El decoro de muchos hombres

Aleaga Pesant.


LA HABANA, Cuba, abril, www.cubanet.org -La frase es de José Martí: Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Me vino a la mente cuando veía una y otra vez, hasta el cansancio, las imágenes del camillero de la Cruz Roja que agredía con furia animal a un disidente que era arrestado por la policía de civil, por gritar “abajo el comunismo”, durante la misa papal en Santiago de Cuba.
Este acto barbárico, registrado en audio y video por las televisoras extranjeras presentes en la ciudad, le dio la vuelta al mundo y se recordará con vergüenza por los cubanos.  Pero el triste e indignante espectáculo sirvió también para despejar dudas y marcar  la  visita del Papa con la esencia represiva del régimen, que muchos trataban de obviar y encubrir, como una realidad incómoda, entre cánticos religiosos y llamados al “perdón, el amor y la reconciliación”.
Sin embargo hay algo en el infame video que la mayoría de la gente pasó por alto.  Se trata del hombre pelado al rape, con  pulóver blanco que se abalanza sobre el camillero agresor que, en medio de la euforia, ataca nuevamente al valiente indefenso con la misma camilla de madera y hierro.  El desconocido del pulóver blanco abraca  al de la Cruz Roja y lo saca, y sin detenerse, se enfrenta a un esbirro vestido de civil, con pulóver de rayas negras y blancas, que no identifica al recién llegado.
Diez días después de los sucesos, cuando pude finalmente ver el video del incidente, que el mundo vio en tiempo real pero la dictadura mantiene censurado para los cubanos, me llamó la atención el enfrentamiento entre los dos hombres. Supuse que ambos – el del pulóver blanco y el del de rayas-  eran de la policía y que, en medio de la confusión del momento, se había producido una descoordinación entre los agentes.  Pero al mirar más detenidamente ese momento identifiqué al hombre que sacó del juego al camillero.
Guillermo Espinosa, un demócrata de amplio historial, en su natal Santiago, y que estuvo en prisión domiciliaria durante tres años pos sus actividades pro democráticas, fue el hombre que se lanzó sobre el de la Cruz Roja.  Lo localicé por teléfono, gracias a la cortesía del Roberto de Jesús Guerra, director de Hablemos Press, en La Habana, y el abogado Ernesto Vera, en Santiago de Cuba.  Estaba en su casa, a un constado de la carretera vieja del Cobre.
Según narra Guillermo, estaba cerca del lugar y cuando vio lo que ocurría con Carrión trató de auxiliarlo. Sin pensarlo se abalanzó sobre él camillero y lo tiró a un lado. Inmediatamente después fue identificado por la policía política, que lo detuvo durante veinticuatro horas en la estación de policía conocida como Micro 9, bajo los  cargos de “desacato a la autoridad”.
Guillermo Espinosa (De izq. a Der.: con camisa blanca y bolso negro).
Guillermo Espinosa (De izq. a Der.: con camisa blanca y bolso negro).
Durante la conversación comprendí que Guillermo no sabía hasta ese momento que el incidente se conocía en todo el mundo y  él aparecía agarrando al camillero y enfrentándose al policía vestido con el pulóver negro de rayas.
-¿Por qué entraste en la bronca  y después no hiciste la denuncia de tu detención?, le pregunté.
-¿Qué denuncia iba a hacer?  Defender a ese hombre de los abusadores era lo que tenía que hacer, y lo hice.
-¿Estabas en combinación con Carrión?
-No, yo no sabía lo que él iba a hacer.  Entre a defenderlo por solidaridad, nagüe.
Al terminar la conversación, llame al Presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, y le pregunté si se conocía la participación de Guillermo Espinosa en incidente y su posterior detención.
La respuesta de Elizardo me confirmó que Guillermo era uno de esos héroes anónimos, uno de los que llevan en sí el decoro de otros muchos hombres sin decoro.

Vida a crédito

Arcadi Espada.



