Tinker Tailor Soldier Spy (El topo). 2011. Tomas Alfredson.


Excelente película, de Tomas Alfredson. La incluyo entre mis películas.

Una de espías clásica, sin giros locos en el guión, con actores solventes, destacando Gary Oldman y Benedict Cumberbatch, una ambientación perfecta, y un ritmo pausado. La película no decae nunca, siempre va a más y te tiene entretenido hasta el final.

Hay imágenes gores, donde el director deja ver claramente los efectos de la violencia. También me gusta eso. No hay acción en la película, es decir, no hay peleas, persecuciones, ni nada parecido. No son necesarias.

Una portentosa película para disfrutar. Cine de calidad.

El viejo mago que hace andar viejos carros


LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -Su fama como mecánico quizás se extiende más allá del barrio habanero de El Vedado. Porque lo cierto es que siempre tiene varios autos dentro y fuera de su taller, esperando por su trabajo. Así que sobran quienes buscan a Rufino el mecánico, el tipo que arregla cualquier cacharro, que siempre está manchado de grasa, desde temprano en la mañana hasta el anochecer. El mago que echa a andar cualquier antiguo automóvil que otros mecánicos dan por imposible.
Y no sólo porque lo diga él, que habla todo el tiempo con su vozarrón bien articulado e indetenible, sin dejar de trabajar.
Su especialidad son los viejos autos norteamericanos, y eso es evidente viendo los que hay a su alrededor. Pero no siempre fue así. Su interés por la mecánica automotriz comenzó a los nueve años y ya a los dieciséis trabajaba en el Ministerio de Industrias, que dirigía el Che Guevara, pero además estudió mecánica en un curso por correspondencia de la National School. Luego trabajó en otros lugares, incluyendo la fábrica de ómnibus Girón, hasta que perdió el puesto, cuando esta fábrica cerró, al principio del Período Especial.
Entonces decidió dedicarse al trabajo por cuenta propia. Una resolución crucial y de duras consecuencias, pues durante muchos años ha tenido que sufrir la falta de ventajas con que el Estado ha tratado a este tipo de trabajador, así como la imposibilidad de comprar herramientas y otros artículos necesarios para su labor. Por no hablar de los impuestos abusivos.
Sin embargo, en los últimos meses, esa situación asfixiante para los trabajadores por cuenta propia se ha aliviado un poco en comparación con los años anteriores, aunque todavía sufren desventajas.
Pese a todo, Rufino confiesa un amor incondicional por su oficio, en las buenas y en las malas. Y ostenta el orgullo indiscutible de que, gracias a la inventiva de mecánicos como él, el terrible problema del transporte de pasajeros en el país no es más grave aún. Además, admira mucho “los viejos autos americanos”, cuya tradición no se perdió ni siquiera durante el auge del campo socialista.
“La importancia de estos carros” –dice, mostrando un Plymouth del año 53 que ahora le ocupa-, “se debe a su fuerza, a una tecnología muy duradera y simple, y a una estructura que puede ser transformada. Son tanques de guerra”.
El auto en cuestión se hallaba desahuciado, y él, después de mucho esfuerzo, adaptando o elaborando piezas, lo ha convertido en un buen automóvil. De hecho, el sesenta por ciento de la carrocería ha sido construida por el propio Rufino, manteniendo fielmente la forma original.
Pero el empeño, el conocimiento y las habilidades no significan mucho sin herramientas, y para conseguirlas muchas veces hay que inventarlas, partiendo de lo que se tenga a mano, después de recoger en los basureros cosas con alguna utilidad, aprovechando cualquier desecho, cualquier pedazo, lo más inimaginable, porque no hay otra manera.
El mago mecánico muestra cómo almacena piezas y herramientas, y restos de ellas, en un aparente caos sobre el suelo del portal de su casa. Mil y un pedazos de hierros oxidados, viejos y que uno diría inservibles. “Todo esto me sirve”, dice Rufino, “con esto echo a andar eso”; y señala los dos automóviles que hay dentro de su taller. “Siempre hay una solución. No hay un carro que yo no ponga a rodar”, asegura.
Rufino tiene ya más de sesenta años, pero tiene la esperanza de que, como dice, “cuando no pueda trabajar más por mí mismo, dirigiré a otros, porque he tenido muchos discípulos que incluso se han abierto camino en otros países”. De todas maneras considera que siempre se puede seguir aprendiendo y que, por el momento, espera seguir haciendo lo que hace, sobre todo si tiene como ayudante a algún mecánico experimentado y con inventiva.
Son muchos los discípulos suyos que se han abierto paso en el extranjero. Rufino confiesa, sin remordimientos y sin un dejo de amargura: “Si me hubiera ido a otro país, creo que hubiera podido alcanzar una vida mejor, con más seguridad”. “Pero entonces dejarías de ser el mago del Vedado”, le digo yo.

