Tal y como
hace en muchas de las entradas de su estupendo blog, El sueño de Jardiel, Manuel Conthe analiza en
este libro el comportamiento humano. Mostrando los sesgos, comportamientos, y distorsiones cognitivas que ponen en peligro el buen juicio de las
personas. Además, explica cómo la influencia del grupo sobre el individuo
afecta tanto a sus percepciones como a sus actitudes.
¿Cómo
protegerse de todos estos engaños de la mente? ¿Por qué son más propensas unas
personas a caer en esos engaños? ¿Cómo identificarlos de manera clara?
Responder a esas preguntas es complejo, pero en el libro se dan
algunas indicaciones que pueden ayudarnos en algunos casos. Tal y
como indica Nassim Taleb: "en el mundo real, más que adivinar la solución,
hay que adivinar cuál es el problema".
El autor afirma
que “las investigaciones demuestran que quienes más se precian de su
objetividad y equidad son, paradójicamente, los más proclives a sucumbir a
sesgos, en gran medida porque no están en guardia contra los más sutiles".
Desde el
punto de vista formal, el libro se estructura en 61 breves capítulos, 3 o 4
hojas cada uno; ilustrados por Belén Conthe y Ana Troya, lo que permite
disfrutar de texto y pintura en una sola obra.
Destaco la
siguiente autocrítica del libro: "a medida que
la crisis [del Euro iniciada en 2008] se agravaba, quedó de manifiesto que
quienes en 1991 diseñamos la unión monetaria fuimos poco sensatos al no
contemplar -al menos de forma expresa- mecanismos efectivos de rescate en caso
de crisis financiera de un país miembro, confiados en que la falta de
salvavidas con que se botó la unión monetaria obligara a los capitanes
nacionales a pilotar su economía con prudencia y a no sobrecargar la nave
presupuestaria con gastos excesivos o déficits estructurales". La moreleja
es que siempre hay que tener un plan B, incluso para los eventos o comportamientos
más inesperados. Lo anterior es similar a lo escrito por Sala i
Martín en Economía liberal para no economistas y no liberales sobre la autoridades
americanas y europeas, cuando afirmó que éstas no "hubieran dejado nunca que los bancos
se endeudaran tanto e invirtieran en proyectos tan arriesgados, y mucho menos
hubieran subsidiado las pérdidas de los bancos", en referencia a la crisis asiática de
finales del siglo XX. Evidentemente esas autoridades fallaron y no evitaron la crisis de 2008.
Otro párrafo
muy interesante es el dedicado al aforamiento de políticos en España: "En
el terreno jurídico, el aforamiento de un número ingente de políticos –esto es,
que sólo puedan ser investigados y juzgados por el Tribunal Supremo del Estado
o de la correspondiente Comunidad Autónoma, pero no por un juzgado de
instrucción ordinario- es, ciertamente, una anomalía que no se da en otros
países; pero se trata de una "imperfección" que parece haber surgido,
en gran medida, para contrarrestar otra singularidad española, infrecuente en otros
países: la llamada "acción popular", esto es, que cualquier ciudadano
o asociación pueda promover causas penales sin el apoyo de la Fiscalía, e
incluso en contra de su criterio".
Otro de esos libros que hay
leer para aprender y disfrutar.
A continuación
destaco algunos de los temas tratados en el libro:
- El Síndrome de Van
Dyck. El deseo que tenemos de agradar a las personas de las que somos
dependientes. Para superarlo debemos evitar ser dependientes, y, a su vez, si
alguien depende de nosotros deberíamos dar muestras de que aceptamos y
necesitamos que se exprese con libertad.
- El Efecto
aureola (halo effect). Percibir a un individuo mejor de lo que es a partir
de una característica en la que destaque. Superar este sesgo implica fijarnos
en las ideas en lugar de hacerlo en las personas.
