¿Enemiga? por Martha Beatriz Roque Cabello

Cubanet.

LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -Cualquier asunto que usted necesite resolver en Cuba, cuesta mucho trabajo. Pero después de 53 años, las personas se han acostumbrado a ello, incluso los extranjeros que viven en el país, los diplomáticos y hasta los turistas se adaptan a enfrentar la hecatombe. Suele decirse que es parte de la ineficiencia del sistema, pero también podríamos pensar que es fruto de mecanismos muy bien calculados.
Los que tratan de solucionar problemas domésticos de cualquier índole, comienzan por los niveles más bajos. En primer lugar, acuden al Delegado de Circunscripción, ese que supuestamente eligieron para representarlos y ayudarlos a mejorar lo que concierne a su barrio. La respuesta siempre es la misma: “no hay recursos”, “no está a mi nivel”, “no he podido ver al responsable”, y finalmente: “dirígete a la Dirección Municipal del Poder Popular”.
Agotado este nivel -que en muchas ocasiones, ni siquiera se molesta en responder-, van al otro y al otro, hasta que finalmente llegan al Comité Central o al Consejo de Ministros. Ambos órganos tienen preparadas cartas circulares, totalmente semejantes, remitiendo al solicitante para el municipio o la provincia que les corresponde.
Entre tanto, ha pasado el tiempo, que a veces son años. Los organismos superiores se desentienden de los planteamientos que les formula la población, a través de la correspondencia, y en ningún momento preguntan a los niveles a los cuales remitieron la solución de los problemas, si de hecho fueron solucionados.
Las personas afectadas mantienen alguna esperanza, partiendo de la engañosa lógica de que si la más alta dirección del país remitió su caso a los niveles locales, alguien tendrá que hacerles caso. Y así viven, esperando que llegue la solución como el maná que cayó del cielo.
En ello precisamente podría consistir la táctica del régimen: a la espera de la solución de sus problemas particulares y confiando en que serán atendidos por las autoridades, las personas prefieren portarse bien, no ser conflictivos políticamente.
Igual sucede con la corrupción, que es algo que genera el propio sistema, junto con la insatisfacción de las necesidades del pueblo. Los ministros, jefes de organizaciones y dirigentes políticos de nivel medio cambian tan frecuentemente, que es casi imposible retener sus nombres y trayectorias. Una vez que son finiquitados, se anuncia que pasarán a ocupar otras responsabilidades. Tal vez sus nombres no se mencionen nunca más en la prensa, pero ello no significa que dejaron de pertenecer a la nomenclatura, ni que hayan perdido sus acomodamientos. Incluso, aun cuando así fuera, durante el tiempo que estuvieron en el “jamón” (como se decía de los políticos anteriores a 1959), ya se hicieron de casas, carros, viajes para sus familiares, lujos, y hasta de amantes, pues el ron y las mujeres jóvenes son deportes favoritos entre los dirigentes del machismo-fidelismo cubano.
El régimen está consciente de que la policía es corrupta. En las aduanas se les roba a los viajeros. Los maestros venden los exámenes. En los puestos de trabajo se roba y se malversa. En los diferentes niveles de la dirección de la vivienda, se adjudican casas a cambio de dinero o prebendas. En los Tribunales se compran los juicios, siempre que no sean por cargos políticos. Los médicos y dentistas reciben dinero por la izquierda por brindarles a las personas atención “gratuita”. Los inspectores viven del soborno.
En fin, sería interminable la lista de ilegalidades que el sistema propicia para mantener contenta a una persona en un cargo, por un tiempo determinado. Después, será remplazada por otra que hará exactamente lo mismo.
Precisamente en este descontrol basa el régimen su “control social”. Deja hacer y recoge los frutos, creando compromisos políticos que mantienen a las personas en deuda, empeñadas y comprometidas.
Es por eso que no se puede creer a la Contralora General de la República, Gladys Bejerano Portela, cuando afirma: “La corrupción es uno de los principales enemigos de la Revolución”. No, señora, es todo lo contrario, es su principal aliada.

Beware some economic commentary by Donald Boudreaux‏

Pittsburgh Review.


Economists have failed to communicate the basic insights of economics to the general public. So it’s unsurprising that public understanding in the 21st century of elementary truths of the economy is on par with public understanding in the ninth century of elementary truths of the solar system.

A reason for this failure is that most economists have little desire to talk about economics to non-economists. There are exceptions. Milton Friedman regularly explained the economic effects of the likes of inflation and rent control in language that was crystal clear and engaging. But these exceptions are rare.

