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Manifiesto de los libres e iguales

España vive un momento crítico.

El secesionismo catalán pretende romper la convivencia entre los españoles y destruir su más valioso patrimonio: la condición de ciudadanos libres e iguales. El nacionalismo antepone la identidad a la ciudadanía, los derechos míticos de un territorio a los derechos fundamentales de las personas, el egoísmo a la solidaridad. Desprecia el pluralismo social y político, y cuando trata de establecer fronteras interiores arrincona como extranjeros en su propio país a un abrumador número de ciudadanos.
El secesionismo catalán se hermana con el populismo antieuropeo y promueve la derrota de la democracia española. Evitar esa derrota es responsabilidad de todos y la primera obligación de los partidos políticos.
Hasta ahora el desafío secesionista no ha recibido la respuesta que merece. España es hoy un Estado a la defensiva y en sus élites prevalecen el tacticismo y la resignación. No existe un auténtico debate público sobre el fondo gravemente reaccionario del nacionalismo ni sobre las consecuencias de su proyecto para la libertad, la igualdad y la seguridad de los ciudadanos. En cambio proliferan maniobras opacas para ofrecer nuevos privilegios al nacionalismo a costa de la soberanía de los españoles.
En estas circunstancias, los abajofirmantes, ciudadanos radicalmente comprometidos con los principios constitucionales de la libertad y la igualdad, entendemos que es imprescindible abrir un debate público que informe y comprometa al conjunto de los españoles. Nosotros asumimos la responsabilidad y pasamos a la acción.
Reclamamos al Estado que aplique toda la ley y advierta con claridad de las consecuencias de violarla. Ninguna infracción debe quedar impune y ninguna sentencia puede ser desacatada.
Pedimos a los partidos políticos que se identifican con los principios de libertad, igualdad, justicia y solidaridad que demuestren su compromiso con hechos. El Partido Popular, el Partido Socialista, Unión Progreso y Democracia, Ciudadanos, y cuantas formaciones quieran preservar las bases de nuestra convivencia democrática, deben:
1. Reivindicar la Constitución como consigna de ciudadanía y convivencia, sin renunciar a las reformas cíclicas que permitan que España sea una nación cada vez más integradora y de mayor calidad democrática.
2. Rechazar cualquier negociación que con el pretexto de evitar el conflicto que plantea el secesionismo catalán limite la soberanía del conjunto de los ciudadanos y el ejercicio de sus derechos.
3. Alcanzar un pacto público, solemne y conciso que establezca un compromiso transversal de unidad de acción frente al secesionismo y garantice la decisión de someter al referendo común cualquier alteración de las bases constitucionales.
Finalmente, nos dirigimos a todos los ciudadanos españoles.
Les pedimos que trabajen organizadamente por la deslegitimación intelectual y política del nacionalismo y que se movilicen con nosotros en defensa de la comunidad de libres e iguales que es responsable de la época más justa y fértil de la historia de España.
En Madrid, a 15 de julio de 2014

La educación sin el Estado, por Lorenzo Bernaldo de Quirós

El Mundo.


En su ensayo Sobre la libertad, John Stuart Mill escribía: «Una vez admitido el deber de imponer la obligación de la educación universal, se pondría fin a las dificultades acerca de lo que debiera enseñar el Estado y cómo debiera enseñarlo, que convierten hoy el tema en un mero campo de batalla para sectas y partidos». Esta cita enmarca la reciente polémica entre el Ministro de Educación con su declaración a favor de «españolizar a los alumnos catalanes» y la oposición a esta tesis expresada por el presidente de la Generalitat, con su poco afortunada frase de que el Gobierno central quiere educar a los escolares de Cataluña en el ideario de la España «una, grande y libre». Ambas posiciones muestran las nefastas derivadas de una educación controlada por los poderes públicos.
La discusión sobre la intervención estatal o autonómica, da igual, en la esfera educativa no se refiere a la obligatoriedad de la enseñanza, sino a que el Gobierno central o los periféricos controlen la totalidad o una parte sustancial de la oferta de servicios de educación como sucede en España. Cuando esto ocurre, existe el peligro, respaldado por la experiencia, de que las distintas administraciones intenten organizar la enseñanza de tal modo que les permita moldear la mente de los alumnos a favor de sus posiciones políticas e ideológicas. Esto constituye no sólo un mecanismo de empobrecimiento del capital humano de cualquier Estado, sino un serio riesgo para la libertad. Si una población educada es básica para el mantenimiento y florecimiento de una sociedad libre y democrática, ésta es por definición plural y no ha de sustentarse sobre un esquema de valores único y monopólico instaurado desde el poder.
Los riesgos del estatismo educativo se acentúan en los Estados multinacionales. La respuesta a la pregunta de a quién corresponde dirigir la enseñanza tiende a convertirse en una causa de fricción entre las distintas nacionalidades integradas en una estructura estatal. En este escenario, la estatización de la instrucción se transforma en una fuente crónica de conflicto entre quienes aspiran a aplicar planes educativos uniformes en todo el ámbito estatal y quienes aspiran a hacer lo mismo en las administraciones periféricas. Las asignaturas científicas en el sentido de que es posible impartirlas acudiendo a criterios objetivos son sólo una parte de los programas. Esto significa que una gran parte de la formación de las escuelas se deriva de juicios valorativos, lo que en un modelo de enseñanza pública equivale a imponer a los alumnos el esquema de valores de los gobernantes y/o de las burocracias de la enseñanza.
La educación es el proceso a través del cual se transmite a las nuevas generaciones no sólo el conocimiento, sino los principios sustentadores de una determinada forma de vivir y de organizar la sociedad. Esto implica enseñar a los niños las diferencias entre lo correcto y lo incorrecto, sobre lo que es importante en la vida, etcétera, y por tanto ha de estar dentro del ámbito de decisión de las familias y no del de los políticos o del de los burócratas. En una sociedad plural y, por tanto, compleja, un mercado monopolístico, incluido el educativo, no es capaz de reflejar los valores y satisfacer las preferencias de todos los padres. Cuando se pretende forzar una falsa uniformidad desde el poder, el conflicto está servido y la instrucción de los niños degenera en un estéril y dañino conflicto entre los diferentes partidos e ideologías. Así pues, el debate real no es entre quienes quieren españolizar o catalanizar a los alumnos, sino entre quienes están dispuestos a conceder a las familias libertad para decidir cómo y quién ha de educar a sus hijos y los que pretender asignar esa tarea a las autoridades públicas. Esa es la realidad del problema.
Desde esta óptica, la función del Estado ha de ser la de regular, no la de suministrar servicios educativos y debe restringirse a exigir el cumplimiento por parte de las escuelas de unos estándares mínimos, ceñidos al conocimiento de los hechos y de las ciencias positivas dejando la enseñanza de materias como la política, la religión u otros tópicos polémicos a la libre elección de los padres.
En este marco, el Gobierno o gobiernos obligaría a todos los colegios a enseñar ciertas cosas pero no les impediría impartir otras. Por tanto, los alumnos podrían ser educados en el budismo, en el cristianismo, en cualquier otra confesión o en ninguna si las familias tuviesen libertad de elegir a qué escuela llevar a sus hijos para proporcionarles, más allá de los estándares señalados, una instrucción acorde a su concepto de la buena vida, a su ideario personal. Esto implica despolitizar la educación, único camino para evitar conflictos sobre aspectos que, por definición, son opinables y, en consecuencia, subjetivos.
Este enfoque es incompatible con un modelo educativo basado en el control estatal de la enseñanza. Como planteó Milton Friedman en su libro Capitalismo y Libertad es posible sufragar la educación con cargo a los impuestos sin mantener escuelas públicas, facilitando a las familias un chequeescolar para financiar los gastos escolares de sus hijos pagando con esos bonos o cheques los colegios de su elección. Si los padres optan por llevar a sus hijos a un centro educativo cuyo coste es superior al importe del bono tendrán que cubrir esa diferencia con sus propios recursos. Este sistema ofrece múltiples combinaciones posibles, incluida la coexistencia de la enseñanza pública y la privada, eso sí, compitiendo en igualdad de condiciones, y se sustenta en un principio: el Estado subsidia a los padres y éstos deciden la escuela y la formación que desean para sus hijos.
Los bonos escolares, como todos los mecanismos de libre mercado, protegen los derechos de todos, de las mayorías y de las minorías. Si, por ejemplo, el 60% de las familias catalanas desea un tipo determinado de educación, el otro 40% podría utilizar su cheque educativo para decidir la que ellos demandan para sus hijos. Desde luego, esto no es conciliable con un planteamiento en el cual se piensa que la misión de la enseñanza es fabricar buenos ciudadanos españoles o buenos ciudadanos catalanes, tarea imposible de abordar con una mínima objetividad. El tema es formar individuos con la mejor dotación de capital humano disponible y libres para proyectar su vida como deseen, salvo que los gobiernos se lo impidan.