- Innovaciones y
reformas. Éstas tendrán poderosos enemigos, los que se beneficiaban de la
situación anterior, y pocos defensores. Fundamental apoyar "voces
valientes e independientes que, sin temor a críticas o represalias, expongan
con ponderación y claridad sus opiniones e ideas, aunque sean contrarias a las
dominantes".
- Justicia. Conthe
reflexiona que "una cosa es cumplir con un deber colectivo y otro
emplearse, además, en castigar a quien no lo hace". El peligro de esta
actitud es si hay un falso negativo, es decir, si castigamos a alguien y no es
culpable. ¿Es recomendable tomarse la justicia por la mano incluso en
democracias?
- Clemencia. "A
veces, para alcanzar un objetivo social deseable hay que hacer un cálculo
racional generoso, domeñar la propia pasión justiciera y ser indulgente con los
arrepentidos". El final de los terroristas en España y en Colombia es un
claro ejemplo de cómo las personas que han estado del lado de la democracia y
que han sufrido la violencia son capaces de ceder, en algunos aspectos, frente
a los terroristas a cambio de que no haya más asesinatos.
- Incentivos perversos.
"Es difícil que un hombre entienda algo cuando su sueldo depende de que no
lo entienda". Por ejemplo, ¿queremos políticos cuya única profesión y
fuente de ingresos sea precisamente esa labor como políticos?
- Autoengaños. Dan
Ariely explica que todos somos tolerantes con nuestros engaños, siempre que
éstos se mantengan a pequeña escala. Para no sucumbir es bueno ser observados, o
percibir que lo somos. También advierte que cometer engaños hace más proclives
a las personas a volver a cometer otros engaños, entrando en una peligrosa
dinámica.
- Efecto gurú. Cuando
el mensaje es tan oscuro y complejo que se dificulta o imposibilita su
entendimiento. El autor de ese mensaje puede no ser más que un mero
charlatán. El libro de Sokal y Bricmont, Imposturas intelectuales, desenmascara
a muchos charlatanes.
- Comunicación. Para
una efectiva comunicación es aconsejable el uso de mitos y tradiciones comunes
a distintas culturas y tradiciones, por ejemplo, el del héroe que supera un
gran desafío y regresa triunfador. Además, en caso de crisis la estrategia es
"dilo todo y dilo rápido", que contribuye además a "disminuir el
valor de la información revelada, al hacerla abundante, al igual que ocurre con
los bienes, cuya utilidad (marginal) disminuye con la cantidad". Por otro
lado, “El principio de "máxima relevancia" y el surgimiento
espontáneo de "meta-mensajes" aconsejan que quien deba efectuar
manifestaciones públicas pondere no sólo la literalidad de lo que va a decir,
sino también la interpretación espontánea que harán de sus palabras quienes,
sin esforzarse, deban atribuirles sentido”.
- Percepción y lenguaje. "Los términos que usamos para describir un hecho influyen en su percepción por quienes nos escuchan, incluso aunque lo hayan visto con sus propios ojos". Por eso "el primero en difundir, a través de los medios de comunicación, su versión de unos hechos controvertidos condicionará su percepción por la opinión pública".
- Percepción y lenguaje. "Los términos que usamos para describir un hecho influyen en su percepción por quienes nos escuchan, incluso aunque lo hayan visto con sus propios ojos". Por eso "el primero en difundir, a través de los medios de comunicación, su versión de unos hechos controvertidos condicionará su percepción por la opinión pública".
- El gen alarmista. La
tendencia humana de darle más importancia a los sucesos negativos, que han
sucedido o están por venir. Fundamental para la supervivencia humana actual y
pasada.
- El relojero. La
"inclinación natural a buscar un “relojero” [creador] detrás de cualquier
acontecimiento que nos parece inusual". En línea con lo anterior Sir
Howard Davies afirma: "Los gobiernos no deberían gastar tiempo y dinero
pensando en qué sectores serán los que nazcan de la crisis, sino asegurar
buenos servicios públicos, impuestos bajos, inflación baja y educación. El
dinamismo natural de la sociedad siempre tiene la última palabra”.