Lessons from Dharavi

By Don Boudreaux.

This long front-page report in today’s New York Times is fascinating.  (HT Karol)  Here’s a list, in no particular order, of some of the lessons that careful readers take away from it:
- The relevant question to ask about any social situation – including that of the slum dwellers in Dharavi – is “compared to what?”  By the standards to which even the poorest of us in the 21st-century west are accustomed, living and working conditions in Dharavi are worse than appalling; by the standards of the people living and working in Dharavi, their living and working conditions are better than their alternatives.
- Social order is spontaneous.  The order – the complex and nuanced pattern of interactions – that prevails today in Dharavi was not designed by any overlord or sovereign; this order evolved and changes spontaneously.  And again, while that order appears to western observers to be unacceptable, it is working for the people of Dharavi: that order and what it provides to Dharavians is superior to what Dharavians left behind – and, hence, to what would be available to these people if they were forced out of Dharavi and back into their villages.
- At least large numbers of people – at least at very low levels of income – care less about not lowering their relative economic standing and status than about raising their absolute level of material well-being.  Better to be very poor in a city boasting nearby opulence than being very, very poor in a village where incomes are ‘distributed’ more equally.
- People peacefully and cooperatively, and with little or no encouragement or direction from the state, create and seize opportunities for mutually advanageous production and exchange.
- Even illiterate, dirt-poor parents will sacrifice to ensure that their children have better opportunities than they, the parents, have.  Such parents even often pay for their children to attend private schools.
- (Following from the previous point:) The relevant time-horizon for judging the merits or demerits of any social arrangement is not just one generation.  Mama and papa frequently are willing to endure risks that make their lives worse if the result of accepting those risks is a significant enough increase in the prospects for their children’s lives being made better.  (This theme, btw, is beautifully woven throughout Russ’s book The Choice.)
- A great deal of recycling occurs when it is economically profitable.
- The greedy, crony-capitalist, rent-seeking itch that gave rise to the 
property seizure
 theft at issue in the odious Kelo decision is not unique to America or to the west; it is, sadly, universal.
- The familiar mantra “poverty causes crime” is far too simplistic; perhaps it’s incorrect.
- America’s unemployed poor people are vastly wealthier than are many employed, hard-working people in ‘developing’ countries such as India.
- Being desperately poor – poor even to the point of being physically debilitated – does not necessarily cause people to surrender to the fates; to quit; to do nothing save beg either directly or indirectly (by pleading for government handouts).  Even the poorest of poor people often find peaceful and productive ways to make themselves (and their children) less poor.
- To make the previous two observations is not at all or in any way to imply that current unemployment in America is acceptable or that unemployed or poor Americans should be grateful.  To make these observation, though, is to highlight one of the many fruits of sustained economic growth.  The ability to remain unemployed for long stretches of time without suffering genuinely severe economic hardships such as malnutrition and no access to indoor plumbing reflects the benefits of capitalist growth (which itself is possible only because of capitalist dynamism and change).  Better to live in a society in which if you are a discouraged worker you remain unemployed for a long stretch of time than to live in a society in which any sustained period of unemployment means your death.
….
Meanwhile, India’s government throws another noose around the neck of that country’s formal economy – a noose that slows and shrinks the prospects for Dharavians to improve as much as possible their and their children’s lives – a noose that can serve as Exhibit A in the case for why Indians still have in their midst informal-economy slums such as Dharavi.

Paul S. Brown

















Fuente: Paul S. Brown web.

Otra interesante entrada sobre Paul Brown en Resitencia Realista.

¿Amaiur sin grupo parlamentario?

Por Francesc de Carreras.