Éxodo legal o ilegal, pero mantenido

Cubanet.

MIAMI, Florida, 19 de octubre, (Redacción, www.cubanet.org).-Antonio G. Rodiles es –a juzgar por su imagen- un joven formal que a veces usa cuello y corbata para determinados actos públicos, como se deja ver en la portada de un video clip donde aparecen otros de su generación en la campaña Por otra Cuba.
También es un líder de opinión que desde la sapiencia académica está enfocando los aires de cambios hacia una transición pacífica y sin rencores; desde la responsabilidad que obligatoriamente debe tener un sector activo de la sociedad no mayor de 30 años, un sector poco contaminado con el miedo a la expresión libre inducido durante décadas por la dictadura.
Su espacio de reflexión, denominado Estado de Sats, como plataforma se mueve mucho más allá del panel temático para integrarse con la creación artística contestataria correspondiente a su tiempo, como mismo hicieron en su momento otros creadores igualmente vanguardistas que terminaron en el exilio. Pero el tiempo de Rodiles es además el de la comunicación rápida vía Twitter o Facebook, el del agotamiento más que evidente del castrismo y el de posicionamientos de los estratos de la sociedad de cara a una Cuba democrática, aunque primero haya que vivir un período de transición.
En eso parece que están de acuerdo Rodiles, la bloguera Yoani Sánchez y muchos artistas jóvenes que van quedando en la isla, cuya opinión es que Cuba está cambiando desde abajo; esto quiere decir desde la sociedad civil.
La campaña Por otra Cuba, promovida entre otros por Rodiles, anuncia conciertos de música reivindicativos, pero la policía política los tiene muy vigilados y trata de intimidarlos.
En entrevista telefónica con CUBANET, este activo disidente (sin miedo a la palabra, que significa disentir) dijo que la situación interna en la isla es extremadamente difícil, de máxima convulsión social. Manifestó interés con los recientes cambios migratorios implementados por el gobierno de Raúl Castro, pero “hay que ver las medidas cómo se desarrollan en la práctica”, puntualizó.
“Por ejemplo, cuando se introdujeron los cambios que en un principio beneficiarían al negocio privado, la gente estuvo muy contenta, y a la vuelta del tiempo las cafeterías están cerradas y las tiendas de textiles solo venden ropa de segunda mano”.
“Con respecto a la nueva ley migratoria, o al retoque de la anterior, todo parece indicar que se trata de un éxodo legal para no perder profesionales. Hay que tener en cuenta que, solo desde el año 1994, existe un éxodo mantenido de unos 40 mil cubanos al año, y esa cifra alarma a cualquier país del mundo, mucho más al nuestro que es un país pequeño”, reflexionó Rodiles.
“Pero mi perspectiva es positiva”, dijo al final de la conversación.
Correcto, sosegado y preciso con las palabras, Rodiles se empeña en un acercamiento entre las dos Cuba, la del exilio y la de adentro, porque, en definitiva, la nación es la misma. La limpieza de su discurso muestra esa claridad del pensamiento que tanto detesta el régimen. Pero siempre hay intelectuales capaces de deslindar el Estado de la Nación.

Naufragan cubanos cerca de Isla Mujeres: mueren dos

Diario La Verdad.


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El sueño de un grupo de balseros cubanos termino en tragedia, ya que a unos kilómetros de Isla Mujeres naufragó su embarcación. Al menos diez de ellos salvaron la vida pero otros dos perecieron.
Los hechos sucedieron alrededor de las siete de la mañana cuando se dio aviso a la policía municipal sobre una embarcación tipo “hechiza” con varios cubanos a bordo, los cuales pretendían bajar en la playa conocida como la Media Luna.

Según los cubanos, su frágil embarcación fue destruida por el fuerte oleaje y los fuertes vientos del norte. El intenso movimiento provocó que varios cubanos cayeran al mar mientras que otros lograron llegar a tierra.
Aunque la policía logró asegurar a 10 cubanos en Playa Media Luna, se desconoce si eran todos los que pretendían escapar de Cuba. El cuerpo de uno de ellos recaló en la orilla de la playa y el una mujer fue rescatado por elementos de la Secretaría de Marina Armada de México. Los cubanos quienes recibieron atención médica oportuna, consternados por la crisis nerviosa, confirmaron que eran 23 los indocumentados que venían a bordo, entre ellos 5 mujeres, pero desconocían el paradero de los demás, pues sólo 10 permanecían en el lugar.
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Según los náufragos, venían 23 en la balsa, de los cuales fueron asegurados 10 entre ellos una mujer y dos más murieron.
Las autoridades emprendieron una búsqueda por cielo, mar y tierra para dar con el paradero de los once cubanos más que siguen desaparecidos, entre ellos tres mujeres más.
Anariris García, la única mujer rescatada, explicó que ellos habían salido de Cuba desde hace 10 días, pero que hoy al llegar a Isla Mujeres, la embarcación fue presa de la fuerte marejada, motivo por el cual cayeron al agua prácticamente todos.
Confirmó que todos los alimentos se habían agotado, pero que su propósito era llegar a México para después llegar hasta Estados Unidos en donde ellos tienen familiares.
Mientras ella atendía a los medios de comunicación, otros compañeros de ella lloraban y se abrazaban dando gracias a dios de haber llegado con bien.
Sin embargo, tenían preocupación por sus demás compañeros, a quienes literalmente se los “tragó” el mar.
Elementos del Instituto Nacional de Migración arribaron a Isla Mujeres para hacerse cargo de los 10 náufragos mientras que la Armada de México intensificaba rondines en varias partes de la Isla para tratar de localizar a los demás indocumentados.
Los que fueron rescatados con vida responden a los nombres de Enrique Pérez Martínez, 38 años, Rubén Jorge López Rivas 29, Joel Fernández Rodríguez de 41, Abel García 34, Anairis García Bernal de 27 años, Carlos Fernández Hernández de 29, Sergei Torres Lazo de 36, Alberto Ariel Martínez de 27, Riquelme Puerta duran de 20, Julián Cirriso Pérez de 23.
Mientras que los fallecidos, fueron identificados como Maydelin García Belis y el otro sólo lo conocen como el “Rompecalles”.

Cuba. Entrevista a Luis Felipe Rojas por Ernesto Santana Zaldívar

Cubanet.

LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -Conocí a Luis Felipe Rojas hace casi diez años, en Pinar del Río, durante un evento literario. Entonces tenía unos magníficos dreadlocks de rastafari, creo que también llevaba algún tipo de gorro tejido, algo así. Era callado, sonriente, agradable y, sobre todo, muy buen poeta. Daba la impresión de que ya nada podía impresionarlo mucho. Prefería escuchar mucho más que hablar y también prefería caminar despacio. Estoy seguro de que pertenecía a esa vanguardia que prefiere pasar invisible, que no quiere llamar la atención ni acaparar miradas, que prefiere sentarse a escribir cualquier cosa antes que sentarse a tertuliar de literatura con las infinitas especies tertulianas que uno puede encontrar por aquí o por allá, tranquilamente, tomando té. No parecía apurado ni había signos de urgencia en sus ojos enormes y calmos. Creo que nunca me equivoqué tanto. Su apacible apariencia escondía urgencias desbordantes, insinuadas primero en su poesía, comenzadas a desnudar luego en el bravo proyecto de la revista Bifronte y llevadas después a una expresión constante y enérgica en Cruzar las Alambradas. Este blog ha sido reconocido por muchos como uno de los espacios más intensos de reflexión social, de libertad de pensamiento y de denuncia de la realidad cubana contemporánea, concebido y realizado, para colmo, desde un humilde pueblo del oriente del país, zona en donde la policía política tiene enormes poderes y una impunidad casi absoluta para reprimir cualquier intento de libre expresión y de inconformidad.
Luis Felipe estudió dos años de Filología en Santiago de Cuba y un semestre en La Habana, pero sus exámenes no les gustaron a tres profesores “y eso bastó para «irme del aire», cuenta él. Deambuló por Cultura Municipal en San Germán hasta que por fin se convirtió en un flamante Instructor de Arte en la especialidad de Teatro. Luego se dedicó a hacer teatro aficionado, profesional y hasta clandestino, pero, más allá de todos esos avatares, nunca dejaba de escribir y, contra viento y marea, logró publicar libros como Secretos del monje Louis en 2001, Animal de alcantarilla en 2004, Cantos del mal vivir y Anverso de la bestia amada en  2005, además de algunos cuentos en la Nueva Gaceta de Cuba, Encuentro y otras cuyo nombre “me matas pero ni me acuerdo”. En 2006 fue expulsado del tercer año de Comunicación social.
En estos días, a pesar de las inimaginables dificultades que tiene para poderse comunicar por correo, y aprovechando una breve estancia suya en La Habana, por fin hemos podido restablecer el contacto y Luis Felipe Rojas, poeta, bloguero y ciudadano de excepción, no obstante lo apretado de su tiempo, ha tenido la amabilidad de conceder esta entrevista para Cubanet.
CN – ¿Cómo fue tu inicio en la literatura?
Luis Felipe Rojas – Pues como casi todos los guajiritos de Oriente: en un taller literario, en la escuela, enamorando jevitas con horribles plagios de Neruda y Benedetti y aun como peores epígonos de Onelio Jorge Cardoso. Ese es todo mi abolengo.
CN – ¿Cómo surgió la revista Bifronte? ¿Quiénes trabajaron en ella? ¿Cómo terminó?
LFR – Pues fue una idea mía, pero la mejoraron Ramón Legón y Michael Hernández Miranda, letrados, teóricos, tipos de verdad de Letras y sin mi improvisada pretensión de hacer una revista. Yo más bien fui asumiendo el trabajo de zapador, de ir buscando colaboradores. Hasta que vinieron los guapitos del G2 en Holguín, claro, enviados por los chicos de Villa Marista. El Padre Olbier Hernández Carbonel nos tiró un cabo de mil demonios, se tomó la pelea para él y nos acompañó hasta que el hoy obispo de Holguín (Emilio Aranguren) nos llamó a Michael y a mí a una larga mesa, para una larga conversación, y nos dijo que esa publicación no era de interés para la diócesis (todavía me da risa cuando la gente se queja porque les han dado un tiro de gracia), ja. Terminaron llamando a las oficinas del G2 en Holguín incluso a aquellos que no habían participado todavía. Así fue el rastreo, el perreo que formaron. Todavía creo que la Iglesia, nuestra Iglesia, hubiera podido luchar más por un proyecto totalmente literario como aquel.
CN – ¿Cuándo y por qué comenzaste a escribir tu blog Cruzar las alambradas? ¿Qué reacciones ha provocado?
LFR – Bueno, yo empecé con el blog Animal de Alcantarilla, en Encuentro en la Red, antes de que “alguien” en Madrid la partiera como un lápiz (porque, está claro, eso lo hizo “alguien” con mucho odio). Después me llevé el animal para Diario de Cuba y cuando vino la crisis lo puse en Voces Cubanas, pero ya con el nombre de Cruzar las alambradas, que me cuadra más. Las reacciones han sido públicas, como las de los polis en Holguín, Santiago y La Habana. En Guantánamo, un jefesón me dijo que no me dejarían entrar más hasta el año 2030!. Lo otro ha resultado ser un amorío con medio mundo, con muchísimos comentarios de aliento y de fuerza, con una gran ayuda de todo tipo: dinero del bolsillo de gente en Miami, Londres, Madrid, Berlín, desde medio mundo me han pagado horas de Internet, la ida y el regreso entre La Habana y Bayamo. Eso no puedo esconderlo. Hay que decir que la gente ayuda y que ayuda lo que nadie se imagina.
CN – ¿Cómo describirías el activismo opositor y la represión del gobierno en las provincias orientales (que tú llamas “el corazón del horror en Cuba”) en comparación con La Habana?
LFR – A mí no me han reprimido lo bastante como a otros, pero sé que hay una orden —que no es desde el nivel de provincia— para fustigar a los disidentes Cuba adentro. Es diferente. No quiero que nadie se ofenda, pero no perdonan un resquicio de libertad y esfuerzos en Placetas, Palmarito de Cauto y hasta en Baracoa no han faltado. Mis hermanos los Lobaina, José Daniel Ferrer, Antúnez, los Sigler Amaya y muchos más, han abierto tantos espacios como los que hay en La Habana, pero los perros de verde olivo han metido casi literalmente los tanques en esos pueblos de Dios. Allí nadie puede presentar una revista, hacer una exposición artística o un simple recital de poesía, porque te tumban la casa a pedradas, te duplican a los fascistas de las brigadas de Respuesta Rápida, y mucho más. Repito, es genial que se haga algo así en casa de mis amigos y hermanos en La Habana donde tú y yo hemos coincidido, pero es una política distinta para El Monte, ¿eh?
CN – ¿Cuáles son los procedimientos y métodos que ha usado la policía política para intentar silenciarte?
LFR - Intentar hackearme el correo, el blog. Apartar a todo el que se me acerca, decirle a todos que soy de la policía, detenerme por varios días, cercar mi casa por más de una semana, apedrear mi casa, aterrorizar a mis hijos de tres y nueve años, expulsar a mi esposa del trabajo, quitarme un laptop de 40 GB (eso da risa). Creo puedas ver qué poco originales son. Además, creo que me han filmado bebiéndome una cerveza nacional, un ron de veintitrés pesos, tirándole un piropo a una súper mulata en Santiago de Cuba y algunas tropelías más que ya usarán un día. Si con este rosario de acosos no te basta, pues me quedan más en la guantera. Yo me sigo autodefiniendo como el esclavo de aquella telenovela cubana: “Yo soy Juan Calesero, el que le levantó la mano a su amo”. Solo que yo hasta intenté darle un machetazo.
CN – Escribiste en una ocasión: “Al principio de la revolución se criticaba al sistema capitalista por la «explotación del hombre por el hombre». La revolución sustituyó eso por «la explotación del hombre por el estado». ¿Crees que eso sigue vigente en estos días?
LFR – La gente que me sirve de fuente obligatoria a diario piensa que no es vida vivir con diez dólares al mes (en La Habana y en Miami se dice que el promedio es de veinte), pero que “esto” (se refieren a la Revolú) es mejor que lo que vendrá. Ahí está la verdadera explotación, en haberlos hecho robots y esclavos sin que lo sepan, o aunque lo sepan. Tienen miedo a rebelarse como lo hicieron mis antepasados en el siglo XVIII. Ese es el legado castrista para el Hombre Novísimo.
CN – ¿Cómo ves la situación actual del país? ¿Te parece que hay algún avance? ¿Tienes alguna esperanza de mejoría?
LFR – Claro, vamos siempre adelante, ¿o tú no lees las consignas en las paredes desvencijadas de esta Habana que se nos cae a pedazos? Entreabren las piernas del palacio para el trabajo por cuenta propia y entrecierran las tetas cuando se trata de que estos se sirvan la comida y otros insumos de mejor calidad que venían de la Yuma. El que espere otra cosa, pues está muy jodío, y que me perdonen los socitos míos que se intentan abrir espacio soñando que sentarán al régimen así, invitándolos a sentarse y ya. Ojalá me equivoque, te lo juro. La mejoría la tenemos que hacer entre todos los cubanos y no entre todos los inconformes.
CN – ¿Estás de acuerdo con el opositor Antúnez cuando dice que “no es lo mismo ser un negro opositor que un blanco opositor, un preso político negro que uno blanco”?
LFR – Yo he sido injuriado por las turbas, que me han dicho “negro de mierda” o que “si hubiera nacido en el capitalismo el Ku Klux Klan me hubiera arrancado la cabeza”. Un mayor de la Seguridad del Estado en Holguín le dijo al poeta Rafael Vilches que yo solo era “un negro en San Germán”. La gendarmería política holguinera es mayoritariamente blanca, hay pocos oficiales del G2 que sean negros y eso se nota cuando te injurian, eso lo saben el Coronel Lázaro, el Teniente Coronel Riolán y los Mayores Douglas y Chapman. El último racista con que tropecé es un tal Saúl Vega, que atacó mi casa con pintura de aceite y envió sus perritos falderos a que me acosaran a mí y mi familia. Estoy de acuerdo con Antúnez, pero preferí contar mi historia particular, lo que yo he vivido.
CN – Advertiste en una ocasión que “la policía política amenaza a los opositores y luego pretende hacer pasar por accidentes el cumplimiento de esas amenazas”. ¿Te parece que eso se aplica al caso de la muerte de Oswaldo Payá y el dirigente opositor Harold Cepero Escalante, que lo acompañaba?
LFR – Oye, socio, después que tú impulsas a doscientas personas en una turba vociferante contra un disidente en un acto de repudio, envías a “agentes” en la noche a apedrear techos y ventanas, pones una pistola encima de la mesa para asustar o intentar asustar a un opositor, ¿cómo pretendes que la gente crea que Laura Pollán no fue inyectada, que el perro Jefe de la Prisión Kilo 8 en Camagüey no le negó el agua a Zapata por dieciocho días? ¿Cómo negar la muerte inducida a Wilmar Villar y la paliza mortal a Bebo, El Estudiante? El pobre de Carromero, muerto de miedo y vuelto a nacer, no convence ni al más ingenuo de los cubanos. A mí un solo hecho me convence: al opositor Denis Pino Basulto, en Holguín, le pusieron una bolsa de nylon en la cabeza para “asustarlo”. ¿Y si se hubiera muerto? A mí no me convence ya nadie de que no son gente sin alma. Varias veces los he invitado a que me demuestren lo contrario. Ellos tienen la fuerza, yo tengo los hechos, las conversaciones de los miembros de la resistencia, las fotos de los apedreados, los ojos llorosos de mujeres asustadas y de niños (los míos) con trastornos del sueño para siempre.  Gracias por este espacio, mi hermano.

