Víctimas, 23 de septimbre: José Antonio Ferreiro González y Lorenzo González-Vallés Sánchez

Libertad Digital.


A las tres de la tarde del sábado 23 de septiembre de 1978, la banda terrorista ETA asesinaba al agente de la Policía Armada JOSÉ ANTONIO FERREIRO GONZÁLEZ mediante una bomba trampa colocada en las proximidades del puerto de Vitoria.
La explosión hirió de gravedad a otros cuatro agentes: Javier Arranz Freire, Amancio Gutiérrez Álvarez, Valeriano Arroyo Bernal y el capitán que mandaba el destacamento, Luis Más Pérez. El agente Arranz Freire, de 31 años, y el agente Gutiérrez Álvarez, de 22, perdieron la visión de un ojo cada uno de ellos a causa de la explosión. El inspector Arroyo Bernal, de 26 años, sufrió heridas de carácter grave en la cara y el pecho.
Ese día se había recibido en torno a la una de la tarde en la comisaría de Vitoria una llamada anónima que informaba de que un hombre estaba maniatado en las proximidades del puerto de Vitoria, a ocho kilómetros de la capital en dirección a Logroño. El anónimo comunicante facilitó la situación exacta donde se encontraba el hombre, en un camino que arranca del kilómetro 7,800 de la carretera comarcal 132 Vitoria-Logroño y junto a un poste telefónico a cien metros de la carretera.
Ese tipo de llamadas eran habituales desde hacía meses, pues numerosas personas habían sido dejadas abandonas en lugares apartados después de que miembros de la banda terrorista les hubiesen robado sus vehículos a punta de pistola. Por lo tanto, el capitán Luis Más organizó un destacamento para dirigirse a la zona, e inmediatamente se desplazaron al lugar miembros de la Policía Armada y del Cuerpo General de Policía.
Al parecer, según algunas versiones, el comunicante anónimo habría añadido que al presunto secuestrado se le había adherido una bomba en el pecho. Este sería el motivo por el que en el destacamento enviado hubiese un equipo de desactivación de explosivos
Al llegar al lugar indicado, el artificiero de la Policía Armada José Antonio Ferreiro vio una cadena con un candado y otros objetos al pie de un árbol. Tras una primera inspección ocular, Luis Más dio la orden de retirada, dando por sentado que la persona que buscaban había logrado escapar. En ese momento, Ferreiro se agachó y fue entonces cuando se produjo la explosión. "Salimos por los aires y cuando recobré el conocimiento, vi a dos hombres a mi lado, uno de ellos muerto", contó el capitán Más Pérez (La Vanguardia, 24/09/1978). En el lugar de la explosión se abrió un cráter de dos metros de diámetro y uno de profundidad y los restos del buzo del policía fallecido quedaron esparcidos por los arbustos próximos.
Inmediatamente se personaron en el lugar altos mandos de la Policía Armada y la Guardia Civil, mientras las ambulancias evacuaban a los heridos al Hospital Civil de Santiago, en Vitoria, donde también fue llevado el cadáver del agente asesinado.
Al día siguiente, domingo 24 de septiembre, a las once de la mañana, se celebró sin ningún incidente el funeral por el alma de José Antonio en una de las salas del antiguo acuartelamiento del A.M.E., ocupado entonces por la Policía Armada. Junto a la viuda y familiares que habían llegado desde Lugo, estaban presentes los gobernadores civil y militar, el jefe superior de la Policía de Bilbao y altos mandos de la Guardia Civil y Policía Armada. Asimismo asistieron al funeral los diputados José Antonio Aguiriano, del PSOE, y Jesús María Viana, de UCD, y el senador socialista Luis Alberto Aguiriano. Antes de comenzar el funeral fueron impuestas a José  Antonio Ferreiro, a título póstumo, la Cruz de la Guardia Civil con distintivo rojo y la Medalla de Oro al Mérito Policial, entre los aplausos de las aproximadamente ciento cincuenta personas que pudieron acceder a la sala.
Terminado el funeral los compañeros del policía asesinado sacaron el féretro a hombros para introducirlo en un furgón que lo llevó hasta su localidad natal donde fue inhumado. Inmediatamente detrás del furgón partieron la viuda, hijos y demás familiares. La comitiva fue despedida con nuevos aplausos, mientras algunas voces aisladas daban vivas a la Policía Armada y a la Guardia Civil, así como contra el Gobierno, sin que tuviesen eco entre la mayoría de los presentes.
Los restos mortales de José Antonio llegaron a Lugo en la madrugada del lunes 26 de septiembre. El féretro fue trasladado a las dependencias de la Policía Armada de la Comisaría del Cuerpo Superior de Policía de la capital lucense, en cuya sala de armas quedó instalada la capilla ardiente.
La banda terrorista ETA asumió la autoría del atentado el 26 de septiembre mediante un comunicado enviado a varios medios de comunicación del País Vasco.
José Antonio Ferreiro González tenía 26 años. Natural de Valle de Oro (Lugo), donde una calle lleva su nombre, estaba casado con Julia Flores Gil. Tenían dos hijos, un niño, de tres años y medio, y una niña, Pilar, de uno. Ese día José Antonio no estaba de servicio, pero se ofreció voluntario por ser el artificiero más veterano, aunque sólo hacía nueve meses que había terminado el curso de desactivación de explosivos. A su mujer no le gustaba lo de que fuese artificiero, "me parecía muy peligroso, pero en aquella época había más disparos que bombas y él me decía que sí, que peligroso era, pero que si te preparabas bien no tenía por qué ocurrirte nada" (El Correo, 12 de febrero de 2007). Tras el asesinato de su marido, a Julia le quedó una pensión ridícula, por lo que tuvo que regresar a Lugo para poder salir adelante con la ayuda de su familia. Estuvo cobrando la pensión mínima durante 22 años. "Cuando reaccioné y quise ponerme a trabajar, nadie me apoyó. Hice administrativo, FP2, el primer módulo 3, y no encontraba trabajo por ningún lado". Mucho más tarde consiguió trabajo como ordenanza en la comisaría de Policía de Lugo. Y de esa forma logró salir adelante. "El niño lo pasó peor que la niña, pero lo superaron. Son grandes chicos y ya tengo una nietecita, pero, bueno, hasta en los momentos más felices te acuerdas de lo bien que estaríamos todos juntos" (El Diario Vasco, 12/02/2007).
Un año después, a las doce menos cuarto del mediodía del domingo 23 de septiembre de 1979, la banda terrorista ETA asesinaba en el paseo de La Concha de San Sebastián de un tiro en la sien al gobernador militar de Guipúzcoa, el general LORENZO GONZÁLEZ-VALLÉS SÁNCHEZ.
El atentado tuvo lugar cuando el general González-Vallés salió de su vivienda en el Gobierno Militar con intención de acudir a misa dando un paseo, aproximadamente media hora antes del atentado. Acompañado de su esposa, Josefina Seco, y de uno de sus hijos, se encaminó hacia el paseo de La Concha, que bordea la playa del mismo nombre. Cuando había recorrido unos seiscientos metros y se encontraba aproximadamente en mitad del mismo, Lorenzo se detuvo junto a la barandilla. Eran las 11:45 horas. En ese momento un terrorista, al que acompañaba otro miembro de la banda ETA, se acercó al matrimonio y, sin mediar palabra, hizo disparó a bocajarro en la sien a Lorenzo González-Vallés, que cayó fulminado al suelo. El proyectil le había salido por la frente y murió en el acto. En ese momento había muchas personas que paseaban por La Concha, pero la rapidez con la que se cometió el atentado hizo que casi nadie pudiese percatarse de qué ocurrió.