- Estimación de sucesos.
"Exageramos la probabilidad de los acontecimientos llamativos; y
minusvaloramos la de los complejos o remotos". Además, estamos
influenciados por "nuestra experiencia reciente, tanto la vivida
personalmente o por familiares o amigos, como la que nos llega a través de los
medios".
- Empresarios. “Es
vital que la figura del empresario adquiera prestigio e influencia social, en
vez de ser menospreciada”. Ante las críticas por la falta de compromiso social
de los empresarios yo pregunto, ¿qué mejor compromiso social puede tener un
empresario que contratar gente y mantener la empresa a flote, junto a sus
trabajadores, para poder pagar sueldos e impuestos, además de pagos a
proveedores, durante años?
- Ganancias y pérdidas.
"Los seres humanos somos especialmente adversos a las pérdidas, de forma
que nos duele más perder algo que no llegar a disfrutarlo". Maquiavelo lo
sabía bien: "Por la misma razón que los actos de severidad deben hacerse
de una vez y que dejando menos tiempo para notarlos ofenderán menos, los beneficios
deben otorgarse poco a poco, a fin de que se puedan saborear mejor".
- Principio de
precaución (precautionary principle). Con dos limitaciones, "que las
medidas preventivas entrañen un coste inmediato y tangible, ya sea porque
produzcan un daño económico o material, ya porque lesionen algún principio
moral o derecho subjetivo considerado intangible; o que la existencia y
gravedad del riesgo no resulten evidentes para la ciudadanía, lo que facilitará
que surjan voces influyentes que pongan en tela de juicio la seriedad de la
amenaza e incluso señalen intereses oscuros en que quienes abogan por que se
combata".
- Fraudes. "Protejamos
a los vigías y “aguafiestas” que nos alerten de los excesos y que, como el
ciego del Lazarillo, nos den con el escobajo cuando empecemos a coger las uvas
“de dos en dos”".
- Círculo virtuoso. “Cuando
alguien nos hace un favor […] sentiremos un intenso deseo de corresponder, y un
profundo sentimiento de culpa e ingratitud si no lo hacemos".
- Habilidades. Según
algunos estudios los más incompetentes sobrestiman sus habilidades, pecan de
exceso de confianza, mientras que en los más competentes se da el efecto
contrario.
- Los detalles. "En
un mundo con información incompleta, en el que hay poco tiempo para análisis
profundos, algunos detalles y señales, en apariencia irrelevantes, pueden ser
elocuentes".
- Causas y efectos. "En
nuestro comprensible afán por encontrar explicaciones rápidas a los
acontecimientos, tendemos a aplicar reglas sencillas que, útiles en la mayoría
de los casos, pueden fallar".
- Pánicos morales. “Olas
de rechazo popular que, alentadas por informaciones inexactas, o a la
exageración con la que se describen, se desatan contra ciertas personas,
instituciones o grupos sociales que se apartan del orden establecido o lo
desafían y se convierten por ello en ‘demonios populares’".
- Cambiar de opinión. "A
veces el heroísmo no consiste en defender contra viento y marea las antiguas
convicciones, sino en, cuando se muestran equivocadas, ser capaz de
abandonarlas, por mucho apego que les tuviéramos". De acuerdo con lo
anterior, pero dependerá de si esas convicciones se basaban en un estudio
detallado de la realidad, o en una mera alineación con ideas que nos parecían
atractivas. Añadiendo las consecuencias que tuvieran para uno mismo, es decir,
si arriesgábamos algo o no.
- Revoluciones y
rebeldes. "En ausencia de tales incentivos positivos, el miedo a las
represalias limitará el número de los “rebeldes” dispuestos a expresarse
libremente sobre cuestiones sensibles. De ahí la utilidad de aquellas
instituciones sociales que protegen con el anonimato la libre expresión de
opiniones en asuntos delicados".