Tough Luck by Bryan Caplan

Econlog.

"What if a poor person gets sick, doesn't have insurance, and can't get friends, family, or charity to pay for treatment?"

"What if an elderly person gets defrauded out of his entire retirement and the perpetrator vanishes into thin air?"

"What if a child is starving on the street, and no one voluntarily feeds him?"

"What if someone just can't find a job?"

If you're a libertarian, you face what-ifs like this all the time.  The point, normally, is to make you say, "Tough luck" and look like a monster.  What puzzles me, though, is why libertarians rarely ask analogous questions.  Like:

"What if Congress passes an unjust law, the President signs it, and the Supreme Court upholds it?"

"What if the government conscripts you to fight in an unjust war, and you die a horrible death?"

"What if a poor person drinks and gambles away his welfare check?"

"What if the government denies you permission to legally work?"

"What if the President decides your ethnicity is a national security risk and puts you in a concentration camp, and the Supreme Court declares his action constitutional?"

"What if a person lives an extremely unhealthy lifestyle, so by the time they're retired, they're in constant pain no matter how generous their Medicare coverage is?"

"What happens if a President lies to start a war, and voters don't particularly care?"

Once you start the what-if game, it's hard to stop.  Name any political system.  I can generate endless hypotheticals to aggravate its supporters.  The right lesson to draw: Every political perspective eventually has to say "Tough luck" when confronted with well-crafted what-ifs.  There's nothing uniquely hard-hearted or cruel about libertarianism.  Defenders of democracy, nationalism, liberalism, conservatism, the American Constitution, and social democracy all eventually sigh, "Life's not fair," or "Well, what do you want me to do about it?"

The obvious reply is that some of these hypotheticals are more realistic than others.  But that puts the critics of libertarianism on extremely thin ice.  None of my alternate what-ifs are fanciful.  Several of them - lethal conscription, unhealthy lifestyles, denying foreigners the right to work, mendacious wars -  have happened or continue to happen on a massive scale in the most democratic nations on earth.  In contrast, we've never seen a rich, modern, libertarian society.  For all we know, private charity in Libertopia would more than suffice to end absolute poverty.  Stranger things have happened.

Why the double standard?  The root, I suspect, is status quo bias.  Most people tolerate the unpleasant ramifications of the status quo because they're used to them.  You might get conscripted and die a horrible death?  Oh well, that's life.  Most people won't tolerate the unpleasant ramifications of libertarianism because they're used to a world where government says, "We'll never let that happen."  But what's so great about that assurance, when it's bundled with a long list of other evils that governments blithely tolerate - or actively commit on a grand scale every day?  


El show de Correa con Assange

por Andrés Oppenheimer.