Worse, a few of these exceptions make matters worse. Some economists who are notable for communicating with the public reinforce, rather than correct, the public’s economic misunderstanding.

No economic fallacy is as widespread as the public’s sense that the economy suffers when citizens buy goods and services from foreigners. What the non-economist sees is Americans spending dollars abroad rather than in the USA. The non-economist then concludes that American jobs are “destroyed.”


All dollars that Americans spend on imports return to America no less certainly than if Americans had not bought imports at all. And as compared to a situation in which government obstructs Americans’ trade with foreigners, these dollars return with greater positive effect on the U.S. economy. The reason is that trade allows Americans to buy from abroad those products that foreigners offer to sell to us at prices lower than it would cost us to make those things ourselves.Economists have long understood and celebrated the win-win benefits of trade. Yet popular economist-pundit Peter Morici, a professor at the University of Maryland’s Smith School of Business and former chief economist at the U.S. International Trade Commission, routinely fuels the public’s misunderstanding on this front.

Consider, for example, this recent claim by Morici: “(T)oo many of those dollars were spent on imports that did not return to buy U.S. exports — the gap between new imports and new exports was lost demand for U.S. goods and services.”

He’s talking nonsense.

Dollars that foreigners don’t spend on U.S. exports are emphatically not “lost demand for U.S. goods and services.” Instead, these dollars are invested in the U.S. And being invested in the U.S., they create demand for U.S. goods and services no less than if they were spent to buy U.S. exports.

The dollars the Chinese invest in U.S. Treasuries become demand for U.S. goods and services — demand expressed by Uncle Sam or by private citizens who sell bonds to China and who then spend in America the dollars they earn on those sales. Likewise, the dollars the Swedish furniture retailer Ikea invests in building stores in America become demand for U.S. goods and services — demand for the likes of construction materials and construction workers in America.

That Morici does not understand this simple reality means that his economic punditry confuses, rather than enlightens, the public. His is a species of economic commentary best ignored.

Donald J. Boudreaux is a professor of economics at George Mason University in Fairfax, Va. His column appears twice monthly.


Resistencia de Materiales. Jorge Perelli Botello


Retineo.

Este documento es una recopilación de la teoría aplicada a la resolución de problemas de Resistencia de
Materiales.

No tiene, por tanto, el rigor teórico que se puede encontrar en cualquiera de los conocidos y numerosos libros que tratan de este asunto, ya que su objeto es constituir una guía de la teoría más importante e indispensable para poder resolver los problemas más habituales de la materia.

Se ha incluido un anejo con indicaciones de utilidad.

Espero que sea interesante para todos los que lo usen y ruego que sean generosos en perdonar los errores,
que a buen seguro existen.

Descargar en PDF.


Incluyo los apuntes en mi recopilación de documentación sobre Estructuras.

Pensiones de jubilación y sistemas de reparto: ¿un fraude al ciudadano?


(Haz click aquí con el botón derecho del ratón y elige la opción “Guardar enlace como” para descargar el archivo mp3 de esta Conversación en libertad y escucharlo en tu reproductor de mp3.)
La crisis del llamado «Estado del bienestar» ha puesto el sistema público de pensiones en el punto de mira. ¿Qué probabilidad hay de que cobres una pensión cuando te jubiles? Y si llegas a cobrarla, ¿será suficiente? Además, para muchos expertos los sistemas de reparto, como el español, son un fraude, una auténtica estafa piramidal. ¿Es eso cierto?
Si alguna vez te has preguntado por el funcionamiento de los sistemas estatales de pensiones y los problemas que los aquejan, escucha esta Conversación en libertad de Luis Alberto Iglesias con Vicente Boceta —Técnico Comercial y Economista del Estado y director del Centro Diego de Covarrubias— y descubre:
  • El sistema de pensiones que existió en España antes del actual.
  • Por qué los sistemas de reparto tienden a quebrar.
  • Por qué perjudican a los trabajadores de rentas más bajas.
  • Qué alegan quienes los tachan de perversos y profundamente inmorales.
¿Qué te garantiza el actual sistema de reparto? Únicamente la promesa de que el estado te pagará una pensión cuando te jubiles. Nada más. Nadie sabe cuál será su cuantía ni durante cuánto tiempo la percibirás. ¿No sería más justo que al jubilarte recibieras todo el dinero que hubieras sido capaz de ahorrar a lo largo de tu vida laboral?
Para muchos economistas existe una alternativa: los sistemas individuales de ahorro por capitalización de rentas.
  • ¿En qué consisten y cuáles son sus ventajas?
  • ¿Cómo funciona el Sistema de 3 Pilares propuesto por el Banco Mundial?
  • ¿Habría personas que se quedarían sin pensión dentro de un sistema de esta clase?
Pese a ser mucho más justos y rentables, algunos sistemas de capitalización no están exentos de problemas, especialmente para los liberales. El principal: la obligatoriedad del ahorro. ¿Tiene derecho el Estado a obligarte a ahorrar para tu jubilación? Escucha este programa de Conversaciones en libertad y forma tu propia opinión.
Educación para la libertad es un proyecto que nace por creer que el conocimiento es la vacuna contra la ignorancia que vuelve a las sociedades presas fáciles de demagogos, totalitarismos e ideas incorrectas. Espero que disfrutes esta Conversación en libertad.
Un cordial saludo,
Luis Alberto Iglesias.

