La consecución de su tercer balón de oro ha hecho que la servilleta en la que Lionel Messi firmó su primer contrato con el Barça pasara a ser un documento deseado. Y eso me ha recordado otra famosa servilleta de papel que, aunque solo es famosa entre economistas, es relevante para evaluar la política fiscal del Partido Popular.
La mayoría de analistas (sobre todo los de izquierdas) piensan que un aumento de impuestos siempre conlleva un aumento de la recaudación fiscal por parte del estado. En 1974, el economista Arthur Laffer se preguntó si eso era cierto. Pensando en el IRPF, Laffer se preguntó: ¿qué pasaría si los impuestos fueran del 100%? ¿Cuántas horas decidiríamos trabajar si el gobierno se quedase el 100% de nuestros ingresos? La respuesta es que... ¡ninguna! ¿Para qué trabajar si, una vez pagados los impuestos, uno acaba cobrando cero? Fíjense, pues, que si los impuestos fueran del 100%, los ingresos de la gente serían cero por lo que la recaudación fiscal sería el 100% de cero. Es decir, ¡cero! El gobierno no recaudaría nada.
Y es que la recaudación fiscal es el producto del tipo impositivo (es decir, el porcentaje de la renta que se queda el estado) multiplicado por la renta de los contribuyentes. El problema es que la renta o ingresos de los ciudadanos depende de los impuestos que pagan: cuanto más se quede el estado, menos incentivos tiene uno a trabajar o invertir. Por ejemplo, si los impuestos son demasiado elevados los médicos pueden decidir no coger a los dos o tres últimos pacientes, los abogados pueden decidir no coger los dos o tres últimos casos y las familias pueden decidir que no vale la pena que el marido o la mujer trabajen si les acaban quitando el 90% del salario.
Eso quiere decir que debe haber un punto a partir del cual, los aumentos impositivos reducen tanto los incentivos a trabajar y a invertir que no conllevan aumentos sino disminuciones de recaudación. Aquí es donde Laffer, sacó una servilleta de papel y dibujó una curva en forma de campana que relacionaba los tipos impositivos con la recaudación fiscal. Si el tipo es cero, la recaudación es cero, si el tipo es 100%, la recaudación también es cero y si los tipos son entre 0 y 100, la recaudación dibuja una curva en forma de montaña que, empezando en cero, primero sube, después llega a la cima y después baja otra vez hasta cero. Sus amigos, impresionados, exclamaron ¡Qué magnífica curva, Laffer! De ahí nació el nombre: la “Curva de Laffer”.
Para los países que están con impuestos inferiores al máximo, un aumento de tipos conlleva más ingresos para el estado, pero para los países que ya se han pasado del máximo, un aumento de impuestos conlleva menos recaudación. Es como si estuviéramos conduciendo un coche por la montaña de la recaudación fiscal: si estamos antes de llegar a la cima y queremos subir, debemos ir hacia adelante (debemos subir impuestos), pero si ya hemos pasado la cima y seguimos adelante, nos vamos para abajo. Si queremos subir, debemos retroceder (o bajar impuestos).
La pregunta clave para España es: ¿los impuestos actuales, son tan altos que han sobrepasado la cima? La verdad es que yo no lo sé: no he visto ningún estudio econométrico serio que demuestre que el sistema impositivo español está antes o después de la “cima de Laffer”. Lo que sí sé es lo que decía el ideario oficial del PP de antes de las elecciones (http://www.pp.es/nuestras-ideas/economia_51.html). El punto número 5 de la sección de economía (seguramente escrito por Cristobal Montoro, un buen economista, todo sea dicho de paso) explica cómo una reducción de los impuestos no significa una reducción de la recaudación sino todo lo contrario. Es decir, antes de la elecciones el PP creía que los impuestos en España eran demasiado altos y que, para reducir el déficit, lo que se tenía que hacer no era subir impuestos sino bajarlos.
Claro que luego apareció Soraya Sáenz de Santamaría y nos anunció (¡qué sorpresa!) que “el déficit era muy superior al esperado” por lo que el PP se veía obligado (¡obligado!) a subir impuestos. ¿Cómo? Si nos creemos lo que decía el PP antes de las elecciones, un déficit mayor de lo esperado requeriría una recaudación superior a la planificada y, dado que el PP pensaba que España se encontraba al otro lado de la cima de Laffer, eso requería no un aumento sino... ¡una disminución todavía mayor de los impuestos!
Dicho de otro modo, una vez llegado a la Moncloa, Rajoy no “descubrió” que el déficit era superior al esperado. Lo que descubrió es la teoría del PP que proviene de los años de Aznar y que consiste en decir que España se encuentra al otro lado de la cima de Laffer era una teoría equivocada.
La pregunta es: ¿y cómo descubrió eso Rajoy? Yo no he visto ningún estudio econométrico serio que lleve a cambiar de opinión. Entonces, ¿por qué ha subido los impuestos si eso va a agravar tanto la crisis que va a provocar una reducción de la recaudación y un empeoramiento del déficit español?
Se me ocurren tres respuestas. Una, el PP mintió durante la campaña electoral: no es verdad que España ya haya pasado la cima de Laffer. Dos, el PP ha subido el IRPF para que Arenas no quede mal de cara a las elecciones andaluzas, destrozando de paso la economía española a cambio de una pizca adicional de poder. Tres, quien manda en España no es el PP sino la Sargento Merkel. Sea cual sea la explicación, lo que queda claro es que el PP ha confirmado lo que el PSOE demostró durante años: en España las promesas electorales no sirven de nada y las campañas son una farsa que no sirve para informar sino para propagar montañas de mentiras políticas.
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