"El informe Mente, Sociedad y Conducta elaborado por el Banco Mundial menciona que en países adonde la corrupción es una norma aceptada y no hay castigo ni sanción social para esta conducta, se puede llegar al extremo de que parte de la sociedad no respete e incluso se burle del funcionario honesto. A su vez, muchas de esas personas, que en forma privada critican la corrupción, no se rebelan contra el sistema para no ser aislados y tildados como “diferentes”. Hay situaciones adonde incluso policías fueron castigados (por sus colegas y por su entorno social) por no aceptar sobornos, ser honestos y violar la norma establecida. En ese mismo informe se describe cómo personas de países con alto índice de corrupción que tienen inmunidad diplomática en Nueva York, y por esta situación no deben pagar por multas de tránsito, tienen más infracciones que diplomáticos que provienen de países con menor índice. Esto aporta evidencia a la idea de que la corrupción, en parte, es influenciada por normas sociales internalizadas".