Mal ha empezado la Mesa del  Congreso esta legislatura al resolver que Amaiur, la nueva formación política vasconavarra, no puede obtener grupo parlamentario propio y sus diputados deben integrarse en el grupo mixto. Un observador sin conocimientos jurídicos específicos tal vez se pregunte: ¿cómo puede ser que el PNV con 5 diputados obtenga grupo parlamentario y Amaiur con 7 diputados, y diez mil votos más que el PNV, se quede sin él?

Las leyes pueden producir efectos perversos a menos que los encargados de aplicarlas las interpreten de forma razonable. En este caso, las dudas sobre el significado de las normas que regulan la constitución de grupos parlamentarios han sido aclaradas desde hace tiempo por las autoridades de las cámaras, la doctrina jurídica y el Tribunal Constitucional. La Mesa del Congreso, en cambio, ha efectuado una interpretación distinta y, ami parecer, equivocada. Veamos.

El artículo 23 del reglamento del Congreso permite que puedan constituir grupo parlamentario los diputados de una o varias formaciones políticas que hubieren obtenido un mínimo de cinco escaños “y al menos el 15% de los votos correspondientes a las circunscripciones en que hubieren presentado candidatura”. Amaiur se presentó en las tres provincias vascas y en Navarra. Obtuvo en total 7 diputados con los siguientes porcentajes por circunscripción: 34,8% en Gipuzkoa, 19,21% en Bizkaia, 19,11% en Álava y 14,86% en Navarra. Por tanto, rebasó el número mínimo de diputados y, en conjunto, también el porcentaje mínimo de votos (obtuvo un total del 22%). Pero si lo contamos por circunscripciones, el porcentaje en Navarra no llegó al 15%.

La cuestión que dilucidar es la siguiente: según el precepto reglamentario citado, ¿el porcentaje mínimo del 15% de votos debe computarse en cada circunscripción o en el conjunto de circunscripciones en las que Amaiur se ha presentado? Si aceptamos lo primero, aunque sea por muy poco, en Navarra (14,86%) no se alcanza el 15%. Si aceptamos lo segundo, el límite se rebasa ampliamente, dado que el total obtenido es el 22%.

Temiéndose lo peor, el diputado de Amaiur elegido en Navarra no había tomado posesión de su cargo en el momento de constituir grupo parlamentario. Por tanto, con 6 diputados y un porcentaje más que suficiente en las tres provincias vascas, el grupo parlamentario estaba legalmente asegurado. Pero no hacía falta este truquillo de leguleyo, porque los precedentes de resoluciones de la Mesa en distintas legislaturas (en el 2004 la más reciente y clara), avaladas por el Tribunal Constitucional, respaldaban la interpretación según la cual el porcentaje mínimo era sobre el conjunto de las circunscripciones, no sólo en las que se han presentado sino en las que “han sido elegidos” los diputados que pretenden constituir grupo parlamentario, incluso aunque en alguna de ellas ese mínimo no se alcanzara.

Esta interpretación es más que razonable, ya que la dicción literal del artículo 23.1 del reglamento establece que el mínimo del 15% de los votos se refiere a “las circunscripciones” en que hubieren presentado candidatura (es decir, al conjunto de esas circunscripciones), no “en cada una” de ellas. Como ha señalado agudamente mi colega Agustín Ruiz Robledo, este inciso del artículo citado hay que interpretarlo de acuerdo con el viejo apotegma jurídico según el cual “allí donde no ha distinguido el legislador, no debe distinguir el intérprete”. Y el legislador, como hemos dicho, trata de “circunscripciones”, no de “cada una” de ellas. Además, tratándose de un derecho fundamental le es de aplicación el principio de favor libertatis, que refuerza esta interpretación.

Por último, los precedentes son apabullantes: desde el PNV, cuyo voto en Navarra oscilaba entre el 0,92% y el 2,16% entre 1989 y el 2000, hasta ERC en el 2004, que no alcanzaba el 15% no sólo en las tres provincias valencianas donde se presentaba, sino ni siquiera en la de Barcelona. Y en todos los casos, a ambos partidos la Mesa les concedió grupo parlamentario. El precedente, sin duda, no vincula y la interpretación de una norma puede cambiar, pero entonces hay que argumentar el motivo. Ningún motivo ha suministrado la Mesa, con lo cual, en virtud del derecho a la igualdad de trato (artículos 14 y 23 de la Constitución), la resolución, además de jurídicamente infundada, resulta discriminatoria y sólo cabe esperar que sea corregida por el Tribunal Constitucional en el recurso  de amparo que previsiblemente interpondrá Amaiur.

