La legalización de las drogas / Has the time come to legalize drugs? por Andrés Oppenheimer‏

Oppenheimer sobre la posible legalización de las drogas.



La legalización de las drogas --un tema que hasta ahora había sido apoyado principalmente por grupos marginales-- está ganando cada vez más adeptos en el centro del espectro político latinoamericano.

La sorprendente declaración del ex presidente mexicano Vicente Fox en apoyo de la legalización de ``la producción, la venta y la distribución'' de drogas fue motivo de titulares en todo el mundo.

Fox, que fue un estrecho aliado de Estados Unidos durante su gobierno y que pertenece al mismo partido político de centroderecha que el actual presidente Felipe Calderón, sacudió la escena política mexicana al criticar indirectamente los fundamentos de la ofensiva militar de Calderón al narcotráfico, que ha dejado un saldo de 28,000 muertes desde el 2006.

Calderón respondió inmediatamente afirmando que ``no estoy de acuerdo con la legalización'', aunque ha abierto un diálogo con los partidos políticos para debatir el futuro de las políticas antidrogas de su país. El Partido Revolucionario Democrático, de centroizquierda, anunció que apoyará la ``legalización fáctica'' de las drogas.

La declaración de Fox, publicada el 7 de agosto en su blog, fue mucho más lejos que una declaración conjunta realizada en el 2009 por los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso, de Brasil; Ernesto Zedillo, de México, y César Gaviria, de Colombia. En esa declaración, los tres ex presidentes cuestionaban la eficacia de la guerra de Estados Unidos contra las drogas, y proponían la descriminalización de la posesión de marihuana para uso personal.

Mientras que los tres ex presidentes de centro habían propuesto solamente la descriminalización de la marihuana, que implica no enjuiciar a quienes consumen esa droga, Fox abogó por la legalización de todas las drogas, algo que permitiría que empresas privadas las produjeran, distribuyeran y vendieran de manera legal.

En una extensa entrevista, Fox me dijo que está haciendo su propuesta porque la violencia relacionada con las drogas ha alcanzado niveles intolerables, y porque la experiencia de otros países como Holanda ha demostrado que permitir la venta de drogas no ha producido un aumento significativo del consumo.

``Toda prohibición difícilmente funciona'', me dijo Fox. ``La prohibición del alcohol en Estados Unidos, en Chicago [en la década de 1920] nunca funcionó. Además, provocó violencia, criminalidad, hasta que se suspendió''.

Considerando que la posesión de pequeñas cantidades de marihuana ya ha sido descriminalizada en México, ahora es necesario dar nuevos pasos, como legalizar la producción de drogas y utilizar los impuestos que eso genere para financiar programas de educación y prevención antidrogas, señaló.

``Lo que estoy proponiendo es que se legalice, para que en lugar de que los criminales manejen este negocio, lo manejen empresarios, gente de orden, gente que estará registrada en la Secretaría de Hacienda, que pagará impuestos y que generará empleos'', me dijo Fox.

Fox pidió revertir la decisión de Calderón de sacar el ejército a las calles para combatir los carteles porque ``el ejército no está preparado para hacer labores de policía. Vemos que día a día se está desgastando la imagen del ejército en México''.

¿Por qué no planteó esta propuesta cuando era presidente?, le pregunté. Fox respondió que la legalización se discutió en reuniones de gabinete durante su presidencia, pero que la urgencia de esa medida ha aumentado desde entonces debido ``al costo extraordinario que estamos pagando en la reducción de turismo, la reducción de inversiones y la falta de atención a la educación y la salud''.

¿Qué dice Washington a todo esto? El zar antidrogas de la Casa blanca, R. Gil Kerlikowske, me dijo en una entrevista separada que la legalización de las drogas es un tema fuera de discusión en el gobierno del presidente Obama.

Kerlikowske rebatió la idea de que la prohibición del alcohol aumentó la criminalidad en Estados Unidos en la década de 1920, argumentando que en esa época no existían estadísticas confiables sobre los niveles de criminalidad.

Y rechazó la idea de que no ha habido un aumento del consumo de drogas en Holanda. ``En Holanda, el consumo aumentó. De hecho, Holanda ha estado cerrando cientos de los bares de marihuana que existían, debido a los problemas que generan'', dijo.

