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Los verdugos también mueren (Fritz Lang, 1942)

Otra vez el tema de la valentía; fingirla es imposible; o se demuestra o no se tiene. Dentro de su formalidad, la película es violenta y además tiene hondura. ¿Merece la pena sobrevivir siendo un traidor? ¿Merece la pena vivir subyugado? ¿Merece la pena morir por una causa justa? Todo eso se exhibe en la película e incluso se responde.

La cinta nos da esperanzas y tiene, aparentemente, un final feliz. Pero en el camino mueren y sufren muchos. Lamentablemente, en la vida no siempre hay justicia, ni siquiera poética. 

Cinematográficamente es gemela de “Ser o no ser (Lubitsch, 1942)”; tratan el mismo tema (la opresión y su resistencia), pero con enfoques radicalmente diferentes. Lang expone la historia con crueldad, seriedad y levísimos toques cómicos; mientras que Lubitsch es todo sutilidad y añade comicidad, pero deja el mismo poso de gravedad.

Lo de Walter Brennan interpretando al profesor Stephen Novotny es para saltar al otro lado de la pantalla y abrazarlo. Me ha recordado a Gary Oldman en “El topo”, interpretando a George Smiley, por su sobriedad y saber estar. También al Atticus Finch de Gregory Peck, en "Matar un ruiseñor", por su señorío. El personaje del profesor es ejemplar y es lo que muchos quisiéramos llegar a ser, pero el valor para conseguirlo es difícilmente alcanzable; Brennan lo borda.

Fritz Lang tiene otras joyas tan buenas como esta, por ejemplo, "Metrópolis", “M, el vampiro de Düsseldorf” y “Los sobornados”. La vida sería peor sin sus películas. 

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Enlaces:

Los Verdugos también mueren (1943), debate en ¡Qué grande es el cine! (iVoox): https://go.ivoox.com/rf/713317

Listado de mis películas favoritas.

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Fotografías: