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Extracto:
El sistema eléctrico español contaba, a finales de 2010, con una potencia instalada de 103.000 megawatios (MW). Probablemente este dato no les diga mucho, pero con esa potencia podríamos mantener encendidas 7.000 millones de bombillas, una por cada habitante de la Tierra. Teniendo en cuenta que el máximo histórico de demanda de potencia eléctrica en España se situó en torno a los 45.000 MW, parece evidente que tenemos un sistema eléctrico claramente sobredimensionado. Las consecuencias de esta sobredimensión se traducen en un elevado número de centrales eléctricas que están paradas buena parte del año, es decir, capital desaprovechado.
Los 103.000 MW con los que el mix eléctrico español finalizó el año 2010 tenían la siguiente composición: gas natural (26%), eólica (19,4%), hidráulica (16,2%), carbón (11,5%), resto del régimen especial (9,6%), nuclear (7,5%), fuel/gas oil (5,7%) y solar fotovoltaica (4,1%).
Observen, de hecho, la realidad de los datos correspondientes a la electricidad producida durante el año 2010: gas natural (23,9%), nuclear (21,5%), eólica (14,9%), resto del régimen especial (14,3%), hidráulica (13,2%), carbón (9,0%), fuel/gas oil (3,3%) y solar fotovoltaica (2,5%). Observen cómo la energía nuclear, a pesar de tener únicamente el 7,5% de la potencia instalada produce más del 20% de la electricidad que consumimos.