España: Cae el ahorro, y aumenta el consumo por Ángel Martín

Libertad Digital.


Vamos, el sueño de todo Keynesiano Vulgar, ¿no? (Nótese la diferencia entre Keynesiano y Keynesiano Vulgar).
Tomo el párrafo del resumen de BBVA Research de las Cuentas no financieras trimestrales de los sectores institucionales en España del segundo trimestre 2012, salidas el 2 de Octubre.
La capacidad de financiación de los hogares en 2T12 volvió a reducirse, en acumulado anual, desde el 3,3% de su renta bruta disponible (RBD) en 1T12 hasta el 2,8%. Esta disminución está causada, principalmente por lacaída de su tasa de ahorro –un 9,6% de la RBD en 2T12 frente al 10,4% del trimestre anterior, en acumulado anual-, arrastrada por el mal comportamiento de la renta bruta disponible que cae un 3,2% interanual, tanto por el descenso de la remuneración de asalariados como por elaumento del pago por impuestos.
Oh, por aquí aparece la subida de impuestos… Parece que no iban desencaminados quienes decían que ésta iba a perjudicar el ahorro… Claro, que no dejaba de ser obvio.
Desde el documento oficial del INE tomo este otro dato (que servirá para comparar con el consumo en párrafo siguiente):
La tasa de ahorro de los hogares e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH) alcanza el 12,1% de su renta disponible en el segundo trimestre de 2012, lo que supone una disminución de 2,8 puntos respecto al mismo periodo de 2011.
Sin embargo… (vuelvo a citar del resumen de BBVA):
el gasto en consumo final vuelve a incrementarse respecto al mismo trimestre del año anterior, a la vez que se produce un ajuste mayor en la inversión de los hogares (véase Gráfico 3).
Escuchamos que el consumo de los hogares está por los suelos, que lo está, pero está aumentando si lo comparamos con el año anterior, como vemos. Lo que no aumenta, sino que baja, es el ahorro familiar. Mala cosa. Esto sucede mientras cae la renta disponible. Mal vamos a financiar la reestructuración del sector productivo y la del sector financiero, si los fondos ahorrados, el pool of savings (perdón la pedantería), se reducen.
El punto positivo que se ha extraído de las cuentas que presentó el INE el 2 de Octubre, es que la economía española ya apenas requiere de financiación exterior.
Un par de gráficos para ilustrar:
El consumo parece estable. No así la inversión de los hogares, que ha pegado buen bajón, al mismo tiempo que la renta bruta disponible…
Este gráfico se comenta solo.
Por último, dejo un párrafo del boletín de coyuntura del OCE del I. Juan de Mariana, en el que comentábamos aspectos del ajuste en las necesidades de financiación exterior de la economía española:
los hogares pasaron de necesitar financiación de forma consistente hasta 2008, a tener capacidad de financiación de forma sistemática desde entonces (con la excepción de los primeros trimestres en 2010 y 2011). Por su parte, las sociedades no financieras, de alcanzar una necesidad máxima de financiación de más de 35.000 millones de euros en el tercertrimestre de 2007, entraron en superávit financiero a mitad de 2010, y así se han mantenido desde entonces. Las instituciones financieras mantuvieron en el periodo su capacidad de financiación positiva.
En contraste, el comportamiento de las Administraciones Públicas difiere radicalmente con el de la economía privada, acumulando grandes necesidadesde financiación a partir de 2008. Así, el sector público es responsable de que ni en 2010 nien 2011 la economía nacional haya podido abandonar su condición de necesitada de financiación, ahondando en los graves problemas financieros que nos acechan
PD. Dejo un artículo que publicamos M. Sarachaga y yo en Libre Mercado hace un año y pico sobre las cuentas no financieras de los sectores institucionales. Para que vean los lectores si aguanta bien el paso del tiempo, o no…