Porque, además, desde un punto de vista político, saltarse la legalidad es el mejor favor que se le puede hacer a ETA, que, recordemos, todavía no se ha disuelto. Al terrorismo sólo se le combate con los instrumentos del Estado de derecho: leyes, jueces y policía. Cuando no se hizo así, y me refiero a los GAL, se dio aire a ETA durante bastante tiempo. Asimismo, el gran beneficiado por resoluciones como esta es Amaiur, cuyos dirigentes son tan escasamente demócratas que consideran las leyes, a los jueces y a la policía, en definitiva el Estado de derecho, instrumentos de violencia contra el País Vasco. Ahora tendrán motivo para hacerse las víctimas.

Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional de la UAB.

Jumps




El hombre a quién mató John Wayne

Por Arturo Pérez-Reverte.




El cine sólo fue cine de verdad cuando era mentira. Eso dice Pedro Armendáriz Hijo con el quinto whisky camino de Santa Fé, en el bar del hotel María Cristina de San Sebastián. Son las tres de la madrugada, o las cuatro, y el ambiente tiene el encanto de aquella gran mentira que hoy parece imposible salvo en momentos mágicos como éste: Fito Páez toca el piano en el pasillo mientras Ana Belén canta apoyada en su hombro, rodeados por María Barranco, el entrañable Pedro Olea, Cecilia Roth, José Coronado, educadísimo y encantador como siempre, y mi amigo que es casi mi hermano, el productor Antonio Cardenal, con las gafas torcidas y la nariz dentro de su White Label con cocacola, sin que falte el camarada Joaquim de Almeida, capitán de abril, inolvidable marqués de los Alumbres, que acaba de unírsenos y la arrastra mortal. Todos están en el pasillo donde se van congregando con sus copas en la mano en torno al piano de Fito y la voz de Ana Belén, y Antonio hace señas para que me una a ellos; pero permanezco en la mesa del rincón, mirándolos de lejos, sin decidirme, porque Pedro Armendáriz sigue contándome cosas de cuando acompañaba a su padre en los rodajes de John Ford, y de cuando trabajó en alguna película con John Wayne. Conozco ya varias de esas historias; pero cada vez que encuentro al hijo de quien se hizo abofetear por María Félix en ‘Enamorada’ y fue sargento en ‘Fort Apache’ y también uno de los tres inmortales padrinos de Robert William Pedro Hightower, le hago repetirlas frente a unos cuantos vasos de agua de fuego, y además con la esperanza de que me cuente algo que no sé mientras imita como nadie el acento del Duque diciendo 'sonofabich'.

Ana Belén continúa cantando en el pasillo; pero yo, háganse cargo, soy incapaz de levantarme, porque el hombre que está a mi lado fue uno de los vaqueros del rancho de John Wayne en ‘Chisum’, y en este momento me detalla la forma en que el Duque desenfundó el revólver en ‘Los Indestructibles’ y le pegó un tiro a él, a Pedro Armendáriz Hijo en persona, y lo sacó de la película. Y como esa última historia no me la sabía, se la hago repetir despacio, los gestos y el diálogo de Wayne en aquella escena, bang, bang, y digo carajo, te mató nada menos que John Wayne, hijo de la chingada, y para celebrarlo le encargo otras dos copas a Adolfo, el jefe de camareros, que es un viejo amigo, y por eso las trae, aunque está a punto de cerrar la barra. Y luego le pido a Pedro Armendáriz Hijo que me cuente, por favor, la historia de la bandera roja y la bandera blanca, mi favorita, cuando él y Patrick Wayne, el hijo del Duque, tenían diez años y montaban a caballo por Monument Valley cuando el rodaje de ‘Fort Apache’, y se metieron en cuadro en mitad del rodaje y fastidiaron una toma, y el viejo Ford se cabreó como una mona, y los tuvo tres horas inmóviles bajo el sol a los dos zagales, para que espabilen, decía, y aprendan a no joderme planos en mitad de un rodaje. Pese a lo cual los sacó luego, sin rencores, en ‘El hombre tranquilo’, en la carrera juvenil de la fiesta de Innisfree. Y ya ves, dice. Con esta cara de mejicano que tengo, salí haciendo de pinche niño irlandés.