Paseo ayer durante todo el día, incansablemente, por los arrabales. Aunque ayuda el día seco, claro y santo el aspecto general es excelente. Limpio, cuidado, moderno y civil. Es indiscutible que el dinero público ha pagado mucha corrupción; que algunas inversiones han sido desmesuradas e inútiles. Pero la verdad general no se menciona. En las dos últimas décadas la vida en las ciudades españolas ha mejorado de modo radical y se ha hecho más igualitaria. Es probable que no hubiera dinero real para estos objetivos y que el endeudamiento haya sido la consecuencia lógica. Pero siempre me ha parecido absurdo decir que el endeudamiento se debe al vicio y al derroche, a las putas, la coca y los aeropuertos peatonales. Pocas veces como esta mañana me parece esta exageración marginal, absurda y malintencionada. El endeudamiento ha servido, sobre todo, para mejorar la vida de los españoles. Y ése es el problema realmente serio. De ahí que se necesite un gobierno que enuncie esta verdad elemental, aunque escasamente partidista, y urja a los ciudadanos a pagar las deudas no sólo de la incompetencia del partido rival, sino de algo que ha valido la pena y por lo que es preciso ahora sacrificarse y luchar.

El síndrome de Fukushima


Por Martin Freer, profesor de Física Nuclear en la Universidad de Birmingham (LA VANGUARDIA, 27/03/12):
Comúnmente, se hace referencia a los dramáticos acontecimientos que se desarrollaron en la central nuclear Daiichi de Fukushima después del maremoto del año pasado como “el desastre de Fukushima”. Basta con esa descripción para empezar a entender los importantes malentendidos que rodean a la energía nuclear.
Fue el maremoto, causado por el mayor terremoto que haya padecido jamás el Japón, que causó la muerte de más de 16.000 personas, destruyó o dañó unos 125.000 edificios y dejó el país ante la crisis más grave, según la calificó su Primer Ministro, desde la segunda guerra mundial. Sin embargo, a Fukushima es a la que se suele aplicar la etiqueta de “desastre”.
En realidad, aunque lo que ocurrió fue espantoso, se podrían interpretar los acontecimientos habidos en las horas y los días posteriores al choque de una ola gigantesca contra el muro marino de protección de la central nuclear como un notable testimonio de las sólidas credenciales de una central nuclear. Desde luego, las repercusiones medioambientales en quienes viven cerca de Fukushima pueden tardar muchos años en remediarse, pero la reacción en muchas partes –en particular, en Alemania, Suiza y otros países que inmediatamente condenaron y abandonaron la energía nuclear– demostraron la persistente falta de conocimientos sobre dos cuestiones fundamentales.
La primera es la seguridad; la segunda, la radiación. Para evaluar la energía nuclear por lo que es en realidad y no desecharla con argumentos poco más que ignorantes e intransigentes, tenemos que fomentar un diálogo mucho menos excluyente y mucho más informado.
¿Prohibirían los viajes aéreos las numerosas personas que sí que lo harían en el caso de la energía nuclear? Al fin y al cabo, los paralelismos entre las dos industrias son fundamentales para la cuestión de la seguridad.
Con frecuencia se nos dice que, estadísticamente, los viajes aéreos tienen una mejor ejecutoria en materia de seguridad que ninguna otra forma de transporte. Podría resultar útil resumir las numerosas razones relacionadas entre sí que lo explican comparando un aeroplano con una bicicleta.
Todos sabemos que un avión es un aparato muy complejo y que una bicicleta no lo es. También reconocemos que las consecuencias de un accidente aéreo pueden ser mucho más catastróficas que las de un ciclista al salirse de la calzada para tomar una curva camino de casa y de vuelta de unas compras. Así, pues, el diseño y la fabricación de un avión es muchas veces más complicado y minucioso que el diseño y el montaje de una bicicleta.
