El 26 de octubre de 1978 fallecía en el Hospital Civil de Bilbao el guardia civilANDRÉS SILVERIO MARTÍN, cuatro días después de haber sido tiroteado en Guecho junto a otros tres miembros de la Benemérita por varios miembros de la banda terrorista ETA que les tendieron una emboscada cuando volvían a pie después de prestar el habitual servicio de seguridad en el campo de fútbol de Gobelas. Como consecuencia del atentado murieron en el acto el sargentoLuciano Mata y el agente Luis Carlos Gancedo, mientras que Andrés Silverio yCarlos Troncoso Currito resultaban heridos.
Los dos agentes heridos fueron evacuados en vehículos particulares al Hospital Civil de Bilbao. Carlos Troncoso presentaba impactos de bala en el tórax, pierna derecha y codo. Andrés Silverio sangraba abundantemente por un gran orificio en la cabeza, además de tener heridas en el codo, piernas y glúteos. Poco después de ingresar en el hospital, el agente Silverio entró en coma profundo. Fue intervenido quirúrgicamente pero en el parte médico hecho público el día 23 de octubre se señalaba que evolucionaba desfavorablemente "manteniendo un grado de coma con pocas posibilidades de recuperación". Murió tres días después, el 26 de octubre.
Andrés Silverio Martín tenía 25 años. Era natural de Gaucín (Málaga) y estaba casado. Se formó en la Academia de la Guardia Civil de Úbeda (Jaén), licenciándose en julio y siendo destinado al País Vasco.
A las seis menos diez de la tarde del 26 de octubre de 1983, la banda terrorista ETA asesinaba a tiros en la localidad guipuzcoana de Irún a LORENZO MENDIZÁBAL ITURRARTE, mientras despachaba en la carnicería Biona de la que era copropietario. Dos terroristas armados penetraron en el local y dispararon contra Lorenzo en presencia de los clientes y un empleado de la carnicería. Sus asesinos huyeron en un taxi robado, a cuyo volante esperaba un tercer individuo. Antes de huir, los asesinos quitaron el bolso a una clienta del establecimiento, probablemente con intención de apoderarse de su Documento Nacional de Identidad, práctica habitual en algunos atentados de ETA.
Lorenzo Mendizábal, que se encontraba detrás del mostrador, fue alcanzado en los pulmones, el corazón y el hígado, quedando herido de extrema gravedad. Trasladado por una ambulancia de la asociación de ayuda en carretera Detente y Ayuda (DYA) falleció al poco de ingresar en el Hospital de la Cruz Roja de Irún.
El gobernador civil de Guipúzcoa, Julen Elorriaga, y miembros del Ayuntamiento de Irún acudieron poco después al lugar del atentado, mientras efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil instalaban controles en los accesos a la localidad. El propietario del taxi en el que huyeron los asesinos fue encontrado maniatado en el maletero de su propio vehículo, abandonado en el monte de San Marcial, el mismo lugar donde le robaron el vehículo a punta de pistola.
A las seis de la tarde del 27 de octubre se celebró un pleno en el Ayuntamiento de Irún para condenar el asesinato de Lorenzo, con la ausencia de los ediles de Herri Batasuna. En el comunicado se condenaba la violencia y "sus causas directas e indirectas y de los que con su postura la fomentan". Unos cuatrocientos alumnos del Instituto Pío Baroja de Irún realizaron una sentada en señal de protesta.
En 1986 la Audiencia Nacional condenó a Jon Koldo Aguinagalde Urrestarazu a 27 años de prisión por un delito de asesinato. En 1988, fue condenado a la misma pena Antonio Troitiño Arranz. Finalmente, en 1990 fue también condenado por este asesinato Ángel Zabaleta Mendía.
Lorenzo Mendizábal Iturrarte tenía 34 años y estaba soltero. Era natural de Pasajes de San Juan, donde vivía en el caserío Larrabide, aunque trabajaba en Irún donde regentaba la carnicería en la que fue asesinado. Su cadáver fue trasladado el día 27 al caserío en el que vivía con su padre. Una hermana de Lorenzo señaló que no había recibido amenazas de la banda terrorista pero que dos meses antes había recibido un aviso de bomba en su propio domicilio que resultó ser falsa. Fuentes nacionalistas informaron que el padre de Lorenzo era afiliado al PNV. El funeral por el alma de la víctima se celebró el 28 de octubre, a las siete de la tarde, en la parroquia de San Juan Bautista de Pasajes. La asistencia fue masiva y muchos vecinos tuvieron que quedarse fuera de la iglesia.