáncer: "los humanos ya tenemos un 20% de probabilidades de morir de cáncer aunque no estemos expuestos a ninguna radiación de origen artificial". (P. 107).

Todo lo anterior plantea problemas que debe solucionar un futuro presidente, como la evacuación de una región como en el desastre de Chernóbil. Donde "el riesgo de sufrir cáncer "aumentó de un 20 a un 21,8 %".  Pero que "en una población de 30 000 personas, ese 1,8 % de más representaría 500 cadáveres más". (P. 111).

Otro peligro, sin evidencia científica hasta hoy, instalado en la mente de mucha gente, es el peligro de la radiación de microondas de los teléfonos móviles. Pero el autor asegura que el no "es de raíz física, sino lingüística". Ya que "las microondas son fotones con una energía sumamente baja que depositan en forma de calor". [...] Dado que las microondas no rompen las moléculas de ADN del organismo -salvo que lleguen a quemarlo y carbonizarlo-, no entrañan ningún riesgo cancerígeno semejante a los que sí pueden representar otras radiaciones energéticas (incluida la luz solar)". (P. 130).

Otro peligro de "las armas nucleares de un megatón o más de potencia" es la lluvia radiactiva. "Término con el que se conocen los fragmentos resultantes de la fisión de uranio y plutonio en el interior de la bomba. [...] Si todo ello permaneciese flotando en el aire a gran altura, la radiactividad de los fragmentos de la fisión no causaría mayores daños; buenas parte de la radiactividad inicial consiste en elementos de semivida breve, luego si estos elementos se quedan varias horas en el aire, se desintegrarán. Pero si los desechos radiactivos se mezclan con tierra u otros materiales del suelo, el peso de esta combinación hará que vuelva a caer, con lo cual la radiactividad regresará a la superficie. Esta precipitación radiactiva puede abarcar áreas muy extensas y provocar más muertes que la explosión propiamente dicha". (P . 153).

Para la pregunta: "¿Puede un reactor nuclear explotar como una bomba atómica?". La respuesta es negativa. (P. 174).

Otro de los apartados del libro está dedicado a los residuos radiactivos, donde habla, como ejemplo de cementerio nuclear, de Yucca Mountain. El autor indica que "el debate público no tiene en cuenta [...] el hecho de que la extracción de minerales, ya de por sí, haya servido para reducir la radiactividad del terreno". (P. 191). También escribe que "cuando nos preocupamos por peligros desconocidos y misteriosos, perdemos perspectiva", al indicar que "el estado de Colorado [...] contienen (sus rocas superficiales) cerca de mil millones de toneladas de uranio*". (P. 192).

*"La cifra se basa en el hecho de que el granito normalmente contiene cuatro millonésimas partes de uranio. He calculado que la cuenca de las Rocosas de Colorado mide 300 por 400 km, y sólo he tenido en cuenta las rocosas desde la superficie hasta una profundidad de 1 km". (P. 383, nota 37).

En el capítulo dedicado al espacio, el autor explica porque "espiar desde el espacio no es tan fácil como mucha gente piensa. No es verdad que haya satélites espía vigilando constantemente la entera superficie de la tierra". (P. 224).

"El envío de astronautas al espacio representa un coste enorme tanto humano como financiero", por lo tanto "si los fines de las misiones espaciales son de veras científicos, lo suyo es mandar robots, no personas". (P. 242). Más adelante: "El transbordador espacial es una proeza de ingeniería; es el sueño del hombre en el espacio hecho realidad; es una aventura. pero ni es seguro, ni se puede hacer que lo seas, ni persigue fines científicos". (P. 244).

Ya dentro del tema del calentamiento global, una interesante reflexión: "Conviene ser humildes y reconocer que, por mucho que una teoría ofrezca una explicación lógica de lo que ocurre, podría no ser verdadera". (P. 276).

Para los cálculos sobre el calentamiento global se recurre a programas informáticos, pero hay muchas variables y dificultadas para llegar a resultados satisfactorios. Hay muchas formas de transferencia de energía, las formaciones nubosas son difíciles de modelar, la transferencia de calor es vertical y horizontal, la respuesta de la Tierra al calentamiento complica el problema, como resultado tenemos "unas conclusiones sumamente inciertas que no permiten asegurar al 100% que el CO2 aumente la temperatura". (P. 288). Pero en un artículo reciente el autor llega a conclusiones distintas:
As carbon dioxide emissions increase, the temperature should continue to rise. I expect the rate of warming to proceed at a steady pace, about one and a half degrees over land in the next 50 years, less if the oceans are included. But if China continues its rapid economic growth (it has averaged 10 percent per year over the last 20 years) and its vast use of coal (it typically adds one new gigawatt per month), then that same warming could take place in less than 20 years.
De hecho hay gente que defiende que el CO2 no es tan perjudicial y tiene múltiples beneficios.