Aprovechando la primera reacción de sorpresa y la confusión, los dos asesinos de la banda huyeron corriendo hasta la calle Urbieta, que va a desembocar en la plaza de Zaragoza -frente al hotel Orly-, donde les esperaba un tercer terrorista a bordo de un coche Seat 131 de color rojo. El coche sería encontrado hora y cuarto después abandonado en la calle Marina, a poco más de dos manzanas de distancia del lugar del atentado. El vehículo había sido sustraído a punta de pistola a las nueve de la mañana en la calle Secundino Esnaola, en el barrio de Gros. El propietario se encontraba limpiando el coche cuando dos etarras le intimidaron con sus armas, recomendándole que no denunciara el robo hasta pasadas las dos y media de la tarde.
El cadáver del gobernador militar de Guipúzcoa quedó tendido junto a la barandilla. La esposa de la víctima permaneció un rato abrazada al cadáver hasta que llegó el hijo que les acompañaba en el paseo y que se había distanciado un poco de sus padres justo antes del atentado. "Hace pocos días hablamos en familia del tema del terrorismo. Mi padre comentó que ni la pena de muerte ni las venganzas o represalias contra los terroristas resuelven nada", dijo a los medios en el lugar de los hechos (El País, 24/09/1979).
El cadáver de González-Vallés permaneció en el paseo de La Concha hasta que, a la una y media, el juez de guardia ordenó su levantamiento. Fue trasladado primero al Hospital Militar y posteriormente al Gobierno Militar, donde quedó instalada la capilla ardiente en el Salón del Trono. Allí se celebró al día siguiente, lunes 24 de septiembre, una misa de carácter estrictamente privado, oficiada por un capellán castrense, a la que asistieron solamente la familia y los más allegados a la misma.
A partir de esa hora llegaron al Gobierno Militar de San Sebastián distintas autoridades militares, como el teniente general Coloma Gallegos, el capitán general de la VI Región Militar, el general jefe del Estado Mayor de la región y el coronel de la Guardia Civil de la zona, en representación del director general de la Guardia Civil. Todos ellos se reunieron con el ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún.
Al mediodía, el féretro con los restos mortales del gobernador militar de Guipuzcoa, que iba cubierto con una bandera española, fue sacado a hombros por sus compañeros de armas al exterior del Gobierno Militar, donde le rindió honores militares una compañía con banda de música que interpretó el himno nacional y el de infantería. El féretro fue introducido en un furgón, tras el cual se formó la comitiva fúnebre, encabezada por dos hijos de la víctima -uno de ellos teniente de Ingenieros-, el ministro de Defensa, el capitán general de la VI Región Militar y el gobernador civil, jefes, oficiales y suboficiales de los tres Ejércitos, Policía Nacional y Guardia Civil, y la compañía y banda que le rindió honores. Dos hijas de la víctima, periodistas, se situaron junto a la cabeza de la comitiva, aunque sin integrarse en ella. El cortejo fúnebre iba precedido por policías de Tráfico en moto y en todas las calles, paralelas y transversales a la calle Mayor, se había montado un importante dispositivo policial que impedía el acceso del público.