Lo mismo se puede decir de los 450 reactores nucleares, aproximadamente, que existen en todo el mundo. La realidad es que la ejecutoria de esa industria en materia de seguridad no tiene comparación con ninguna de sus rivales, que no la superan. Como los aviones, los reactores nucleares están concebidos y construidos con unas normas alucinantes.
Pese a la tensión y el miedo que rodearon la lucha contra una fusión nuclear en Fukushima, no debemos olvidar que las instalaciones –y con ellas la idea misma de una industria de energía nuclear– estuvieron sometidas a una prueba extraordinaria, en el sentido más estricto de la palabra. De no ser por unos fallos de diseño que en la actualidad no se repetirían, Fukushima habría podido perfectamente sobrevivir intacta… y la historia habría sido muy diferente.
De hecho, la energía nuclear es una propuesta más segura ahora que nunca, pero, para muchas personas, el mero espectáculo de un acontecimiento como el de Fukushima –independientemente del resultado– es suficiente para sacar la conclusión opuesta. Si un 747 se estrellara contra unas instalaciones nucleares, no es probable que se pidiera que se declarasen todos los aviones fuera de la ley, pero el clamor en pro de que se cerraran inmediatamente todos los reactores del planeta sería probablemente ensordecedor.
Recuérdese, además, que la central de Fukushima fue construida en el decenio de 1970 y que la tecnología en la que se basó databa de un decenio anterior. Sus sucesoras son radicalmente diferentes por su funcionamiento, como también el marco reglamentador, que establece criterios asombrosamente nuevos para el cuidado y la calidad requeridos en todas las fases del proceso.
Los argumentos contra la energía nuclear están profundamente arraigados en las preocupaciones por la seguridad en general y la radiación en particular. Como el accidente de Fukushima ha reforzado demasiadas opiniones y ha modificado demasiado pocas, reviste importancia decisiva que intentemos dar claridad a esas cuestiones, en particular en los países, incluido el Reino Unido, en los que la idea de una política energética sostenible sigue sin determinar.
Si bien conocemos los corolarios de altos niveles de exposición a la radiación, lo que sucede en el otro extremo de la escala es menos claro. El mundo está lleno de radioactividad –las paredes, el cemento e incluso los plátanos contienen rastros de ella– y nuestros cuerpos se han adaptado a ella. En países como el Brasil y la India, las personas viven en ambientes que presentan entre 20 y 200 veces la radiación existente comúnmente en el Reino Unido, al parecer sin efectos genéticos negativos. Algunos expertos sostienen incluso que podemos necesitar cierto grado de radioactividad para estimular nuestros sistemas inmunes.
Naturalmente, siguen existiendo preocupaciones en torno a las decisivas cuestiones de la eliminación y proliferación de residuos. Una vez más, es necesario un debate con conclusiones acordadas por consenso.
Pero para ello es necesaria una hoja de ruta que nos indique la situación actual y lo que debemos hacer. Debemos crear la necesaria cultura dialogante en la industria y en el mundo académico y debemos alentar a la población a pensar y reflexionar más. Por encima de todo, debemos aumentar la comprensión por parte del público del sector energético en conjunto.
Actualmente, hay demasiados “yo sé” y “esto es lo que firmemente creo”, procedentes con frecuencia de personas influyentes, en casos en los que no todo es blanco o negro. El de Fukushima es uno de ellos.
Aún no es demasiado tarde –no del todo– para empezar a formular el debate más amplio de la energía nuclear en un lenguaje que informe en lugar de alarmar y con términos que contribuyan a la expresión de juicios equilibrados y no a consolidar prejuicios sostenidos durante demasiado tiempo.

