¿Código penal o catecismo?

Por Santi González.





La noticia del día es la imputación de Iñaki Urdangarin, que ha sido llamado a declarar por los delitos de malversación, fraude, falsedad y prevaricación. En la portada de El Mundo puede hoy la tiranía del titular. El afán de lucro es el móvil del sistema. Todos los agentes económicos actúan movidos por ánimo de lucro (lucro; ganancia o provecho que se saca de algo, define el DRAE) ¿Qué quiere decir desmedido?El sistema no funciona por la autolimitación de los capitalistas. Es el mercado el que define y limita la ganancia del inversor, no el altruismo de éste. Recordemos a Adam Smith: “Debes tu comida diaria al egoísmo de tu carnicero, de tu panadero y de tu cervecero, no a su buen corazón…”
Es triste, pero es así la vida. Luego, los reyes son los padres (en el caso de Urdandarin, los suegros) y los mercados son en una tercera parte el ánimo de lucro de los jubilados del mundo desarrollado que tratan de sacar el mayor provecho posible de los fondos de pensiones.
En consecuencia, que Urdangarin tuviera ánimo de lucro más o menos desmedido puede tener interés para el chascarrillo o los comentarios moralistas, pero no es muy relevante desde el punto de vista que nos ocupa. El proble de Urdanga es si para lucrarse traspasó los límites del Código Penal, no en si tuvo un comportamiento ejemplar a la luz del catecismo.

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