La Basílica de Santa María, donde se celebró el funeral oficial, estaba abarrotada de gente, en su mayor parte personal militar. La misa funeral fue concelebrada por siete sacerdotes y oficiada por el capellán castrense del batallón Colón de Irún, que en su homilía pidió a los asistentes que rezaran por España, porque "está enferma y ojalá no sea de muerte. A los males hay que buscarles remedio y hemos de pedir que los gobernantes tengan fuerza para poner el medicamento, el remedio adecuado, porque si no será precisa una operación quirúrgica. Debemos pedir que nuestros gobernantes tengan las manos firmes para extirpar el tumor que padecemos".
Concluida la ceremonia religiosa, el féretro fue conducido fuera de la basílica a hombros de compañeros de la víctima. Tras recibir honores militares, los restos mortales del general González-Vallés fueron conducidos al aeropuerto de Fuenterrabía para ser trasladados a La Coruña a bordo de un avión del Ejército del Aire, en el que también viajaban su viuda y familiares.
Cuando Rodríguez Sahagún iba a introducirse en el coche para abandonar la basílica, una señora salió de entre los jefes militares y le increpó llamándole cobarde y rogándole que se marchara. Posteriormente, cuando los asistentes al acto, la mayor parte militares, regresaban a pie hasta el Gobierno Militar, fueron recibidos con gritos de "Ejército al poder", "ETA, asesina" y "Gobierno traidor" por un centenar de personas que eran contenidas por cordones policiales. Este mismo grupo de personas inició luego una manifestación por la calle Hernani hasta llegar al lugar donde había sido asesinado el gobernador militar en el paseo de La Concha. Allí se vieron sorprendidos por un joven que gritó "Gora Euskadi Askatuta", sin que se produjese ninguna reacción por parte de los manifestantes, que sí lo hicieron cuanto otro joven profirió gritos de "Gora Euskadi Askatuta" y "Gora ETA militar".
El atentado fue interpretado por la clase política como una provocación a las Fuerzas Armadaspara que interfirieran en el proceso de democratización en el que estaba inmerso el país. Cuatro días antes habían sido asesinados en Bilbao el comandante de Infantería Julián Ezquerro Serrano y el coronel de Caballería Aurelio Pérez-Zamora Cámara.
Lorenzo González-Vallés Sánchez tenía 59 años. Había nacido en Ceuta, estaba casado conJosefina Seco y tenía cinco hijos. Uno de ellos era teniente de Ingenieros y estaba destinado también en San Sebastián. Otros dos eran periodistas y los dos pequeños estaban aún estudiando. González-Vallés había ingresado como voluntario en la Marina, prestando sus servicios en el buque Almirante Cervera. Después hizo los cursos de alférez provisional y, al terminar la Guerra Civil, ingresó en la Academia de Transformación de Infantería. Formó parte de la División Azul y su vida militar transcurrió en las guarniciones de Melilla, La Coruña, Lanzarote, Cáceres, Barcelona y Lérida. En abril de 1979, pocos meses antes de su asesinato, fue destinado a San Sebastián como gobernador militar. El general González-Vallés había tenido una estrecha amistad con el comandante de Artillería José Espinosa Viscarret, que sería asesinado por ETA pocos meses después, el 8 de mayo de 1980.