George Will: Drug Prohibition Is an Awful Flop. We Like It.

Jacob Sullum.



In a new column, George Will concedes that seeking altered states of consciousness is "natural," that the distinctions drawn by our drugs laws are not based on the relative hazards posed by these substances, that efforts to suppress the supply of drugs are futile, and that prohibition causes "rampant criminality," "disrespect for law," and "mayhem in Mexico," among other bad consequences. But he worries that legalization would lead to a big increase in drug addiction and the problems associated with it:
Suppose cocaine or heroin were legalized and marketed as cigarettes and alcohol are. And suppose the level of addiction were to replicate the 7 percent of adults suffering from alcohol abuse or dependency. That would be a public health disaster. As the late James Q. Wilson said, nicotine shortens life, cocaine debases it....
Legalization would mean drugs of reliable quality would be conveniently available from clean stores for customers not risking the stigma of breaking the law in furtive transactions with unsavory people. So there is no reason to think today’s levels of addiction are anywhere near the levels that would be reached under legalization.
Since Will begins the column by implicitly conceding that alcohol is morally indistinguishable from illegal drugs, it is disappointing that he leans on Wilson's comment about nicotine vs. cocaine, which is frequently cited by prohibitionists even though it is essentially meaningless. Sometimes cocaine debases life; more often (judgng from, among other things, the government's own survey data), cocaine enhances life, in the sense that it provides pleasure without causing serious problems. It is telling that Wilson picked nicotine for his comparison, since he never could have gotten away with a similarly glib claim about alcohol. Does alcohol debase life? Again, sometimes yes, but typically no. This observation tells us nothing about the proper legal status of either drug.
Contrary to Will's assertion, there are several reasons to believe that the sum total of drug addiction problems would not be much bigger, and might be smaller, if prohibition were repealed:
1) There is a ceiling to the demand for intoxication, and people may use one drug instead of another, rather than in addition to it. To the extent that newly legal marijuana replaces alcohol, for example, people will be less apt to harm themselves or others. The health risks associated with marijuana are in many ways less serious than the health risks associated with alcohol, and there is evidence that the substitution of marijuana for alcohol reduces traffic fatalities.
2) It seems likely that the people most prone to addiction are the ones who are least deterred by the barriers that prohibition erects. Assuming that's true, the addiction rate for a given drug may well be lower after legalization. There still might be an increase in the total number of addicts, but not as big an increase as you would expect based on current rates.
3) The problems associated with addiction are exacerbated by prohibition, which drives prices up, makes drug quality and purity unpredictable, spreads disease by encouraging needle sharing, impedes information about harm reduction, stigmatizes users, entangles them in the criminal justice system, and exposes them to the risk of black-market violence. For all these reasons, a legal addiction is less of a problem than an illegal one. When Will says "legalization would mean drugs of reliable quality would be conveniently available from clean stores for customers not risking the stigma of breaking the law in furtive transactions with unsavory people," he seems to think that's a bad thing. It's not.
It is important to separate addiction—a hard-to-break attachment—from its consequences. Will and Wilson both assert that nicotine kills smokers, for example, when in fact it is smoke that kills smokers. Nicotine itself is safe enough that the FDA has approved it, in various forms, as a substitute for cigarettes. Nonpharmaceutical alternatives such as snus and electronic cigarettes also are much less hazardous, for the same reason: People can consume them without inhaling combustion products. A pack-a-day cigarette smoker who switches to nicotine gum or e-cigarettes may still be addicted to nicotine, but this addiction is now a much smaller problem. Likewise, people can use pharmaceutical-quality opiates for many years without suffering serious health problems, provided they follow sanitary injection practices and do not mix depressants. In addition to eliminating the drug hazards created by prohibition, legalization would enable manufacturers to compete based on safety, offering products that minimize risk while delivering the effects customers want.
Will's addiction concerns seem to be focused on cocaine and heroin. But marijuana is far and away the most popular illegal drug, and the one that is most likely to win widespread acceptance in a legal market. When he was challenged to demonstrate his limited-government principles by supporting marijuana legalization during a televised debate last December, Will said, "I need to know more about whether it's a gateway to other drugs." (He could start here.) Will clearly has been reading up on the subject since then, and one of the sources he cites is UCLA criminologist Mark Kleiman, who favors legalizing marijuana (albeit under a ration-card system). Does Will agree with Kleiman? He promises that "a subsequent column will suggest a more economic approach to the 'natural' problem of drugs," so maybe we'll find out.
One thing that frustrates me about Will's argument is that, like most conservatives (including conservative critics of the war on drugs), he takes a purely utilitarian approach, giving no consideration to the fundamental injustice of using violence to stop people from doing things that might harm them. During that December debate, Will said, "When does X trump personal liberty? Almost never....I don't want to make safety parallel with, equal to, let alone trump personal liberty." If so, why does he let safety trump liberty when it comes to drugs?

¿Por qué desconfían de España los inversores extranjeros? Segunda Parte

Luis Garicano.