Mi opinión: no estoy seguro de que una legalización generalizada de las drogas sea una solución, porque dejar que el Estado regule esta megaindustria en países con gran corrupción podría producir una corrupción oficial aún mayor. Por otra parte, también es cierto que después de cuatro años de la guerra contra el narcotráfico en México, los carteles están exportando más drogas, matando más gente y volviéndose más ricos.

Tal vez sea necesario adoptar una política gradual, que empiece por un debate serio sobre la posibilidad de aprobar leyes que regulen la producción legal de marihuana, simultáneamente con una masiva campaña educativa para desalentar su consumo.

Entonces, podríamos comprobar quién tiene razón, cuál es el resultado de este experimento en Latinoamérica, y decidir qué hacer a continuación.

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Legalization of drugs -- long an issue championed mainly by fringe groups -- is rapidly moving to the mainstream in Latin America.

Last week's surprise statement by former Mexican President Vicente Fox in support of ``legalizing production, sales and distribution'' of drugs made big headlines around the world.

Fox, a former close U.S. ally who belongs to the same center-right political party as President Felipe Calderón, rocked the boat at home by indirectly criticizing the very premise of Calderon's all-out military offensive against Mexico's drug cartels, which has cost 28,000 lives since 2006.

Calderon immediately responded that he opposes legalization of drugs, although he has opened a dialogue with political parties about the future of his country's anti-drug policies. The left-of-center Party of the Democratic Revolution announced that it supports ``de facto legalization'' of drugs.

Fox's statement, first published Saturday in his blog, went far beyond a 2009 joint declaration by former Presidents Fernando Henrique Cardoso of Brazil, Ernesto Zedillo of Mexico and Cesar Gaviria of Colombia. In that statement, the three former leaders questioned the effectiveness of the U.S. war on drugs and proposed de-criminalizing possession of marijuana for personal use.

While the three centrist former presidents' proposal amounted to not prosecuting people for consuming marijuana, Fox's proposal calls for legalization of all major drugs -- the whole enchilada.

In an extended interview, Fox told me that he is making his proposal because drug-related violence in Mexico has reached intolerable levels, and because the experience of other countries such as the Netherlands has shown that allowing drug sales has not significantly driven up drug consumption.

``Prohibitionist policies have hardly worked anywhere,'' Fox told me. ``Prohibition of alcohol in the United States [in the 1920's] never worked, and it only helped trigger violence and crime.''

Since possession of small amounts of marijuana has already been decriminalized in Mexico, what's needed now are bolder steps, such as legalizing drug production and using the taxes it generates to fund anti-drug education programs, he said.

``What I'm proposing is that, instead of allowing this business to continue being run by criminals, by cartels, that it be run by law-abiding business people who are registered with the Finance Ministry, pay taxes and create jobs,'' Fox said.

Fox called for a reversal of Calderón's decision to send the army into the streets to fight the drug cartels because ``the army is not prepared to do police work, and we are seeing day to day how the army's image is losing ground in Mexico'' as a result of this war.

Why didn't you come out with this proposal when you were president? I asked.

Fox responded that legalization was often discussed in Cabinet meetings during his presidency, but that the urgency of such a measure has increased since ``because of the extraordinary cost we are paying in a drop in tourism, a drop in investments and a lack of attention to education and health.''

In a separate interview, White House drug czar R. Gil Kerlikowske told me that drug legalization is a ``non-starter'' in the Obama administration.

Kerlikowske disputed the idea that alcohol prohibition drove up crime in the United States in the 1920s, arguing that there were no reliable crime statistics at the time.

And he rejected the notion that there has been no major increase in drug consumption in the Netherlands.

``In the Netherlands, consumption did go up. In fact, the Netherlands has been in the process of closing down hundreds of the marijuana cafes that had been in existence because of the problems that are occurring,'' he said.

My opinion: I'm not convinced that a blanket legalization of drugs would work because government regulation of the cocaine and heroin businesses in countries that already have high corruption rates would result in greater official corruption.

On the other hand, it's clear that after four years of Calderón's U.S.-backed war on drugs, the cartels are smuggling more drugs, killing more people and becoming richer.

Perhaps the time has come to take a step-by-step approach and start a serious debate about passing laws that would regulate legal production of marijuana, alongside massive education campaigns to discourage people from using it.

Then, we could see who is right and consider what to do next.

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