Viernes en Peñíscola y Benicarló, y Sábado en Valencia.
Salimos el jueves por la tarde, con el chófer habitual.
El jueves por la noche Peñíscola nos recibe con agua, como si se hubieran dejado la ducha abierta.
El viernes playa a pesar de no tener buen tiempo, al menos nos da tiempo a bañarnos antes de la lluvia, luego a comer, un menú digno y barato compuesto de gazpacho, calamares y pan regado con agua y vino para la jefa, y a dormir una siestaza porque seguía lloviendo. Por la noche pizza, bastante rica. Y a dormir.
Al día siguiente a Valencia, vemos un poco la ciudad desde el coche, parece muy acogedora. Visita a la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Es más la cáscara que el interior, el Museo de las Ciencias es muy infantil, el Oceanográfico tiene instalaciones espectaculares, se nota la mano de Félix Candela, y me impresionan las belugas y en general los mamíferos, será por un tema de cercanía en el árbol de la evolución. Por último el cine IMAX me decepcionó, esperaba más, no deja de ser una pantalla más grande pero no le vi la mejora sustancial respecto a las pantallas planas convencionales. Los niños disfrutan más de todos estos sitios.
Vuelta a Madrid el sábado por la noche, una delicia conducir, y si es de noche doble placer.
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