España vuelve a sufrir  una seria pérdida de confianza. Tras el giro de 180 grados del Mayo del 2010,  y la perspectiva de nuevo gobierno reformista en 2012, nuestros acreedores pensaban que España estaba en el camino hacia arriba. Ahora, tras los presupuestos y algunas raras piruetas, vuelve la pérdida de confianza. Y si es cierto que hace falta el crecimiento, que eso es lo crucial, es necesario primero que el resto del mundo confíe en que España “sabe lo que hay que hacer”. En este post voy a dejar de lado por un momento los graves problemas substantivos de fondo de la economía (que son el objeto de nuestro libro por el que quiera empezar desde 0): endeudamiento privado excesivo, endeudamiento público que no era excesivo pero que empieza a serlo (80% en el 2012 ), el sistema financiero ahogado por provisiones crecientes, malos activos y requerimientos pro-cíclicos de capital, y restringiendo el crédito a la economía, pérdida de competitividad y desempleo, abandono escolar; y me voy a concentrar sólo en el tema de la confianza que es lo que está desapareciendo en estas semanas.
Hace 2 años pusimos en NeG una entrada explicando por qué España entonces empezaba a estar en el punto de mira del mercado. Hay tres párrafos sobre la importancia de la falta de transparencia en la confianza (cito de aquel post del 4 de febrero del 2010: “Primero, nadie se puede creer que con más de 1,5 m de viviendas vacías los precios hayan caido sólo un  13% .. Los precios tienen que caer como en Phonix o en Miami, el 50%, (…); Segundo,  nadie, pero nadie, se cree los números de las Cajas. De esto ya escribimos Vicente y yo, y no quiero reincidir;  Tercero, nadie se cree los números del gobierno. Hoy ha depositado el gobierno en la Comisión Europea la actualización del programa de estabilidad del 2009 al 2013 en el que se hacen las proyecciones oficiales. A mi me han parecido muy optimistas. Una nota solo. Las tasas de crecimiento asumidas en la proyección central son del 1.8% en el 2011 y 2.9% en el 2012 (…)”)
Pues bien, de nuevo volvemos a ver al mercado desconfiar, y de nuevo, además del problema de crecimiento económico que es clave, las tres razones apuntadas siguen pesando mucho, mutatis mutando.
1. Los precios de las viviendas siguen sin ajustarse, aunque por fin se ven signos de vida. La muestra de que este proceso, si funciona, puede empezar a resolver el problema está en Seseña,como ya contamos, el kilómetro 0 de la burbuja, donde hay COLAS para comprar casas. Os recomiendo encarecidamente este artículo de El Mundo en el que anecdóticamente se muestra que, haber demanda, la hay, cuando los precios se ajustan lo que se tienen que ajustar. Mi anécdota favorita:
“  Buenos días, estaba interesado en los pisos de 65.000 euros
- Pues mire, es que ya sólo nos queda uno de dos habitaciones, y vale 77.000
- …¿ y cómo es que ha subido?
– Es que vendimos más de 400 en sólo tres días y claro, los subimos. Los pisos están muy bien, tienen piscina, pista de baloncesto..”
El precio claro, es la respuesta a todo: eran pisos que estaban en venta por 190,000 euros en 2007 que se venden, como veis, por 77,000. Ese es el ajuste que hace falta. Y cuando se haga, la gente se mudará, comprará muebles, buscará electrodomésticos, y podrá empezar su vida que ahora está en punto muerto.
En este tema, la política del gobierno ha sido una clara mejora dentro de la continuidad,  enfatizado el provisionamiento duro del suelo (hasta el 80%) lo que permite al sector financiero vender suelo sin pérdidas con grandes descuentos. Esto aumenta la transparencia y credibilidad del sistema. Pero no sirve para movilizar la demanda. El problema es que nadie quiere comprar suelo, no hay demanda por suelo, ni siquiera a precio 0.  Hubiera sido bueno forzar el provisionamiento de un activo en el que, en el momento en que haya descuentos, habrá ventas: las viviendas terminadas. Ahora es imposible, claro, porque no queda ni gota de capital para hacer una provisión más en ninguna parte. Los bancos muy grandes, por cuenta, empiezan a liquidar el stock, y eso es bueno.