Mientras el presidente populista de Ecuador Rafael Correa intensifica su ofensiva internacional para dar asilo político al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, un conocido periodista ecuatoriano que está pidiendo asilo político en Estados Unidos tiene algunas interesantes perspectivas sobre los motivos que hay detrás de este último show mediático del presidente de su país.
Emilio Palacio, ex columnista estrella del diario ecuatoriano El Universo y autor del libro de próxima aparición titulado “El periodista de los 80 millones”, dice que la campaña de Correa a favor de Assange no tiene como propósito único reparar su imagen como el enemigo número uno de la libertad de prensa en Ecuador, sino que también es parte de su ofensiva propagandística para ganar espacios políticos en el campo de la izquierda radical latinoamericana.
Según Palacio, Correa sospecha que el presidente venezolano Hugo Chávez y el líder histórico cubano Fidel Castro morirán pronto, y está tratando de proyectar su propia imagen internacionalmente para convertirse en el nuevo líder del ALBA, el bloque de países actualmente liderado por Venezuela.
Palacio es uno de varios periodistas ecuatorianos que han sido víctimas del ataque sistemático de Correa a la libertad de prensa en Ecuador, según los principales grupos de defensa de la libertad de prensa —incluyendo el Comité de Protección de Periodistas, Human Rights Watch y la Asociación Interamericana de Prensa.
Correa, bajo cuyo gobierno se han cerrado varios medios y que ha impulsado medidas para limitar a los medios independientes, presentó una demanda por $80 millones y tres años de cárcel contra Palacio y tres directores de El Universo, por una columna en la que Palacio llamó “dictador” al presidente.
Un juez ordenó que los acusados pagaran $40 millones, y Correa luego perdonó a los cuatro. Palacio, sin embargo, está pidiendo asilo político en Estados Unidos porque tiene otro juicio pendiente de un canal de televisión oficialista de Ecuador financiado por Venezuela, y teme por su seguridad si regresa a Ecuador.
En una entrevista, Palacio reiteró su afirmación de que Ecuador es una “dictadura”. Agregó que Correa está tratando de aparecer en los titulares para eclipsar su imagen de pupilo de Chávez y Castro. Nunca le gustó haber sido tratado como un líder de segunda línea por Venezuela y Cuba, señaló.
Cuando Correa asumió la presidencia en el 2007, Chávez se refirió a él como “este muchacho”. Y Cuba siempre consideró a Correa como un aliado errático, al punto de que Correa visitó la isla cinco veces, pero sólo en una ocasión se le concedió una visita oficial, dice Palacio. Presintiendo que pronto podría haber un vacío del poder en el ALBA, Correa ha aumentado su activismo internacional en los últimos meses, afirmó Palacio.
En abril, Correa acaparó los titulares durante la Cumbre de las Américas de los países latinoamericanos con el presidente Barack Obama, en Cartagena, Colombia, al boicotear el evento. En junio, Correa fue el único líder extranjero que se presentó en la reunión anual de cancilleres de la Organización de Estados Americanos en Cochabamba, Bolivia.
En julio, Correa le pidió al Comité Olímpico que le permitiera desfilar al frente del equipo de su país en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos en Londres, según informó la agencia española de noticias EFE. La petición de Correa fue rechazada por el Comité. Y ahora, Correa pretende acaparar los titulares presentándose como defensor de los oprimidos, al garantizarle asilo a Assange, agregó Palacio.
Mi opinión: Palacio se excedió un poco al calificar a Correa como un “dictador”. Por ahora, Correa es un aspirante a dictador, o un presidente narcisista populista que está utilizando demasiadas energías para acaparar poderes absolutos, y demasiado pocas para mejorar las condiciones de vida de los ecuatorianos. Ecuador puede terminar siendo una dictadura como Cuba, pero todavía no lo es.
Pero lo que dicen Palacio y otros no justifica los ataques de Correa contra la prensa. Como bien señaló recientemente Tim Padgett en la revista Time, Obama es atacado a diario por críticos que aseguran —contra toda evidencia— que no nació en Estados Unidos, y sin embargo el presidente de Estados Unidos no se dedica a clausurar Fox News, o a demandar a columnistas críticos.
Palacio tiene razón al ver la cruzada de Correa para presentarse como un campeón de la libertad de expresión como una hipocresía. El solo hecho de que Correa diga que le ha concedido asilo a Assange en Ecuador —un país con un sistema de justicia cada vez menos independiente— porque supuestamente no gozaría de suficientes garantías de que recibirá un trato justo en Suecia, un país cuyas instituciones están entre las más sólidas del mundo, es algo digno de risa.
Twitter: @oppenheimera

Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2012/08/22/v-fullstory/1283377/oppenheimer-el-show-de-correa.html#storylink=cpy


José Daniel Ferrer explica sobre la represión en Cuba




Para mayor información sobre la UNPACU (Unión Patriótica de Cuba) y sus actividades en favor de los derechos y libertades del pueblo cubano:

Jose Daniel Ferrer, Coordinador general, +53-53 14 67 40 (Cuba)
Luis Enrique Ferrer, Rep. internacional, +1 786 553 1666 (USA)

Si desea hablar con algún otro coordinador o activista de la UNPACU llame a Luis Enrique para que le diga como hacerlo y a que numero llamar.

Cuba: Que ser valiente no salga tan caro que ser cobarde no valga la pena

por Lilianne Ruíz.


En uno de esos programas que inserta la Seguridad del Estado en la programación de la televisión cubana he visto a uno de los hombres que más admiro por su valor en esta saga por la libertad de Cuba. Pero la Seguridad no presentó realmente a Antúnez, ni habló de sus años de presidio político, de los horrores de las cárceles cubanas tan oscuras y olvidadas.
Jorge Luis García Pérez “Antúnez”, es un cubano que estuvo en la cárcel desde 1990 hasta hace pocos años por el solo hecho de expresar sus ideas contrarias al poder político.
Si fuera únicamente haber estado preso por difundir sus ideas ya sería atroz la injusticia pero en sus testimonios del presidio político castrista en Cuba se puede revivir el horror de las celdas de castigo, y como reducen a los seres humanos a las más inimaginables degradaciones para hacerlos retractarse de ser quienes son, obligarles a vestir uniforme de preso común y hacerles pasar por los cursos de reeducación política.
Algún día Cuba estará en la primera plana de los periódicos del mundo a causa de los juicios que entonces podremos hacer a los violadores de los derechos humanos, los criminales contra la humanidad de estos 53 años. La Izquierda radical, extrema, carnívora, depredadora, en el mundo ha querido desconocer esto quizá porque ellos estarían dispuestos a hacer lo mismo en sus países. Hablar de esto cuesta trabajo, imaginar hasta dónde llega la maldad del hombre comienza por una puerta cerrada que no queremos atravesar. Posiblemente por eso muchas personas influyentes en el mundo prefieren mirar en la dirección de los niños uniformados saludando la bandera, las graduaciones de médicos en la escuela latinoamericana, el discurso de la justicia social. Y eso ha sido al parecer muy bien estudiado por la élite de poder en mi país. El mundo prefiere ignorar testimonios como el de Valladares, Hubert Matos, Antúnez, los 75. Y mientras tanto la Seguridad del Estado fabrica estos programas donde intenta desacreditar a personas mayormente desconocidas para los televidentes cubanos. Quizá hasta para los mismos periodistas cubanos y extranjeros, exceptuando por supuesto a los periodistas independientes y algún corresponsal extranjero desobediente, que decida salir a buscar la verdad y no quedarse en la comodidad del discurso oficial.
Lo único que consiguió la mafia de Villa Marista y la Sección 21 con el último engendro documental fue evidenciar una vez más como vigilan y persiguen a las personas que se han declarado en contra de régimen.
En respuesta al embuste para estúpidos con que intentan condicionar la percepción los segurosos, reduciendo el problema a asunto de dinero y no de libertad y autentica rebeldía, respondo en mi blog, por si alguien en Cuba (donde yo vivo y he salido de mi closet) pudiera leerme, que para salir a las calles a protestar en reclamo por la libertad de los presos políticos, como hacen las Damas de Blanco, se necesita de manera abismal mucho más que dinero.
Que para plantarse, como hizo Antúnez (y otros cubanos que también intentan desacreditar por ser opositores) en una cárcel castrista, en soledad, sin derechos, se necesita tener un no sé qué que la mayoría de los cubanos no tiene. Que no tienen los segurosos que hicieron el programa de televisión ni los carceleros que infligen torturas a los presos, especialmente los que torturan a los presos políticos con tratos crueles y degradantes. Ni los máximos jefes que mueren de miedo y son los primeros culpables de esas lesiones contra la humanidad propiciadas por la ideología del sistema y el escaso valor que tiene en él la persona humana, y  que es la condición sin la cual no se mantendrían en el poder los actuales dueños de Cuba. En los primeros siglos de cristianismo el mayor testimonio de la fe en Jesucristo que se podía dar era el martirio, y Antúnez ha probado hasta el martirio su fe en la libertad: está vivo y cuerdo gracias a la fuerza espiritual que Dios le dió. (Boitel Vive, es un libro de testimonio de sus años de cárcel en Cuba)
En el caso de las entrañables gladiadoras, Damas de Blanco -que también se hizo evidente en el programa de televisión el monitoreo y la violación del derecho a la privacidad- el mayor “pecado”  que la Seguridad presentó fue el de haber aceptado colaboración de otros cubanos en el exilio, quién sabe si otra Dama quizá de mejor retórica, para redactar un comunicado por la muerte de Oswaldo Payá. Estas mujeres en su mayoría de procedencia humilde pero que con verdadera inteligencia han elegido la mejor parte tienen lo que nadie en el exilio, ni muchos hombres en Cuba, ni ésta humilde servidora tenemos, que es el valor y la resistencia para llegar hasta el final, como llegó Laura Pollán, en su lucha por la Libertad de los presos políticos. Enfrentar la falta de justicia y de seguridad ciudadana en los Tribunales, después de saber que el poder en Cuba es un perro fiero que calcula sus jugadas sin respeto alguno a la condición humana ni a la condición de ser mujer, necesita de mucho valor y mucha fe.
Debería invertirse mucho más dinero en la Libertad de Cuba. Dinero que los cubanos residentes en la Isla no tenemos, dinero que mueve en el mundo los hilos de la política, de todos los movimientos humanos mucho menos drásticamente orientados a aspiraciones básicas, de Libertad, como tiene en Cuba la oposición  –pacífica, siempre justo aclarar-
La libertad en peligro se asiste. Los únicos que han vendido su libertad individual, y por ende la de su país, han sido los mercenarios del actual gobierno de la Isla de Cuba, los gendarmes sádicos del MININT, que sin temor de Dios ni respeto por los hombres poblaron los recuerdos de Antúnez de las condiciones de infierno que los cubanos y mucha gente en el mundo prefiere desconocer. Y que una vez más no fue comentado por el sitio Cubadebate, ni presentado en televisión por la Seguridad del Estado.

