Mariela Castro, la hija de Raúl Castro, es llamada por los cubanos “La princesa castrista”, debido a su modo de vida, y a sus númerosos viajes por el extranjero, algo que le está prohibido a los cubanos.
Mariela Castro vive en una mansión en La Habana, viaja cuando quiere, y se pasea por las calles europeas en limousine y -como verán en la foto- con una bandera gay, donde ha escrito el número 5, relacionándolo todo con los 5 espías terroristas y castristas condenados a perpetuidad en Estados Unidos.
Los homosexuales del mundo deberían pedir cuentas a esta descarada por usar su bandera, el símbolo de la libertad sexual, y de la libertad tout court.
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