2. Las cuentas del sector financiero siguen siendo un problema. Cada vez que hay una fusión o una intervención, descubrimos que las pérdidas son muchísimo peores que los que la inspección del Banco de España nos contaba:  CCM, CAM, Caja Sur, y ahora Cívica con la entrada de la Caixa, que ha dejado con un susto considerable al mercado. Prometí no escribir sobre el sector financiero dado que estoy ahora en el Consejo de una institución, y dejar a Tano Santos  y Vicente Cuñat, pero los recientes artículos de Tano, primerosegundo, y el que está ahora en la cocina sobre soluciones y será la parte 3, pero os anticipo que es verdaderamente brillante, en su conjunto son lo mejor que se ha escrito sobre el tema en nuestro país. Hay que hacer el esfuerzo para leérselos, porque el tema no es sencillo, pero creo que valen mucho la pena. La moraleja es que el capital privado querrá entrar, pero cuando sepa que no va entrar más capital público detrás que diluya al privado.
3. Y terminamos con el problema de las cuentas del Reino. Ahora el Estado no espera un crecimiento del 2.9% en el 2012, pero sigue sin inspirar la confianza que debería, a pesar de algunas buenas reformas, como la reforma laboral (que yo personalmente he apoyado, a pesar de notar que la nuestra era preferible, entre otras cosas porque en vez de quitar confianza a los trabajadores, la incrementaba al no tocar los costes de despido en el stock y facilitar la entrada en el mercado laboral) . Creo que el problema ha sido el presupuesto. No me quiero enrollar en Viernes Santo, pero cinco pinceladas aquí que pueden servir para ayudar a enderezar el problema, espero:
  1. El desvío en las cuentas nos ha costado muy caro. Hasta Noviembre se aseguraba que terminaríamos en el 6, y hemos llegado al 8.5. Esto ha sido un error imperdonable del gobierno anterior (aunque el derrumbe del cuarto trimestre tiene parte de culpa), y probablemente pasa también por que el gobierno actual ha anticipado pagos para facilitar el objetivo en 2012.
  2. El retraso del presupuesto, junto con las medidas iniciales de subir pensiones y reintroducir deducción de vivienda, ha sido muy dañino, por dos razones: ha malgastado el periodo de gracia de 100 días (¡ni uno más nos han dado!!) que nos daba el mercado y que le dieron los ciudadanos al gobierno; y ha mandado la señal de que se supeditaban decisiones urgentes a las cuestiones políticas. Esto, en este momento, es mortal.
  3. El gobierno ha confeccionado un presupuesto austero, pero que es esclavo de la oposición muy populista que hizo a las difíciles decisiones del anterior gobierno a partir de mayo del 2010, de recortar pensiones, subir IVA, congelar salarios de funcionarios. En su lugar, arrasa con todo lo que sea inversión, en capital físico o humano.  El mercado no se cree un presupuesto “austero” que no recorta pensiones y salarios de funcionarios ni toca el IVA. Necesitamos una senda de consolidación fiscal plurianual, y la única forma de lograr esto es tratar de reformar la estructura del sector público. Lo de la amnistía fiscal no hace más que empeorar la percepción que de España tienen en el extranjero, porque no es ni creíble (¿cuánto recaudaremos? Ni la más remota idea tengo, ni yo, ni nadie) ni sostenible a medio plazo.
  4. Las finanzas autonómicas: se ha perdido una oportunidad crucial para meterlas en cintura con la inyección de liquidez de los 30,000 millones a proveedores, nunca debió ser incondicional, sino que debió de requerir duras condiciones de ajuste. El mercado no se cree que las CCAA vayan a recortar otros 27,000 millones en 2012, como ha hecho el estado.
Ahora se empieza a hablar en los pasillos del “todo Madrid,” increíblemente, de que llegan las elecciones gallegas, y de la necesidad de que exista una caja gallega. Esto es una locura absoluta en este punto de la película, como lo de arreglar las sillas en la cubierta del Titanic.
Es crucial que el gobierno se olvide de las elecciones, gallegas, y de las generales de dentro de 4 años y aprenda la lección verdadera de Andalucía que es ésta: es imposible, en una situación como ésta, para ningún partido en el poder, ganar unas elecciones, y mas vale concentrarse en resolver el problema de la sostenibilidad de España y pasar a la historia. Las elecciones, lo normal es perderlas de todos modos.
Os dejo con una cita de Goran Persson, primer ministro Sueco durante su crisis, sacada del informe Fedea-McKinsey sobre como implementar las reformas que presentamos en diciembre de 2011 (¡leedlo para ver que poco caso nos hacen!) sobre lo que es clave de que funcione el programa:
”Tienes que dejar absolutamente claro que estás arriesgando tu puesto; que estás preparado para convocar nuevas elecciones o, si tu grupo parlamentario no te respalda, dimitir (…). Cualquier señal de duda o debilidad de tu compromiso condenará el programa al fracaso”.

