LA HABANA, Cuba, febrero, www.cubanet.org –Los capítulos del Anuario 2011 referentes a las Cuentas Nacionales y al Sector Externo con los datos del 2010, por fin a mediados de enero fueron publicados en el sitio web de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE). Un hecho llamativo, pues desde hace tiempo la información económica del año que termina tradicionalmente la ONE la ha publicado alrededor del inicio del segundo semestre del año siguiente.
Las demoradas estadísticas del 2010, además como de costumbre, vinieron acompañadas por la carencia de datos importantes para realizar un análisis adecuado de las relaciones económicas y comerciales de Cuba con el exterior. Los reducidos datos sobre la Balanza de Pagos y sobre la Deuda Externa solo son ofrecidos hasta el 2008. En el caso de las exportaciones de mineral de níquel continúa sin ofrecerse el surtido, aunque sigue como el producto determinante en las ventas al exterior. Téngase en cuenta que se carece prácticamente de los excedentes de la industria azucarera, al alcanzar sólo el 5,7% del total de las ventas en 2010, a pesar de sus altos precios en el mercado internacional.
No obstante, de esas estadísticas pueden sacarse algunas conclusiones. El comercio exterior de bienes permanece con un enorme desbalance, debido a la pequeña magnitud de las exportaciones cubanas, que representaron un 30,0% del total del intercambio frente a un 70,0% de las importaciones para un saldo pasivo a Cuba de 6,049.1 millones de dólares, superior en 6 millones al año anterior. En los intercambios se puede apreciar un 92,2% de crecimiento con Venezuela, fundamentalmente por las importaciones que pasaron de 2,6 miles de millones de dólares en 2009 a 4,3 miles de millones de dólares en 2010 para un saldo pasivo a Cuba de 3,5 miles de millones de dólares, en lo que debe haber influido el alza del precio del petróleo.
Resulta interesante que en 2010 Brasil pasó a quinto socio comercial, desplazando a Estados Unidos al séptimo lugar, a continuación de los Países Bajos. Esto es consecuencia de los créditos brasileños para financiar la venta de alimentos, lo cual confiere ventaja sobre los productos norteamericanos adquiridos al contado. En el caso de los alimentos, la tendencia al incremento de las importaciones resulta evidente ante la incapacidad de la agricultura nacional de satisfacer la demanda interna, en momentos cuando los precios de estos productos muestran una clara dinámica al alza de sus cotizaciones.
El considerable desbalance en los intercambios de mercancías, Cuba los ha podido enfrentar hasta el momento gracias al crecimiento de la exportación de servicios, principalmente con asistencia técnica, en particular personal médico y paramédico, a Venezuela y otros países. La exportación total de servicios en 2010 fue de 9,6 miles de millones de dólares, un incremento del 24,4% respecto a 2009. Si se deducen los aportes brutos del turismo (2,2 miles de millones de dólares) y otros ingresos, como comunicaciones, las exportaciones de servicios por envío de personal técnico pudieran haber estado cercanas a 6,0 miles de millones de dólares. Lamentablemente, la información de ONE no brinda un mayor desglose.
Estos datos aclaran como las exportaciones de servicios permiten en la actualidad financiar el abultado déficit del comercio de bienes, e incluso en 2010 posibilitaron un superávit de casi 3,0miles de millones de dólares en el saldo total el intercambio de bienes y servicios. Eso podría explicar el incremento de las reservas monetarias internacionales a 5,14 miles de millones de dólares en 2011, casi un 6,0% sobre el nivel del alcanzado en 2009, según estimados de algunas fuentes internacionales. Esto no excluye la posibilidad de que se esté reexportando alguna cantidad de petróleo venezolano, de igual forma como se hacía con el combustible soviético con anterioridad a 1989, el cual ni llegaba a la Isla.
Como se puede apreciar, Cuba sigue aumentando su dependencia económica de Caracas, dado que la exportación de fuerza de trabajo calificada refuerza su papel determinante para la Isla, como mencionamos anteriormente. Por ello resultan de singular importancia los acontecimientos que ocurran este año en Venezuela, pues en el caso de producirse la desaparición física por enfermedad de Chávez o perder las elecciones presidenciales el 7 de octubre, las consecuencias podrían ser desastrosas para la economía cubana, que no da signos de recuperación, y además con posibilidad de empeorar debido a la recesión en Europa y sus consecuencias en el mundo entero.
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