Los funcionarios comunistas y… ¿la crisis habitacional? por Augusto Cesar San Martin

Cubanet.

Nuevo edificio construido por Habaguanex en el Malecon - Foto de Augusto Cesar San Martin
Nuevo edificio construido por Habaguanex en el Malecon - Foto de Augusto Cesar San Martin
LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -El gobierno cubano acaba de apoyar en Ginebra el derecho de las personas a una vivienda adecuada, y al parecer en un raro acto de coherencia con lo que dice, reparte lujosos apartamentos y construye nuevos edificios… pero solo para militares y altos funcionarios comunistas. Mientras, las destartaladas viviendas de La Habana marginal, se derrumban sobre los cubanos de a pie, aplastándolos a veces.
En la capital, donde en el transcurso de este año se han derrumbado varios edificios causando víctimas mortales y continúan siendo evacuados edificios completos a punto de colapsar sobre sus infelices moradores, la entrega de casas a los dirigentes y militares no se detiene. Estos inmuebles son parte de la piñata que organiza el gobierno, quizás como estrategia para mantener fidelidades en estos peligrosos momentos de crisis. Con el tiempo y la ayuda del cargo que ocupan, los astutos jerarcas pasan del usufructo a obtener la propiedad de la vivienda, en ocasiones sin hacer dejación de la anterior.
Uno de los ejemplos actuales de esta práctica es el establecimiento de funcionarios gubernamentales en uno de los inmuebles construidos por la empresa Habaguanex, perteneciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad, bajo el mando del poderoso Eusebio Leal. Ubicado frente al Malecón habanero, el lujoso condominio de tres plantas, con veinticuatro apartamentos, tiendas y otros servicios, se concibió para la renta a extranjeros. Sin embargo, según los trabajadores de la inmobiliaria el edificio está siendo ocupado por dirigentes del Consejo de Estado y la Fiscalía General, trasladados desde otras provincias del país.
Detalle interior del nuevo edifico de Malecon - Foto de Augusto Cesar San Martin
Detalle interior del nuevo edifico de Malecon - Foto de Augusto Cesar San Martin
Otro ejemplo reciente es el edificio concluido en el pasado mes de julio en la avenida Vento y calle L, en el municipio Boyeros. La edificación de cuatro plantas pertenece al Ministerio del Interior, según los vecinos del lugar. La construcción no se parece en nada a los pocos y horrorosos edificios de microbrigadas que se construyeron en décadas anteriores para los trabajadores. Muestra un lindo diseño arquitectónico y una calidad en el terminado que revelan lo que pudiera hacer el gobierno para la legión de cubanos sin techo que residen en albergues improvisados, algunos desde hace décadas.
La meca de estas construcciones parecen ser los edificios que la población ha dado en llamar los “Meliá MININT”, en alusión a los lujosos hoteles de la cadena española. Construidos en zonas selectas de los municipios Playa y Lisa, dan la idea clara del poder del gobierno y de la creciente diferencia de clases.
Edificio para oficiales del MININT terminado en julio en Boyeros - Foto de Augusto Cesar San Martin
Edificio para oficiales del MININT terminado en julio en Boyeros - Foto de Augusto Cesar San Martin
Lujosos apartamentos, cuyo lujo aumenta con la jerarquía militar del afortunado inquilino. Construcciones modernas, para mayor ironía levantadas en muchas ocasiones con la mano de obra de los presos, algo que ciertamente no escasea en la isla, gracias en gran medida a la labor del MININT.
Cuentan los que por allí viven que los jerarcas militares que habitan en La Coronela ya comenzaron a ejercer en el barrio la influencia de sus cargos. La Giraldilla, un complejo gastronómico ubicado allí, que comprende restaurante, piscina y discoteca, tuvo que modificar sus horarios ante la protesta de los poderosos nuevos vecinos, a quienes molestaba la música del centro.
¿Quién ha dicho que hay un enorme déficit habitacional en el país y montones de cubanos sin hogar? Que les pregunten a los jerarcas del MININT.
Mientras, para entretener a la población, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social fue investido con la absoluta -y lucrativa- potestad de entregar viviendas. Atrás quedaron los días de gloria de la archicorrupta Dirección de Vivienda. La demagógica medida debe ser vista por el pueblo como un paso de avance.
Pero el nuevo Ministerio repartidor de casas –que si aun no es corrupto, pronto lo será-, solo cumple aplicando los lineamientos del Partido Comunista sobre la construcción de viviendas “por esfuerzo propio”. O sea, entrega a los sin techo pedazos de antiguas bodegas de barrio o almacenes abandonados para que ellos mismos levanten un cuarto, casas destartaladas para dividirlas entre cuatro familias, o terrenos baldíos luego de un derrumbe. En fin, nada de apartamentos nuevos, el “combativo pueblo” debe hacerlo todo “con esfuerzo propio”, como dictan los “lineamientos”.
Los cubanos sin hogar deberán seguir esperando años, quizás la vida entera, para salir de los albergues a donde fueron a parar cuando sus viviendas fueron declaradas inhabitable, o se les derrumbó encima después de años de desidia y prohibiciones del mismo Estado que las expropió a los legítimos propietarios.
La otra opción para solucionar sus problemas habitacionales podría ser convertirse en altos funcionarios comunistas o montarse en una balsa.
acesar2004@gmail.com

Ártico versus Antártico por Antón Uriarte

CO2.