Víctimas, 9 de abril: Fermín Monasterio Pérez, Dionosio Imaz Gorostiza y Francisco Francés Garzón

Libertad Digital.



El día 9 de abril de 1969, ocho meses después del asesinato de Melitón Manzanas, las fuerzas de seguridad del Estado habían localizado un piso franco de ETA en la calle Artekale de Bilbao, alrededor del cual se monta todo un dispositivo de vigilancia.
En el piso se encontraban algunos de los etarras que, posteriormente, serían juzgados en elConsejo de Guerra de Burgos, como Mario Onaindía, Txutxo Abrisqueta o Víctor Arana Bilbao. Estos tres fueron arrestados nada más irrumpir la policía en el piso, pero Miguel Etxebarría Iztueta, alias Makagüen, consiguió alcanzar la calle, pese a resultar herido por dos disparos.
Allí paró un taxi, conducido por FERMÍN MONASTERIO PÉREZ, al que pidió que le sacara del País Vasco y le llevase a Burgos. Fermín se percató de que estaba herido y se negó a seguir si el etarra no le explicaba el origen de las heridas. La reacción de Etxebarría fue meterle cuatro disparos a bocajarro cuando se encontraban a la altura de Arrigorriaga. A continuación, sacó a Fermín del taxi y lo arrojó malherido al suelo, se puso al volante y huyó conduciendo el vehículo. Otro taxista encontró el cuerpo agonizante de su compañero y lo llevó al Hospital de Basurto, donde falleció. Etxebarría le había alcanzado con cuatro balas: una en el corazón, otra en el tórax, otra en la ingle y la última en la mano.
Fermín fue la primera y única víctima mortal del año 1969, y la cuarta de la historia de ETA desde el asesinato de la niña Begoña Urroz Ibarrola el 27 de junio de 1960. Tras los asesinatos en 1968 de José Antonio Pardines Arcay y Melitón Manzanas González, el año 1969 fue especialmente duro para ETA. Los asesinatos de Pardines y Manzanas llevaron a una fuerte represión, que diezmó a la banda terrorista. Una buena parte de sus cuadros dirigentes tuvo que comparecer en 1970 ante el Consejo de Guerra de Burgos.
Además, los roces entre la Iglesia vasca y el régimen de Franco iban en aumento. En 1969, el asesinato de Fermín provocó que la tensión llegase al máximo, cuando se arrestó al vicario general de la diócesis de Bilbao para que aclarase qué sabía de la huida del asesino, el etarra Etxebarría Iztueta. Este había conseguido llegar con el taxi de Fermín hasta Orozco, donde fue atendido por un vecino que le curó las heridas. Posteriormente consiguió pasar a Francia, pese al impresionante despliegue de las fuerzas policiales que detuvieron a casi un centenar de personas.
Etxebarría sería detenido, casi treinta años después, el 2 de abril de 1998, en la localidad mexicana de San Luis Potosí. Sería condenado a 8 años por fabricación de explosivos para la banda terrorista. No fue juzgado por el asesinato de Fermín, por ser anterior a la amnistía de 1977.
Fermín Monasterio Pérez tenía 38 años. Era natural de Burgos y llevaba cinco años trabajando en Bilbao de taxista. Estaba casado y dejó huérfanas a tres hijas: Rosario de 12 años, Adoración, de 10, y María del Mar, de 4.
Diez años después del asesinato de Fermín Monasterio, el 9 de abril de 1979 la banda terrorista asesina a DIONISIO IMAZ GOROSTIZA, dueño de un modesto taller mecánico en Villafranca de Ordicia (Guipúzcoa).
Dionisio fue sorprendido por dos miembros de ETA en el momento en el que se disponía a retirar su automóvil del taller mecánico, con el objeto de dejar paso a otro coche propiedad del contable del taller, Obdulio López Ruiz. Todas las mañanas la víctima realizaba a pie el trayecto de apenas trescientos metros que separaban su domicilio del taller. Su contable le esperaba en la puerta del local, para que Dionisio quitase su vehículo y poder así sacar el suyo, que guardaba en el taller por las noches. En el momento en que realizaba la maniobra, los etarras, con la cara cubierta por capuchas, le dispararon cinco tiros a bocajarro. A continuación, los dos pistoleros huyeron en otro vehículo, donde les esperaba un tercer miembro de la banda.
Los terroristas pertenecían al Comando Txefe Sarasola, desarticulado por la Policía once meses después, en marzo de 1980. El Txefe Sarasola estaba integrado por Eugenio Antonio Irastorza Fernández, Agustín Cortés Lorenzo, Francisco Senar Ijurco. Un cuarto miembro, Agustín Imaz Sorozábal, consiguió huir en ese momento, aunque sería detenido en 1987.
En 1981 fueron condenados a 29 años por el asesinato de Dionisio dos de los miembros del Txefe Sarasola: Eugenio Antonio Irastorza Fernández y Agustín Cortés Lorenzo.