Todos Somos Resistencia


Todos Somos Resistencia, es el último video clip del dúo El Primario y Julito, en conjunto con las activistas Sara Martha Fonseca y Silvia Bárbara, que pertenece a su tercer disco en conjunto, titulado Todos Somos Resistencia.


Este video clip es realizado bajo el Sello de Sin Censura Records Hablemos Press.

Antúnez y otros negros ignorados

Zoé Valdés.



Jorge Luis García Pérez, Antúnez, reúne todos los ingredientes para que la causa por la que lucha sea escuchada y defendida en el mundo entero. 
Antúnez es un hombre negro, lleva años luchando por la libertad de su país, es un hombre que se expresa correctamente, alto, claro y transparente, que ha salido a la calle en infinidad de ocasiones para clamar en contra de las injusticias. Su mujer, Iris Tamara Pérez Aguilera, no sólo lo apoya, además lo acompaña, y también, a su lado, ha sido y es una activista opositora por los derechos humanos. También es negra. 
Hace cuatro días Antúnez fue nuevamente detenido y lo mantuvieron desaparecido. Lo acaban de liberar. Lo detuvieron por declarar lo que piensa en un video que fue presentado en el Congreso de los Estados Unidos. Poco tiempo después salía de su casa cuando fue secuestrado en la calle, golpeado y encerrado en su calabozo.
Su esposa fue a verlo a la cárcel acompañada de otra opositora. No sólo no le dieron noticias, ni pudo verlo, además le informaron de que lo habían torturado y que ya no se encontraba en ese lugar. No le comunicaron adónde lo habían llevado. A Antúnez entonces lo desaparecieron. Y para confirmar la crueldad de estos hechos, tanto su esposa, como su amiga fueron golpeadas in situ, y vejadas verbalmente, además de amenazadas.
Antúnez estuvo en paradero desconocido. No sabemos lo que ocurrió con él en todo ese tiempo, pero podemos imaginarlo. En la actualidad se halla en libertad provisional, a la espera de juicio por los cargos de "difusión de noticias falsas, resistencia, desacato y atentado" que se le imputan.
Alguna prensa habló del caso, tibiamente, y CNN, por fin, se dignó a hacer un reportaje escueto sobre el tema. Los blogs cubanos, no todos, se hicieron eco del oprobioso acto de violación de derechos humanos. El blog cubano más célebre no ha publicado nada al respecto, como tampoco ha publicado nada acerca de la pareja Sonia Garro Alfonso y Ramón Alejandro Muñoz, ambos presos desde el mes de marzo, ella en la cárcel para mujeres llamada Manto Negro y él en la cárcel Boniato. Muñoz en una celda de castigo por negarse a vestir el uniforme de preso común. Además han tratado de asesinarlo dándole un medicamento envenenado. Los acusan de terroristas y criminales. Esperan juicio.
Todavía no he visto una campaña internacional por estas personas, ni por Antúnez. No han salido en ninguna portada de ningún periódico importante. Nadie les ha dado un espacio en ninguno de esos periódicos a este valiente que ya ha estuvo anteriormente preso y torturado durante 17 años, y detenido y golpeado en unas cuantas ocasiones más, y tampoco a sus compañeros.
Antúnez no aboga por internet libre, ni por irse del país, ni por viajecitos de ida y vuelta, tampoco suscribe carticas infames para arreglarse momentáneamente con el régimen que lo oprime. Antúnez y sus compañeros luchan por la libertad, por la democracia, y contra todo tipo de violación de los derechos humanos.
Jorge Luis García Pérez, Antúnez, abrió también un blog, que ha sido bastante ignorado, se titula Ni me callo ni me voy, donde manifiesta sus ideas y verdades, cuando no está en las calles batiéndose de frente contra los militares esbirros.
¿El mundo se ha movilizado por Antúnez, por Sonia, por Ramón Alejandro? No, para nada. A su manera, Antúnez reclama lo que han reclamado tantos presos y opositores en diversos países, desde Nelson Mandela hasta Aung San Suu Kyi; para todos ellos ha habido oídos y ojos, y montones de gestos solidarios. Lo que no han recibido hasta ahora Antúnez, tampoco su esposa, ni los demás.
La rectitud de este hombre, y de los demás negros, es comparable con la de otros muchos que han sido tomados como ejemplos en el mundo y a los que el mundo ha seguido y clamado por su libertad. Y sin embargo, la soledad de este hombre y de sus compañeros da grima. No hay una explicación justa para semejante abandono.
Antúnez, infatigable como siempre, ataca por todos los frentes: las violaciones de los derechos de los niños, el abandono de los ancianos, la situación de los pobres, la falta de libertad de expresión, denuncia las presiones, persecuciones, la opresión del pueblo por una dictadura criminal. Pero nadie escuchaba en el pasado, y nadie escucha en el presente. Siguen sordos y mudos, y a Antúnez lo golpean, lo encierran, lo desaparecen, lo sueltan bajo libertad condicional, y será juzgado, acusado, al igual que los demás, de cualquier barbaridad que no han cometido.
Antúnez, vuelvo y repito, es un hombre negro, defiende la causa de la libertad y de la democracia, en contra de las injusticias. Su mujer es negra, y a la par que él, lucha por lo mismo: la libertad en toda su integridad. No son los únicos. ¿Qué pasa? ¿Por qué no los oyen y apoyan?
Sí, ya sé, son negros cubanos, pobres, y para colmo anticastristas. Todo queda dicho. Toda la perversión del mundo reaccionará en su contra. 

