"¿Cuál es la historia de Luis Domínguez, que simplemente era el enterrador del cementerio de Bergara? He leído que lo mataron porque enterraba a guardias civiles. Fue en 1980. Tenía treinta y nueve años, cinco hijos.
Enterraba a guardias civiles y luego él era cazador, iba al cuartel para las licencias, charlaba con ellos, se tomaban un vino, era como colega de guardias civiles. Chavales eran. Todos los guardias civiles que iban al País Vasco eran chavales. Y por eso lo mataron. Supongo que en los entierros los enterraría bien y de ahí la ofensa. Lo amenazaron y le hicieron alguna otra cosa antes de matarlo. Lo mataron en la puerta del cementerio, y uno de los asesinos, años después, cuando hicimos la entrevista, vivía en el piso de arriba de la viuda.
Y la historia de Ángel Astuy, en Oñate, cuarenta y ocho años, cinco hijos.
Sí. En 1980, prácticamente igual. Un policía municipal que hablaba con los guardias civiles. Les dirigía la palabra, en el pueblo. Y en la película dice su hijo que les decía el padre: «Cómo no voy a hablar con esos chavales, que vienen de no sé dónde a trabajar aquí, si yo soy un policía municipal, cómo no voy a hablar con esos chicos». Porque eran del gremio. Y ya le decían: «Ten cuidado con quién hablas»."
Entrevista completa.