Tendencias contrastadas de las extensiones del hielo en el océano Ártico y en los mares que rodean la Antártida 1978-2011 (en azul el Artico, en rojo la Antártida) (fuente NSIDC)

Estos días en la Antártida se bate un récord. Está allí finalizando el invierno austral y la extensión del hielo marino ha superado los 16 millones de kilómetros cuadrados, tan solo superados en el 2007 (The Cryosphere Today). Ya comienza el deshielo y dentro de seis meses la extensión se reducirá a 2 millones de kilómetros cuadrados.

Estos días en el Ártico está ocurriendo lo contrario. Está allí finalizando el verano boreal y la extensión se ha reducido a tan solo 2 millones de kilómetros cuadrados, un récord de mínimos. Ya comienza la congelación y dentro de seis meses la extensión del hielo superará otra vez los 13 millones de kilómetros cuadrados.

Me levanto hoy con un artículo en El País escrito por el mismo periodista que hace cinco años escribía que la ONU vaticinaba el fin del mundo climático para dentro de tres. Según el titular, escrito como con gusto y esperanza de que ocurra la predicción, se "destroza" el récord boreal y  solamente se da la palabra a quien atribuye la disminución del hielo al CO2 , sin citar a otros científicos, disidentes sobre las causas (NASA - Aerosols May Drive a Significant Portion of Arctic Warming)

En el artículo de El País, que me produce esta sulfuración matutina, no se menciona para nada la tendencia al alza que ocurre en la Antártida, aunque allí el CO2 ha aumentado y aumenta en la misma proporción que en el Ártico.

Como se aprecia en la figura que pongo arriba, que es del mismo instituto, NSIDC, que vive de alarmar sobre lo que ocurre en el Ártico, hay desde hace años una tendencia al aumento en la extensión de los hielos que rodean la Antártida. Quizás esta oposición entre las dos tendencias, entre la del Ártico y la de la Antártida, que en el Ártico ciertamente es más acusada, pueda ser atribuída al mismo desfase bipolar (bipolar seesaw) originado por las corrientes oceánicas profundas que se estudian en la paloclimatología de la última deglaciación, pero que no tengo tiempo aquí y ahora de explicar. Grrrrr ...


El deshielo ártico destroza su récord, El País, 20 Septiembre 2012
Ocho años para evitar el desastre, El País, 18 Noviembre 2007
NSIDC All about sea ice, Arctic vs. Antarctic
Wallace S. Broecker. Paleocean circulation during the Last Deglaciation: A bipolar seesaw?


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La función social de la propiedad por Pedro Schwartz

Expansión.


