En una entrada anterior destacaba un magnífico artículo en el que Don Boudreaux eliminaba el miedo a que la tecnología y los robots generen pobreza y desigualdad, y reduzcan el trabajo para los humanos en el futuro.
En línea con ese artículo he leído, gracias a Francisco Capella, uno de Ronald Bailey, Why Are There Any Jobs Still Left? Technology eliminates jobs, not work, que razona por qué es buena la tecnología y cómo, al contrario de lo que indican muchos, ha creado, en los últimos dos siglos aproximadamente, muchos más empleos de los que ha destruido. La clave está en fijarse en aquello que no es tan intuitivo y directo, es decir, lo que hizo Frédéric Bastiat allá en 1850 en su ensayo Lo que se ve y lo que no se ve.
Algunos de los datos facilitados por Bailey en su artículo:
- Desde 1950 hasta hoy el número de empleos en Estados Unidos se ha casi triplicado, pasando de 58 millones a cerca de 149 millones.
- Los trabajos relacionados con la agricultura y la manufactura representaban el 33 % del total en Estados Unidos en 1950, mientras que ahora representan el 12 %.
- El número de empleos en Estados Unidos en la minería del carbón cayó de 483 000 en 1950 a 123 000 hoy.
- En 1950 el 16 % de la fuerza laboral en Estados Unidos se empleaba en la agricultura. Hoy menos del 2 % lo hace.
- En 1930 había en Estados Unidos 19 millones de caballos y mulas para arar los campos y menos de un millón de tractores. En 1960 el número de animales había caído a 3 millones y el de tractores aumentado a 4.7 mientras que la productividad se había triplicado. Lo anterior concuerda con lo indicado por Matt Ridley en su inmenso libro El optimista racional: "La población de caballos en Estados Unidos llegó a su máximo de 21 millones de animales en 1915; en aquel tiempo, una tercera parte de la tierra de cultivo estaba dedicada a alimentarlos".
- Los británicos dedicaban en 1950 a la comida y el vestido un 35 y 10 % de sus ingresos, respectivamente. Ahora dedican el 11 y el 5 %, respectivamente.
- Desde 1948 el precio de una televisión ha caído un 98 %.
- El número de personas trabajando en el diseño de sistemas informáticos y rubros asociados en Estados Unidos ha pasado de 400 000 en 1990 a unos 1'5 millones en 2011. En el rubro de las ciencias de la vida (biotecnología, farmacéutica) de 174 000 en 1990 a 1 millón en 2012.
- La fuerza laboral en la industria de la salud en Estados Unidos ha pasado de un 2% en 1950 a un 9 % actualmente, es decir, de 1.2 millones a 13.4 millones.
- Los efectos de la tecnología son indirectos e imprevisibles, por ejemplo, con los coches se desarrollaron las afueras de las ciudades y los médicos dejaron de ser expertos jinetes que visitaban a sus clientes y ahora simplemente los esperan en su clínica.
- Es impredecible como la tecnología de hoy en día afectará al futuro. ¿Era previsible hace 30 años cómo iba a impactar la telefonía móvil en nuestras vidas?
- Tal y como indican los autores las reflexiones anteriores las describió de manera memorable Matt Ridley con su: "Las ideas tienen sexo".
- La destrucción de empleo es directa y fácilmente observable, mientras que la creación de empleo es caótica e impredecible.
- A continuación los datos de la destrucción creativa de puestos de trabajo en Reino Unido en el que se observa que hay puestos de trabajo que crecieron hasta un 909 % mientras que otros casi desaparecieron. Con un balance global positivo, es decir, se crearon más empleos de los que se destruyeron.
- La interacción entre tecnología y empleo se da a través de cuatro mecanismos:
- La tecnología sustituye al trabajo como fuente de energía.
- Se crean puestos de trabajo para los sectores que provocan el cambio tecnológico.
- La tecnología crea puestos de trabajo en sectores intensivos en conocimiento.
- El cambio tecnológico reduce los costos de producción y los precios, por lo tanto crea nueva demanda y empleo relacionados con el ocio.
- Como conclusiones los autores destacan entre otras ideas que:
- La tecnología ha transformado los estándares de productividad y de vida, y, en el proceso, ha creado nuevos puestos de trabajo en nuevos sectores.
- Las máquinas se usarán en las tareas más repetitivas y laboriosas, pero no parecen estar cerca de eliminar la necesidad del trabajo humano tal y como no lo han eliminado en los últimos 150 años.
- La cantidad de trabajo en la economía no está fijada. Los últimos 200 años demuestran que cuando una máquina sustituye a un ser humano, el resultado, paradójicamente, es un crecimiento más rápido y, con el tiempo, un aumento del empleo.
- Todo lo anterior implica que se premie cada vez más la educación de alto nivel y el talento lo que sugiere que la desigualdad de ingresos se puede hacer más amplia.