José Carlos, un balsero decidido

Tania Díaz Castro.

LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -José Carlos Fernández García, un joven vecino de El Roble, en Santa Fe, pueblo costero del oeste habanero, desde hace apenas unos días le llaman ¨el balsero guapo¨, por el coraje que demostró cuando en una embarcación rudimenaria fabricada por él y un grupo de amigos, estuvo navegando en alta mar durante días, hasta casi llegar al Sur de la Florida.
Durante más de un año estuvieron reuniendo dinero para comprar los materiales con que construyeron la embarcación, con motor fuera de borda, vituallas para la alimentación y todo lo que necesitaran. El grupo estaba compuesto por diez hombres y dos muchachas, novias de dos de ellos.
En la primera semana del este mes, cuando ya casi divisaban las costas estadounidenses, fueron interceptados por el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos, y regresados a Bahía Cabañas, al oeste de La Habana.
Fue precisamente por esos días que el SGEU llevó a cabo la repatriación de cincuenta y cinco cubanos, casi todos jóvenes, que navegaban en embarcaciones endebles y sin equipos de seguridad para los peligros del mar, según informes de dichas autoridades.
Comentan los acompañantes de José Carlos la fortaleza de carácter que demostró este joven de 29 años durante los días que estuvieron navegando y el optimismo que siempre mantuvo de que llegarían a tierras norteamericanas, para rehacer sus vidas y prosperar en una sociedad libre.
Conversé con José Carlos, técnico autodidacta de teléfonos celulares e inalámbricos, y me aseguró que no va a renunciar a marcharse de Cuba. Hace cinco años que realiza trámites en la Oficina de Intereses de EEUU en Cuba para emigrar legalmente a ese país, reclamado por su padre, Carlos Fernández, residente en Miami, y no quiere seguir esperando.
-La vida se me va. Me voy a poner viejo esperando para irme legalmente.  Si se me presenta de nuevo la oportunidad de irme en otra balsa, haré de nuevo el intento. Prefiero morir en la boca de un tiburón, que morirme  aquí lentamente, de mal vivir.

La rebeldía y la maquinaria del alboroto

Raúl Rivero.



Madrid – Para todas las campañas que el régimen cubano diseña y subvenciona con los recursos de la sociedad que tiene prisionera, la oposición pacífica tiene una respuesta serena y generosa. Consiste en levantarse todos los días, con la policía apostada en la esquina o con un mitin de repudio en la puerta de la casa, a trabajar por los cambios radicales que quieren para el país donde nacieron.
Frente a la obstinación de un gobierno que trata de defender en sus panfletos y con sus cómplices foráneos que realiza una práctica decorosa en la defensa de los derechos humanos, los hombres y mujeres que luchan por la democracia dentro de la isla son la muestra viva de las violaciones oficiales de esos derechos.
Lo son, además, los presos políticos, las damas de blanco que están encarceladas y enfermas (como Niurka Luque Álvarez, apresada en marzo pasado) y una mayoría enorme, obligada a callar, que denuncia a los violadores con su silencio.
Cuando un país que en más de medio siglo no ha podido garantizar ni el desayuno de las familias, decide enviar al extranjero un avión con figurones, guatacas y chechermencheres graduados, lo que hace es un gesto hacia la nada porque sus mensajeros están contaminados por la falta de credibilidad y las pendencias de sus promotores.
Mientras esas gestiones desesperadas levantan la algarabía pasajera de una nota en las noticias del día, en Santiago de Cuba, en Santa Clara, Placetas, Matanzas, Ciudad de La Habana y Pinar del Río, por ejemplo, los líderes opositores, los activistas de base, el periodismo independientes, blogueros, artistas irreverentes y otras personas del interior profundo, han salido a cumplir con otra jornada de enfrentamiento directo y sin protagonismos frente a quienes ahora tratan de tapar el sol con un CUC.
Todo ese bullicio programado, que incluye las bienales de arte y encuentros mundiales de expertos en piropos, tiene entre sus objetivos primordiales el de pasarle por encima, ignorar y dejar al olvido a esos cubanos que desde sus sitios remotos, lejos de los reflectores de la prensa y en medio de condiciones precarias, se niegan a abandonar su labor pacífica por la libertad de Cuba.
Esos escándalos quieren, también, elevar la graduación de los lentes de quienes están empeñados en ver cambios en la sociedad cubana o en los ilusos que se han creído (porque quieren creer) la historia de la actualización o el reciclaje del socialismo. Para ellos es un recado liberal y novedoso que se autorice a un hombre a que abra una fonda o que otro se haga la idea de que es un comerciante porque puede vender en su casa un pedazo de pan con queso blanco.
El griterío artificial se apaga solo. La oposición pacífica sigue su marcha porque no es un capricho de nadie ni el fruto de una campaña de propaganda. Es una necesidad de los cubanos.

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