Estimado Arcadi:
Su artículo es preciso y necesario. La clava cuando escribe:
"Este es el Partido Socialista que realmente existe. El que considera que
las instituciones del Estado han de ser neutrales entre los que defienden el
Estado y los que quieren destruirlo"; y: "Los nacionalistas son los
primeros responsables del grave conflicto español; pero no son los más
importantes".
Es el problema de templar gaitas y haber tenido vergüenza
por defender un país y un modelo de democracia que nos ha llevado a ser uno de
los países más desarrollados del mundo, tanto desde el punto de vista económico
como social.
Da igual el país, lo importante es poder vivir en uno que respete los derechos humanos y cree un ambiente propicio para el
desarrollo de las personas y empresas. Lo anterior es lo que nos debería hacer
sentir orgullosos a los españoles, que España haya conseguido eso. Por supuesto
los paisanos pueden tener los sentimientos que deseen, pero no por ello serán
mejores o peores que otros a los que no nos importa nada los mismos.
Analizándolo fríamente, que una región de España como
Cataluña o de Reino Unido como Escocia voten por su independencia, y la
consigan si la mitad más uno de los electores elige esa opción, sin que el
resto de los españoles o británicos tengan nada que decir es un sinsentido.
Fácil de defender y explicar, tal y como viene haciendo Libres e iguales, por
un presidente del Gobierno.
Felipe González, José María Aznar, Zapatero y Rajoy han
preferido pactar, ir capeando el temporal y dejarles hacer. Incluso el PSOE,
con su franquicia PSC a la cabeza, se ha convertido en un partido nacionalista
cuando ha estado en el poder en Cataluña.
PP y PSOE deberían de avergonzarse de que muchas personas de
España que nos consideramos sensatas y defensoras de lo que ha logrado España
desde la instauración de la democracia no nos planteemos votarles. Y que muchas
otras personas, no tan sensatas, elijan opciones como Podemos, Amiur o ERC, por
poner tres ejemplos de partidos que quieren destruir el Estado español.
No pretendo simplificar los problemas a los que se enfrentan
los políticos en España, dado que las opiniones de muchos españoles son curiosas,
contradictorias y alejadas de la realidad.
Pero estos problemas que se plantean no se arreglan siendo demagogos. Hay que
hacer pedagogía y enfrentarse a las opiniones de la gente que son erróneas y no
se ajustan a la realidad.
Soy optimista, como no puede ser de otra manera, y los
problemas que están suponiendo para España las políticas secesionistas pasarán.
Pero el peligro está ahí y no es pequeño.
Saludos cordiales.