Por César Tomé.
Hay momentos en el año, o de la semana o del día, en los que, simplemente, hay demasiado que hacer. Puede que ello no te amilane, seas capaz de concentrarte y salgas del aprieto o, como le ocurre a la mayoría de la gente, te sientas sobrepasado y te quedes paralizado. Para estas situaciones, como para los incendios, es necesario tener un plan de actuación y cumplirlo a rajatabla. El siguiente es un ejemplo de plan efectivo y que ayuda a reducir la presión psicológica, más incapacitante que la real, rápidamente. Modifícalo para que se adapte a tus circunstancias.
1. Haz una lista. Escribe todo lo que necesitas hacer en una hoja de papel.
2. Haz lo que se pueda hacer rápidamente. Emplea 15 minutos, no más (usa un reloj), en hacer las cosas más rápidas de la lista: un correo breve, una llamada de 2 minutos, etc. Emplea el reloj para mantener la concentración.
3. Distracciones fuera. Desconecta el teléfono y las alarmas de e-mail. Durante 35 minutos concéntrate exclusivamente en lo más complicado que tengas en la lista.
4. Tómate un descanso de 10 minutos.
5. Vuelve a empezar por el primer paso con una hoja de papel nueva.
Idea clara: Para salir de la parálisis que provoca una acumulación de trabajo lo mejor es ceñirse a un plan de actuación.
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