María Barranco me dice que vaya donde el piano, que va a dedicarme ‘Las cosas del querer’; pero todavía me demoro un poco porque antes quiero que Pedro Armendáriz Hijo cuente el entierro de su padre, cuando éste yacía de cuerpo presente porque esa vez estaba muerto de verdad, después de picarle el billete a las mujeres más guapas de Méjico y de hacer películas inolvidables con John Ford y con tantos otros, y fueron a velarlo Jack Ford y John Wayne, y Ward Bond, Harry Carey Jr., Ben Johnson, Barry Fitzgerald y todos los otros nombres legendarios, amigos irlandeses velando al irlandés adoptivo, y se pusieron hasta las trancas de Bushmills cantándole canciones al difunto e insultándolo en irlandés, por qué te moriste, hijo de perra, por qué dejaste sin ti a tus amigos, diciéndoselo con el pulgar en la encía y tocándose la oreja, con todos los viejos gestos y el ritual de la vieja Irlanda, borrachos como cubas, el Duque tambaleando sus legendarios seis pies y no sé cuántas pulgadas de estatura, ciego de whisky, y Pedro Armendáriz Hijo allí, entre todos ellos, que lo abrazaban llorando. Y yo estoy sentado en el bar del María Cristina escuchando aquello, y suenan el piano de Fito Páez y la voz perfecta de Ana Belén, y en la pared hay un cartel donde John Wayne, recortado en la puerta del rancho de ‘Centauros del desierto’, está parado de espaldas, cruzando los brazos en esa postura chulesca con la que rendía homenaje a Harry Carey padre, el que fue vaquero antes que actor y amigo del viejo Ford. Y creo que es cierto. Que, a diferencia del de ahora, el cine de antes era una gran mentira maravillosa. Y que sólo las grandes mentiras sobreviven y te erizan la piel y se convierten en leyenda.

El Semanal, 14 de octubre de 2001

¿Código penal o catecismo?

Por Santi González.





La noticia del día es la imputación de Iñaki Urdangarin, que ha sido llamado a declarar por los delitos de malversación, fraude, falsedad y prevaricación. En la portada de El Mundo puede hoy la tiranía del titular. El afán de lucro es el móvil del sistema. Todos los agentes económicos actúan movidos por ánimo de lucro (lucro; ganancia o provecho que se saca de algo, define el DRAE) ¿Qué quiere decir desmedido?El sistema no funciona por la autolimitación de los capitalistas. Es el mercado el que define y limita la ganancia del inversor, no el altruismo de éste. Recordemos a Adam Smith: “Debes tu comida diaria al egoísmo de tu carnicero, de tu panadero y de tu cervecero, no a su buen corazón…”
Es triste, pero es así la vida. Luego, los reyes son los padres (en el caso de Urdandarin, los suegros) y los mercados son en una tercera parte el ánimo de lucro de los jubilados del mundo desarrollado que tratan de sacar el mayor provecho posible de los fondos de pensiones.
En consecuencia, que Urdangarin tuviera ánimo de lucro más o menos desmedido puede tener interés para el chascarrillo o los comentarios moralistas, pero no es muy relevante desde el punto de vista que nos ocupa. El proble de Urdanga es si para lucrarse traspasó los límites del Código Penal, no en si tuvo un comportamiento ejemplar a la luz del catecismo.

