España sigue perdiendo posiciones en el ranking del turismo mundial. Estados Unidos ya nos desbancó en 2008 como segundo gran destino por número de turistas extranjeros. Ahora es China la que nos adelanta, y nos arrebatará este mismo año el tercer puesto en el podio de las potencias turísticas globales.
Tras dos años consecutivos en que llegaron menos turistas, España cerraría 2010 con un leve incremento en la cifra de llegadas. Según las estimaciones del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC por sus siglas en inglés), España recibirá este año 52,8 millones de turistas (frente a los 52,2 millones que vinieron en 2009, según los datos oficiales de la ya extinta Secretaría de Estado de Turismo). Pese a la prevista mejora del sector turístico español, el gigante chino nos sobrepasará ampliamente este año: China recibirá 54,7 millones de visitantes en 2010.
España queda fuera de las medallas. Y puede que para siempre. Las estimaciones que maneja WTTC (organización que agrupa a los máximos ejecutivos de un centenar de las mayores compañías turísticas del mundo) recogen proyecciones año a año y país por país del comportamiento del flujo de turistas internacionales hasta el ejercicio 2020. Durante todo ese periodo la previsión de WTTC coloca a España en el cuarto lugar de manera permanente. Nuestro turismo llegaría a 2020 a una distancia prácticamente insalvable con respecto a la terna de cabeza.
Récord histórico en 2020, pero...
Según el informe de la organización internacional, España recibiría en 2020 un total de 65,7 millones de turistas. Un volumen increíble, histórico y siquiera soñado hoy por el sector turístico nacional. Pero que se quedará muy lejos de los 81 millones de visitantes que recibirá Estados Unidos; de los 91,6 millones que elegirán Francia; y de la apabullante cifra de 103,6 millones de turistas que para entonces alcanzará China.
De confirmarse la tendencia anticipada por WTTC, España tendrá difícil alcanzar de nuevo el podio. Sin embargo, parece que tendría garantizado durante mucho tiempo el estatus de cuarta mayor potencia turística del mundo, gracias a la holgada ventaja que le distanciaría de sus inmediatos competidores (Italia, con 55 millones, y Reino Unido, con 45 millones de turistas).
En cualquier caso, el volumen total de turistas llegados de fuera de nuestras fronteras no es el indicador que más preocupa al sector turístico (o al menos no debería). El gasto diario de los turistas que vienen a España se recupera (un 4,4% más en el primer semestre del año, hasta los 98 euros por jornada), incluso pese a los efectos de la peligrosa guerra de precios a la que el sector se ha visto empujado por la persistente debilidad de la demanda. Que vengan menos, pero que paguen más. Ése debería ser el verdadero objetivo del sector turístico español. Dejar atrás el modelo de turismo de masas y dar paso a un turismo de calidad de mayor valor añadido. Está por ver que los empresarios turísticos del país se atrevan a dar el paso. De momento, no lo han dado.
Subcampeón por siete años
En la última década nuestro turismo ha hecho historia y ha probado (quizá hasta el hartazgo) las mieles del éxito. Los atentados del 11S pusieron en jaque el sector turístico estadounidense. Las llegadas de turistas a EEUU se resintieron y ya en 2001 España conseguía adelantar al imperio americano como segundo país con mayor volumen de turistas extranjeros (muy lejos de la todopoderosa Francia, hasta el momento líder indiscutible por cifra de visitantes). Nuestro turismo consiguió retener la medalla de plata durante siete años.
La recesión se ha dejado notar en los últimos años, y la debilidad que han venido mostrando hasta ahora las economías de nuestros dos principales mercados emisores (Reino Unido y Alemania) se ha traducido en España en una menor afluencia de turistas. Tras más de una década de incrementos ininterrumpidos, la crisis ha frenado nuestro sector turístico. En 2008 las llegadas sufrían un descenso del 3%: vinieron 57,3 millones de turistas, frente al por ahora récord histórico de 59,2 millones de visitantes de 2007. La caída permitió a Estados Unidos recuperar la segunda posición mundial.
El batacazo para la industria turística española fue aún más intenso en 2009, con un descenso de casi un 9% en las llegadas, hasta los 52,2 millones de turistas. La nueva caída ahondaba la brecha con Estados Unidos, que registró el año pasado 54,9 millones de turistas; un dato que le confirmaba en el segundo puesto del ranking.
China, líder en 2018
A partir de este año será China la que pise los talones al turismo norteamericano. Pero por poco tiempo. Según las estimaciones de WTTC, el gigante asiático también adelantará a EEUU sólo un año después, al cierre de 2011. La ascendencia de China como destino del turismo internacional será imparable: en 2018 se encaramará a la primera posición del ranking. La gran potencia del futuro, o del presente, la gran China, ha llegado para quedarse (también en turismo).
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