El alcalde de la localidad segoviana de Vallelado se excusa diciendo que su teléfono era nuevo «y se debió quedar conectado a un número de esos».
La comidilla del pueblo de Vallelado es el alcalde. Quien presidía el Ayuntamiento de esta localidad segoviana de 800 habitantes utilizaba su teléfono móvil para algo más que atender la gestión del municipio. El político en cuestión, el popular José Luis Garrido, ha reconocido que esas llamadas eróticas a un 803 corresponden en efecto a su teléfono móvil oficial. El «error» le ha salido muy caro: sus facturas ascienden a 5.700 euros, con cargo al presupuesto municipal. El alcalde, que ahora prefiere guardar el silencio, ha dicho que pagará él mismo la suma.
La dirección provincial del PP en Segovia ya ha anunciado suspender la militancia del alcalde, por lo menos hasta que se aclaren las circunstancias de lo ocurrido. El motivo es que parece que el caso se rodea de misterio. Para añadir algo de comedia a su situación, el alcalde ha explicado esperpénticamente que la terminal de su telefóno «era nueva y se debió quedar conectada a un número de esos». 5.700 euros.
Las sospechas de los excesos de Garrido comenzaron cuando el tesorero de la localidad se percató de los gastos excesivos de las dietas de kilometraje declaradas por el alcalde (de casi 9.000 euros), quien pasaba desplazamientos de cincuenta kilómetros «a localidades que apenas distan diez kilómetros del pueblo», declaraba el tesorero y concejal del PP, Luis Miguel Aranda, quien dimitió al negarse a firmar dichas dietas. El comportamiento irregular de Garrido le llevó a deducir de ahí una estrategia del mismo para sufragar los gastos telefónicos: «Todo apunta a que ahora quiera cobrarse en dietas el dinero malgastado en llamadas eróticas, unos 5.700 euros, antes de reponerlo en el Ayuntamiento», ha indicado el tesorero en referencia al alcalde.
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