Science tricks for parties


Mercantilismo vs. liberalismo

Por Manuel F. Ayau
Manuel F. Ayau Cordón es Ingeniero y empresario guatemalteco, fundador de la Universidad Francisco Marroquín, fue presidente de la Sociedad Mont Pelerin.
Lo que existe en América Latina es mercantilismo, un sistema totalmente diferente al liberalismo. La confusión es dañina porque al hacerse un mal diagnóstico, el daño perdura. Siempre se culpa al inexistente liberalismo para desacreditarlo; en parte debido al desconocimiento de su verdadera naturaleza, la cual se basa en la protección de los derechos de las personas.
Por el contrario, el mercantilismo —como también el socialismo y el nacional socialismo (nazismo)— se basa en el dirigismo de la economía por parte del gobierno; es decir, por los burócratas y políticos. Ellos son encargados de legislar e instrumentar las políticas económicas, para encausar el diario quehacer de los habitantes hacia ciertas metas y no hacia las metas que cada persona escogería. Así proliferan reglamentos que criminalizan hasta faltas leves sin intención y surge el terrorismo fiscal.
La mezcla de poder y discrecionalidad crea tentadoras oportunidades para extorsionar y ello desemboca inevitablemente en corrupción. Prolifera el compadrazgo y el clientelismo político que ha caracterizado a América Latina. Los más listos compiten por desviar el poder del gobierno para sus propios propósitos, de manera de explotar a los demás en base a privilegios legales, mercados cautivos y otras ventajas. El éxito depende del cabildeo, del soborno y de la astucia en influenciar legislación. Por el contrario, bajo el liberalismo, el éxito depende de la habilidad de competir en el mercado de recursos, productos y servicios, con el fin de satisfacer mejor las necesidades de los consumidores, con el menor costo posible.
El mercantilismo es pragmático (el fin justifica los medios) y no respeta principios, pues éstos no dependen del gobernante, quien con frecuencia los consideran obstáculos para sus fines. Como su legislación no respeta los derechos individuales (la propiedad, la libertad y los contratos), escasean las plazas de trabajo, la ineficiencia abunda, surgen las economías informales, aumenta la violencia, se arruina el medio ambiente y aumenta la miseria.
Al contrario del liberalismo, el mercantilismo no es cosmopolita y supone que la riqueza del país consiste en atesorar reservas, en exportar mucho e importar poco. Surgió en el feudalismo de la Edad Media, cuando el comercio se consideraba una cuestión entre los nuevos estado-naciones y no entre las personas. Inglaterra, una pequeña isla, abandonó el mercantilismo en el siglo XIX y surgió como ejemplar potencia económica mundial.
Bajo el liberalismo, el gobierno respeta la libertad de las personas, limitada solamente por los iguales derechos de los demás; protege la integridad física de las personas (la vida) y sus legítimas posesiones (la propiedad privada), pero deja a las personas libres para buscar su felicidad, en cooperación pacífica con los demás.
Ni el mercantilismo ni el socialismo logran éxito por las mismas razones, algunas meramente técnicas, otras relacionadas a la ausencia de incentivos constructivos y también por la abundancia de incentivos perversos. Tanto el mercantilismo como el socialismo fomentan que personas y grupos interesados corrompan y controlen al gobierno, también que se enriquezcan sacrificando a los demás. En cambio, bajo un sistema de libertad (limitada por los iguales derechos de los demás, aunque siempre existirán diferencias de riqueza), las personas solamente se pueden enriquecer en el grado que sirven y enriquecen a los demás.

Razones ciudadanas 9 "Seguridad juridica en Cuba"


Capitulo 9 de la serie Razones Ciudadanas en el cual se aborda esta vez la "Seguridad juridica en Cuba". El tema es desarrrollado por varios abogados de la Asociacion Juridica de Cuba y por el moderador del programa Reinaldo Escobar.

Se analiza las diferencias y similitudes entre lo que aparece reflejado en al legalidad cubana y lo que ocurre en la realidad policial y judicial del país. Los tres panelistas y el moderador abordan qué requisito debe cumplir una citación policial, los derechos de un acusado, las confiscaciones y sus múltiples irregularidades en la Cuba actual.

Frank C. Bensing (1893 – 1983)


Ruth DeYoung Kohler
WWII Couple
The American Legion Magazine cover
Boys Eavesdropping On Courting Couple
Morning Reverie


Fuente: American Gallery.

Entrevista a Juan Velarde. Víctor Gago


Víctor Gago entrevista al Juan Velarde, miembro de la primera promoción española de economistas y con una extensa trayectoria docente. Velarde sobresale en los campos de la economía española e iberoamericana, protección social, estado del bienestar y pensamiento económico español. Desde 1991, Velarde es Consejero del Tribunal de Cuentas y desde 1998 preside el Foro Libertad y Calidad de la Enseñanza.