Entrevista (pdf) al maestro Espada.
"Contra lo que suele suponerse, el único modo de soportar la vida es tomándosela en serio. ¡Es el único modo de no pensar en la vida! Es así que todos los asuntos son para mí asuntos de vida o muerte. Es normal que mi retórica se corresponda con esa idea. Pero en la supuesta violencia de mi escritura hay también mucho de Peckinpah. O sea, humor. Otro asunto es lo que usted amablemente llama complejidad y otros cripticismo o incluso que se me hace la polla un lío. A veces no puedo ser claro, porque simple y llanamente no sé lo suficiente sobre lo que escribo para poder ser claro. Otras veces la oscuridad viene de lo que siempre me comenta una aristócrata andaluza, pobretona y simpática: “ozú, otra vez cabargando sobre implísitos”. La escritura en la era de internet tiene una gran ventaja: puede desambiguarse con facilidad y así me puedo dedicar a otras cosas. Tengo prisa, siempre lo digo. Mi escritura salta y a veces se da unos morrazos fenomenales. Pero eso es, paradójicamente, el precio de respetar el tiempo del lector y de tratar de no darle papillas regurgitadas. En el periodismo, además, siempre te quedas a medias. Hasta mañana".