Los poemas de Karmelo Iribarren son pesimistas, urbanos y personales. Lluvia y amor, gente desplazada y desamor. Muchos bares. Este libro contiene poesías publicadas desde el año 1995 hasta 2016.
Lo que más me gusta es que sean, o parezcan, experiencias propias o historias de otros que conoce de primera mano. No soy nada pesimista, pero dentro de ese tono general de su obra va regalando rayos de optimismo que mejoran ese tono.
"Una pequeña y triste historia":
En la habitación de un hotel
de las afueras,
en silencio,
sobre la cama
cada vez más fría, más ajena,
dos amantes
-para evitar mirarse- miran
al techo.
Les ha pasado lo peor, y lo saben:
no les ha pasado nada
nuevo.
En la cuenta de Twitter del autor (https://twitter.com/KCIribarren) hay muchos poemas y fragmentos de poemas colgados por el propio autor.