Dionosio Imaz Gorostiza tenía 55 años. Estaba casado y tenía una hija. Era de ideología tradicionalista moderada.
Dieciséis horas después del asesinato del policía Vicente Sánchez Vicente, ETA asesinaba de nuevo a un miembro de la Policía Nacional, FRANCISCO FRANCÉS GARZÓN.
Eran las siete de la mañana del 9 de abril de 1981, cuando cinco terroristas tendieron una emboscada a los miembros de dos dotaciones de coches patrulla que habían acudido a instalar un control en las carreteras de acceso al centro de Bilbao. Apenas descendieron de los vehículos para colocar las señales indicativas correspondientes, fueron tiroteados desde una distancia de unos sesenta metros con fusiles Cetme, metralletas y escopetas de postas.
Resultaron heridos tres policías de los siete que formaban la dotación: Francisco Francés Garzón,Antonio Muñoz Muñoz y Antonio Prado Martín. El resto de los componentes de las dotaciones de los dos vehículos policiales intentó repeler la agresión, pero la furgoneta de la que habían descendido los etarras desapareció rápidamente. La huida se vio probablemente favorecida por la intensa niebla de ese día.
La furgoneta utilizada por los terroristas, propiedad de la empresa Limpiezas Villar, había sido robada en el vecino barrio de Santutxu veinticinco minutos antes del atentado. Su conductor fue abandonado maniatado en las cercanías del lugar. 
Los tres policías heridos fueron inmediatamente trasladados por sus propios compañeros a la clínica de la Virgen Blanca, situada apenas a trescientos metros del lugar del atentado. En ese mismo centro sanitario había sido atendido unas semanas antes el teniente coronel Ramón Romeo Rotaeche, asesinado el 21 de marzo.
Francisco Francés ingresó en la Virgen Blanca en estado agónico y falleció poco después por un paro cardíaco ocasionado por las heridas sufridas en ambos muslos, con desgarro de partes blandas. A Antonio Muñoz Muñoz se le apreció herida por metralla en tórax y hombro derecho, de pronóstico reservado, y a Antonio Prado Martín, herida en cara posterior del muslo izquierdo, de pronóstico leve.
Tras realizársele la autopsia en el depósito del Hospital Civil de Basurto, el cadáver de Francisco Francés fue trasladado al cuartel de la Policía Nacional de Basauri, en una de cuyas dependencias estaba instalada la capilla ardiente con los restos del policía Vicente Sánchez, asesinado el día anterior. Pocos minutos después, ambos féretros eran colocados en el patio de armas del cuartel, donde se celebró el funeral de cuerpo presente. Entre las personalidades asistentes estaban el ministro del Interior, Juan José Rosón, el delegado en la comunidad autónoma, Marcelino Oreja y el general Sáenz de Santamaría.
ETA asumió la autoría del atentado en el mismo comunicado en el que reivindicó el asesinato de Vicente Sánchez Vicente. 
Francisco Francés Garzón, de 29 años, era sevillano. Pertenecía a la XIX Compañía de la Reserva General de la Policía Nacional, con base en Granada. Llevaba sólo una semana en el País Vasco. El 10 de abril fue enterrado en el cementerio de San Fernando en Sevilla. Estaba casado, tenía dos hijas de corta edad y su mujer estaba embarazada en el momento del atentado.

Estructuras de la edificación I. 2011

Apuntes.


Universidad Politécnica de Cartagena. Open Course Ware.


Incluyo estos apuntes entre mis documentos sobre Estructuras.








Estructuras de edificación I

 
Manuel Santiago Torrano Martínez

Departamento de Estructuras y Construcción
Área de Mecánica de Medios Continuos y Teoría de Estructuras
Titulación en la que se imparte: Grado en Arquitectura
Diciembre, 2011  



Descripción de la asignatura:


La asignatura tiene por objetivo general que el alumno adquiera los conocimientos fundamentales de la mecánica de sólidos deformables y de los comportamientos elástico, plástico y resistente de los materiales más habitualmente utilizados en edificación. La asignatura Estructuras de edificación I aporta al alumno los conceptos y herramientas básicos de la Elasticidad y de la Resistencia de materiales, que éste utilizará en diversas asignaturas del módulo técnico, así como en el desempeño de su labor profesional. 


 Asímismo se introduce al alumno en el uso de programas informáticos como ayuda al cálculo de esfuerzos, de desplazamientos y tensional de sistemas estructurales básicos.

Hedy Lamarr