Por el mero hecho de existir y ser respetada, la propiedad privada desempeña una decisiva función social. No necesita que se delimite su contenido para hacerla más “social”, como equivocadamente dice nuestra Constitución.
Imprudentes son quienes, como el alcalde de Marinaleda, se apoyan en la limitada visión del derecho de propiedad de nuestra Constitución para hurtar alimentos de tiendas de comestibles u ocupar propiedades ajenas. Con ese tipo de acciones no sólo habrán tomado lo que no es suyo, sino que, más generalmente, habrán contribuido a socavar una institución que es un baluarte de la libertad personal y fuente de progreso y riqueza.
Nuestra Constitución define el derecho de propiedad privada de manera harto defectuosa. Primeramente, coloca el artículo 33 sobre la propiedad privada en la sección segunda del capítulo referente a derechos y libertades bajo el título de “De los derechos y deberes de los ciudadanos”: parece así que quienes no son ciudadanos españoles no tienen derecho a la propiedad privada y la herencia. En segundo lugar, ese artículo 33 en el que “se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia” dice a continuación que “la función social de estos derechos delimitará su contenido”. Este tipo de formulación deja abierta la puerta a quienes creen que la propiedad tiene otra función que la que por sí misma presta de fundamentar la seguridad de las transacciones y la libertad de los individuos.
El respeto de la propiedad privada y el cumplimiento de los contratos son condiciones necesarias de la libertad personal. El aforisma An Englishman's home is his castle, expresado por Lord Cooke en 1604, recoge el papel fundamental de la inviolabilidad de la propiedad privada en la defensa de las libertades individuales. El rey Federico II el Grande de Prusia se construyó una hermosa residencia de verano en Potsdam, a las afueras de Berlín, a la que puso el acertado nombre de Sanssouci. En los jardines del palacio había un antiguo molino, cuya maquinaria hacía un ruido que molestaba a Su Majestad. La leyenda dice que el rey quiso comprar el molino para silenciarlo. Al negarse el molinero Johann Wilhelm Grävenitz a venderlo, el rey le espetó que si no sabía que el soberano podía quitarle el molino sin pagarle un céntimo. El molinero contestó que sin duda podría hacerlo, si no fuera porque había tribunales en Berlín. Es sind noch Gerichte in Preussen. He visitado Sanssouci y el gigantesco molino sigue en pie.
También es sabido que la prosperidad de los pueblos peligra cuando los ahorradores e inversores temen por la seguridad de sus propiedades. Baste comparar la historia económica de Argentina con la de Chile para aceptar la certeza de esta conclusión. La propiedad privada, sin embargo, no puede ejercer su benéfico influjo en la sociedad sin la libertad de comprar y vender en un marco de libre competencia –sin un mercado al que concurran muchos transactores y en el que se castigue la violencia, la coacción y el engaño, como ya dijo Francisco de Vitoria a principios del s. XVI.
Si no existe esa libertad, aumenta la probabilidad de que los propietarios abusen del poder que la propiedad les confiere: si no pueden venderlos, alquilarlos u obtener un rédito atractivo, quizá dejen de cuidar debidamente los bienes que poseen. Si los empleados del dueño de una finca no pueden ir a buscar trabajo a otra parte, es probable que acaben siendo explotados. Si se elevan barreras a la entrada de profesiones o actividades, es posible que padezca el servicio al público. Si las patentes se hacen perpetuas, padecerá el avance de la ciencia y la técnica. En suma, los monopolios productivos, los aranceles proteccionistas, los privilegios estamentales, los derechos adquiridos, el numerus clausus de algunas profesiones, las patentes prolongadas en exceso, necesitan abrirse a la concurrencia si se quiere que la protección de los derechos de propiedad redunde en creciente prosperidad. La libre competencia es pues necesaria para que el derecho de propiedad sirva de base al progreso económico.
Los ignorantes de la historia y de las leyes económicas quieren añadir otra condición para que la propiedad privada desempeñe el papel social que se espera de ella: que no haya grandes desigualdades en la distribución de la propiedad. No forma parte de la esencia del derecho de propiedad el que las propiedades estén igualmente distribuidas entre la población: en una economía abierta, el paso de las generaciones echa por tierra las grandes fortunas. Lo esencial es la reducción de la pobreza, lo que no se consigue con redistribuciones a la Marinaleda.
El ejemplo de la transformación de China y la elevación del nivel de vida de sus habitantes a medida que se han reconocido los derechos de propiedad y liberado las transacciones e inversiones es un ejemplo del bien que hace a las sociedades el reconocimiento del derecho de propiedad privada. Otro ejemplo más cercano a nosotros es el del alquiler de viviendas. En 1919, el entonces Gobierno de España decidió congelar “temporalmente” los alquileres para proteger a los inquilinos. Las intervenciones en ese mercado no han hecho sino reducir tan importante servicio a su mínima expresión. Ahora se lo quiere por fin liberar para que los propietarios puedan por fin ejercer plena y rápidamente sus derechos y la propiedad inmobiliaria vuelva a funcionar normalmente.
El derecho de propiedad debe ejercerse en el marco de la ley, es decir, en el respeto de los derechos de propiedad de los demás, sin violencia, coacción ni engaño. No se necesita otra limitación “social” que la libre entrada y salida de competidores y la libre formación de precios.
Tan dura es esta limitación que los diversos grupos de presión no cejan en su empeño de evitarla por todos los medios políticos a su alcance. El papel “social” de la propiedad privada es precisa y únicamente el de existir y funcionar libremente.