El estudio de Kim se limita, por ahora, a la palmada de una sola pata, despreciando el efecto de la interacción entre los vórtices generados por ambas patas. Estudios en otros animales que también utilizan vórtices para propulsarse, como las moscas y las mariposas en vuelo, indican que esta interacción es de gran importancia e introduce ventajas energéticas adicionales. Aún así, se trata de un estudio muy interesante ya que la biomecánica y la biofluidodinámica de la propulsión de los seres vivos tiene importantes repercusiones en ingeniería, donde cada día se usan más los diseños biomiméticos (o inspirados en los seres vivos). De hecho, el grupo de investigación del Dr. Gharib ya ha realizado múltiples incursiones en este campo.
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