La juez Murillo y la tabla rasa moral. Arcadi Espada

Alguien que considere cabrones a unos acusados puede juzgarlos. Como si los considera ánimas del purgatorio e incluso del cielo. Será en el examen de la sentencia, en el análisis lógico de sus fundamentos, donde se apreciará si el trabajo del juez es justo. Como en el periodismo. ¡Estaríamos buenos si nuestras convicciones no nos permitieran describir objetivamente el mundo!

Esta sucia hipocresia que considera que los hombres deben hacer tabla rasa de sus convicciones antes de describir o juzgar: no, jamás, ni la juez Murillo ni la próxima: también la tabla rasa moral es una estafa. Esta marrana ingenuidad epistemológica que cree que el hombre no puede librarse del sesgo de confirmación, ¡a pesar de haberlo descrito! Este putrefacto vestirse para la ocasión.


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