El drama. Arcadi Espada

Hasta donde alcanza la vista no parece que Occidente haya vivido un periodo de felicidad comparable al del último cuarto de siglo. Ciertamente, Nueva York fue el escenario de una matanza terrible e inesperada que provocó la sangrienta invasión de Irak. Y hace tres años se desencadenó una gran crisis financiera. Pero creo que un hombre que fuera desde Sarajevo hasta Vietnam, pasando por Weimar, Auschwitz y el Gulag, sabría apreciar la diferencia.


El compás de los periódicos se ha abierto mucho. En el espacio: cada vez más lugares de la tierra son objeto de la atención periodística. El desvanecimiento de lo remoto es uno de los enormes beneficios de la globalización: el periodismo protege a las sociedades. Pero, asimismo, dando por sentado que sólo las malas noticias son noticia, la información global acaba siendo una cuidadosa selección de cataclismos. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario