Renfe y Kafka en el andén, por Kiko Llaneras.
Está bien que Renfe venda conexiones, pero solo si es capaz de gestionarlas. ¿Es normal que un AVE se retrase diez minutos en un trayecto de cuarenta? ¿Es normal que una vez producido el retraso sean incapaces de gestionarlo? Nuestro caso se podía evitar con una mínima coordinación: retrasar tres minutos el segundo tren hubiese evitado dejar en tierra a dos docenas de pasajeros; pasajeros que van a reclamar, van ocupar otro tren, y van recuperar su dinero. Sé que los retrasos se amplifican, pero dudo que el óptimo sea propagarlos con tasa cero.
Agua abundante en España, por Antón Uriarte.
No parece por ahora que esté ocurriendo eso. No llueve menos en la Península Ibérica. Sigue habiendo períodos de sequías y otros de abundantes lluvias —lo típico del clima mediterráneo— pero en una serie larga de tiempo no se aprecia una tendencia a la baja en las precipitaciones anuales de España.
Acerca del sistema penitenciario cubano, por Dania Virgen García.
Los presos son golpeados brutalmente y lesionados por los carceleros hasta con peligro para sus vidas. Los guardias de las prisiones emplean distintos métodos de torturas, son desnudados y colgados por las manos en las puertas de las celdas de castigos por más de 24 horas, privados de alimentos, y agua para beber. Estos métodos son empleados en su mayoría con presos con tratarnos mentales, tendencias suicidas, o auto agresores. Los torturadores gozan de impunidad ya que casi siempre responden a órdenes superiores.
¿Cambio de política bancaria en Europa? Xavier Sala i Martín.
Sí, ya sé que habrá presiones de los mercados sobre los políticos europeos para que cambien de opinión (las bolsas se hundirán y las primas de riesgo se dispararán) y es posible que los políticos cambien de opinión. Pero si aguantan la presión (y recordad que NO es bueno que los gobiernos estén pendientes de la bolsa para saber si sus políticas funcionan) a la larga todos saldremos ganando. Un sistema financiero permanentemente rescatado presenta demasiados problemas de "moral hazard" a largo plazo, unas inversiones demasiado distorsionadas y un erario público inútilmente encorsetado por culpa de los rescates.
No, por Rosa Díez.
No es aceptable que se llame «asesino» a quien ostentando la representación de los ciudadanos defiende una propuesta política que coincide o difiere en parte o en todo con la que otros puedan sostener.