Las tergiversaciones y exageraciones son constantes, por ejemplo "la atribución del huracán Katrina al calentamiento global, aunque no haya ninguna prueba científica que los relacione". (P. 300). Pero como explica el autor "cuando los científicos exponen sus argumentos ante la opinión pública, la precaución no se interpreta como señal de solvencia científica, sino como síntoma de debilidad. Entre los físicos, en cambio, ocurre todo lo contrario". Pero al final reconoce que "los políticos tienen razón. Si la cuestión se embrolla, la gente aplazará cualquier decisión, pero si se exagera, hay más probabilidades de que acepten el liderazgo de sus dirigentes...y de salir en los telediarios". ( (P. 301).

Un ejemplo de fallo en los modelos es que "el deshielo de la Antártida que registraron los científicos, lejos de ratificar las predicciones de calentamiento global, las desmentía. [...] El calentamiento global hace que aumente la evaporación de los océanos; cuanto este exceso de vapor llega al Polo Sur, cae en forma de nieve". (P. 303).

El autor responde a la pregunta de "¿Quién mató a la economía del hidrógeno?". No son las compañías petrolíferas, "fueron las propiedades físicas del hidrógeno". Efectivamente "el hidrógeno, en estado líquido, tiene unas tres veces más energía por kilo que la gasolina y unas tres veces menos energía por litro que la gasolina". Es decir, "la autonomía del coche sería tres veces menor que la actual" con hidrógeno líquido. Si se usa hidrógeno comprimido un depósito de 70 litros "apenas nos permitirían recorrer de 20 a 70 km entre repostaje y repostaje". (P. 328). Además de que "el hidrógeno no se recoge, se fabrica". Es decir, "el hidrógeno no es una fuente de energía; tan sólo es un medio de transportar energía". (P. 329).

"Las baterías de alto rendimiento son muy caras y lo normal es que haya que sustituirlas cada setecientas cargas". Es decir, que "lo realmente caro de las baterías de gran calidad no es recargarlas sino sustituirlas". (P. 330-331).

Con el grado de desarrollo actual "la energía solar sólo es una opción para gente adinerada que quiera reducir sus emisiones de CO2. En países en vías de desarrollo como China o la India, es demasiado cara para sustituir al carbón como fuente de energía". (P. 334). Basta leer a Antón Uriarte para hacerse una idea de la importancia del Carbón en la economía mundial.

¿Es bueno reciclar? Si nos centramos en bajar las emisiones de CO2 "no es bueno reciclar periódicos ni usar plásticos biodegradables. [...] El motivo es que la biodegradación, a fin de cuentas, consiste en bacterias que consumen compuestos de carbono y los convierten en CO2.

En teoría, podríamos reducir el CO2 plantando árboles, pero sólo si luego nos cuidásemos muy mucho de usarlos para hacer leña. Dejar que se pudran tampoco ayuda: la putrefacción no es más que una combustión lenta". (P. 335).

Un concepto con el que estoy totalmente de acuerdo es el que indica para que "el ahorro energético sea eficaz debe ser un ahorro confortable", es decir, hay que "mantener el de confort que uno desee, economizando dinero al mismo tiempo". (P. 342).

Un ejemplo de lo anterior son "las bombillas fluorescentes de rosca" que "producen la misma cantidad de luz que las viejas bombillas de tungsteno y consumen cuatro veces menos electricidad". (P. 343).

Otro ejemplo es usar "tejados pintados con colores fríos" en edificios situados en lugres cálidos. Pero no necesariamente tienen que ser de color blanco, se pueden usar pinturas, incluso negras o marrones, que reflejen "la radiación infrarroja pero absorba la visible, pues resulta que más de la mitad de la energía de la luz solar reside en los infrarrojos". (P. 345).

Cada día es necesaria menos energía para "producir un dólar de PIB en Estados Unidos". Es la conocida como Ley de Rosenfeld. (P. 347).

El autor analiza el fenómeno de la agflación, que es causada directamente por el uso del maíz para la fabricación de etanol. Como ejemplo, "una quinta parte del maíz que se cultiva en Estados Unidos se destina a la fabricación de etanol". La pregunta es: "¿De veras tiene sentido hacer todo esto para reducir las emisiones de CO2 en un 13%?". De hecho "el etanol de maíz apenas ofrece ventajas como combustible limpio". (P. 356-7).

Para terminar, una predicción del autor: "es muy posible que la energía solar termine siendo uno de los principales recursos energéticos". (P. 359). Veremos.

El libro es mucho más que estos apuntes que he hecho. Me ha entretenido y he aprendido muchas cosas, lo recomiendo para personas con interés en saber el porqué de las cosas desde un punto de vista científico, el más adecuado sin ninguna duda.


Titulo: Física para futuros presidentes.
Título original: Physics for future presidents.
Autor: Richard Muller.
Editorial: Antoni Bosch.
Fecha: 2008.
Traductor: Víctor Úbeda.
Páginas: 414.