- Control de la mente. “Nuestro
intento de controlar la mente desencadena un doble proceso: uno consciente, que
intenta evitar deliberadamente, con distracciones, el resultado no querido; y
otro inconsciente, que verifica si surge o no el pensamiento prohibido (ironic
monitor); y cuando el primer proceso queda debilitado por un factor externo,
aflora el segundo y surge la paradoja”.
- Convicciones y miedos.
"El efecto más corrosivo del miedo se produce cuando termina alterando no
ya la conducta, sino las propias convicciones de sus víctimas, y produce en
ellas esa sumisa aceptación intelectual de la opresión". "Sólo con
una mezcla de coraje individual frente a la amenaza y acción colectiva contra
la intimidación podrá una colectividad liberarse de una espiral de
opresión".
- Azar. "Cuando un
gobernante se atribuye el mérito de la fase alcista del ciclo económico se
enfrentará a una dificultad cuando el ciclo cambie y la coyuntura empeore.
[...] Pero los ciudadanos rechazarán casi siempre esas explicaciones y, así
como vieron causalidad en la fase de bonanza, verán culpabilidad en la de
crisis".
- Cultura. "Lo
importante en una organización no son sus políticas y culturas ‘oficiales’,
sino la ‘cultura informal’ efectiva de sus directivos y empleados”.
- Regulación y
consecuencias. "Las medidas técnicas dirigidas a mitigar riesgos deben ir
acompañadas de otras que induzcan a mantener o incluso extremar la prudencia,
como las sanciones; y que proporcionar una injustificada sensación de
tranquilidad a quien está expuesto a un riesgo grave pueda acabar en
tragedia".
- Elecciones por sorteo.
"Esos procedimientos de selección por sorteo, aunque ilusorios en órganos
representativos clásicos, podrían, sin embargo, resultar apropiados para
acrecentar la independencia de los elegidos para ciertos cargos, especialmente
si el azar se combina con sensatos requisitos previos de cualificación técnica
y experiencia profesional".
- Sesgo de confirmación
(confirmatory bias). Francis Bacon: “Cuando ha adoptado una opinión, el
entendimiento humano se apoya en todo lo demás para corroborarlo. Y por grande
que sea el número y peso de los casos que caen del otro lado, los pasa por alto
o desprecia, o mediante alguna distinción los margina o rechaza, a fin de que
la autoridad de su primitiva conclusión permanezca incólume”". Por
ejemplo, referido al marketing, Al Ries y Jack Strout, recomiendan: “Tienes que
conquistar su mente de forma explosiva. A la gente no le gusta cambiar de
opinión. Una vez que te perciben de cierta forma, la suerte está echada”.
- Realismo y esperanza.
Es bueno tener convencimiento de que llegaremos a nuestro objetivo, pero debe
ir acompañado de la disciplina precisa y que ese convencimiento esté fundado en
poderosas razones.
- Símbolos y percepción.
Una vez establecida la relación de un símbolo o marca con una serie de
conceptos, sensaciones y valores, será muy difícil romper esa percepción.
- Efecto espectador
(bystander effect). "Cuantos más individuos observen colectivamente que
alguien necesita ayuda, tanto menos probable será que la proporcionen".
- Víctimas. "Cuantas
más víctimas, más insensibles se volverán los ciudadanos frente a la
tragedia". La receta la dio la Madre Teresa de Calcutta: "Si miro a
la masa, no actuaré. Si miro a uno, lo haré".
- Cultos laicos. “Nuestro
cerebro está programado para buscar constantemente patrones, correlaciones y
explicaciones causales de todo lo que nos rodea, lo que produce elementales
creencias sobrenaturales basadas en la mera asociación de dos fenómenos”.
- Conciencia de grupo.
Provoca que tendamos a ver a los de fuera de nuestros grupos mediante
estereotipos, con lo que homogeneizamos a esas personas. También juzgamos más
favorablemente a los de nuestro grupo. No todo es negativo, esto puede ser
positivo para el buen funcionamiento de las instituciones y compañías, sobre
todo cuando las cosas van mal.