Patrullas fronterizas en la selva, por Pablo Herreros.
Muchas especies de primates mostramos esta dualidad. Los humanos, por ejemplo, somos altruistas y cooperamos con los miembros de que consideramos de nuestra "tribu". De haber violencia la controlamos por varios medios, como por ejemplo el uso de normas y castigos. Pero fuera de ella, cuando se trata de desconocidos o personas de otros países, las reglas cambian. En las guerras o actos violentos que suceden en las fronteras, como el protagonizado por la Guardia Civil, se produce lo que se denomina deshumanización del enemigo, que consiste en mirar a los desconocidos como si fueran de otra especie, provocando que no empaticemos con las víctimas, dando rienda suelta a nuestro peor lado como especie.
¿Qué está en juego en Venezuela? Por Moisés Naím
Sorprendente e inadvertidamente, las luchas y sacrificios de los jóvenes venezolanos podrían tener consecuencias más allá de su país. Enfrentar al Gobierno de Maduro es enfrentar la grotesca influencia de Cuba en Venezuela. Sin la inmensa ayuda económica de Venezuela, la economía cubana ya hubiese colapsado. Ello aceleraría el cambio de régimen en la isla. No hay mayor prioridad para los Castro que tener en Venezuela a un gobierno que continúe apoyándoles. Y como sabemos, el Gobierno cubano tiene décadas de experiencia en el manejo de un Estado policial represivo y experto en la manipulación política y la “neutralización” física o moral de sus opositores. Es difícil imaginar que estas tecnologías cubanas no hayan sido exportadas a Venezuela. O a otros países de América Latina.
Entre ‘Colectivos’ y ‘Brigadas de Respuesta Rápida’, por Antonio Rodiles. (English)
Es por ello fundamental el mayor apoyo y solidaridad al esfuerzo de los venezolanos. Allí no solo se está decidiendo el regreso de la democracia y los derechos fundamentales, también se está frenando la instauración de la violencia de Estado mediante el uso de grupos delincuenciales y parapoliciales urbanos como norma en la región. Los que defendemos la democracia tenemos hoy un compromiso con Venezuela.
De los asesinos, por Arcado Espada
Sin embargo, todas estas argumentaciones tienen una grieta jurídica. Como acostumbra a decir mi amigo el abogado Javier Melero el comunismo no ha tenido su Nüremberg. Es decir, los jueces no han decretado ni la comunidad internacional ha aceptado que el comunismo sea una ideología asesina, como sí lo ha hecho con el nazismo. Jurídicamente hablando llamar nazi a cualquiera es llamarle asesino. La cuestión es discutible desde el punto de vista lógico y semántico. Y hasta pragmático: ¡habrá el que disfrute cuando le llamen nazi! Pero la jurisdicción de Nüremberg, insisto, deja pocas dudas.